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16abr06
El fantasma de una guerra sucesoria planea sobre la mafia tras el arresto de Provenzano.
Decapitada tras el arresto de su jefe, Bernardo Provenzano, la mafia siciliana debe designar un jefe lo antes posible. Sin embargo, se arriesga a abrir una sangrante guerra sucesoria que a nadie de la organización interesa, apuntan los especialistas italianos.
Tras 43 años en busca y captura y trece a la cabeza de la Cosa Nostra, el ilocalizable Provenzano cayó en manos de la policía el pasado martes, tras ser descubierto su escondite: una pequeña casa aislada y en apariencia abandonada, a dos kilómetros de la siciliana Corleone, su localidad natal y centro mafioso.
El alcalde de la ciudad, Nicolo Nicolosi, manifestó ayer que Corleone "reluce mucho más" tras esta detención. Famosa mundialmente por la película El Padrino,esta población, que no supera los 12.000 habitantes, "es mucho más libre", añadía el alcalde.
Sin embargo, para Mirella Cimino, una vecina de 31 años, aunque la noticia del arresto de Provenzano fue un alivio, no se pueden lanzar las campanas a vuelo. "No creo que vivamos un espíritu liberador; hay mucha preocupación sobre quién vendrá tras él", afirmaba. En similares términos se expresaba el fiscal jefe antimafia, Piero Grasso: "Corleone ha sido como una tribu aislada en el bosque. Se ha querido regir por sus propias reglas y sus gentes han aceptado este tipo de vida".
Provenzano, que sustituyó en 1993 a Totò Riina al frente de la mafia siciliana, había logrado una tregua entre las diferentes familias, apelando a una estrategia para infiltrarse mejor en la economía y la política local y, además, conseguir que las instituciones bajen la guardia. "Su arresto es un golpe muy duro para la Cosa Nostra - se felicitaba el ex magistrado Giuseppe Ayala, gran conocedor del tema-. La mafia siciliana funciona con una estructura muy piramidal y la punta ha caído. Pero no es un golpe mortal. Provenzano está enfermo y era ya lo suficientemente mayor como para haber pensado en la sucesión. Además, esa idea vendría ratificada por su fama de hombre prudente".
"La organización tiene en su seno las herramientas para encontrar sucesor sin mucha demora", apuntó ayer el magistrado antimafia de Palermo Antonio Ingroia. Sin embargo, en su opinión, el riesgo de una sanguinaria gerra de sucesión se debe tener también muy en cuenta. "Una parte de la organización puede tener interés en empezarla y hacer valer nuevos derechos. Pero sólo una parte. Creo que la mayoría querrá seguir con la estrategia de Provenzano", dijo.
La prensa italiana ya ha lanzado durante estos días varias hipótesis sobre la posible identidad del sucesor. Dos miembros del directorio de la organización tienen las mayores posibilidades, según los especialistas. Por un lado, Matteo Messina Denaro, que es el jefe de la provincia de Trapani, en el extremo noroeste de Sicilia. En su contra está el ser un outsider,pues no es originario de Palermo, y su edad, 44 años, muy joven. Como segundo en liza figura Salvatore Lo Piccolo, de 63 años. "Es el más poderoso en la capital siciliana y estaba muy ligado a Provenzano", apuntó Ingroia. Pero no se descarta un candidato sorpresa. "Las cosas han cambiado mucho y podría ser una persona respetable y no fichada", añade.
[Fuente: La Vanguardia, Barcelona, Esp, 16abr06]
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