EQUIPO NIZKOR |
|
12abr06
Silencio en Corleone y una pregunta: ¿por qué ahora?.
Los misterios de Italia, recapitulados en dos interesantes volúmenes por el escritor y periodista Carlo Lucarelli, pronto deberán incorporar un nuevo capítulo, seguramente uno de los más apasionantes del largo elenco: la detención del jefe máximo de la mafia siciliana Bernardo Provenzano, después de 43 años de vida clandestina, cuando algunos ya lo daban por muerto. La primera pregunta que Lucarelli, autor de varias novelas negras de notable calidad y guionista de un programa, Misteri d´Italia,que obtuvo gran éxito en televisión, deberá plantearse es la siguiente: ¿por qué Provenzano ha caído justo un día después de unas elecciones inciertas que, con toda probabilidad, supondrán la salida de Silvio Berlusconi del Gobierno de Roma?
Esta cuestión se la planteaba ayer mucha gente en Italia. Y no es fácil de responder en el país de los misterios; en el país de las señales en clave. "Parece claro que la Fiscalía de Palermo no ha querido interferir en el proceso electoral", apuntaban ayer algunas fuentes.
El Ministerio de Interior, máximo responsable de las fuerzas policiales, evidentemente ha desempeñado un papel en la captura del capo, lo cual significa que Berlusconi debía de estar perfectamente informado de la operación, pero conviene recordar que Italia es el país de Europa en el que la fiscalía goza de un mayor grado de independencia respecto al poder Ejecutivo.
La policía ha apresado a Provenzano bajo la dirección estratégica de la Fiscalía de Palermo, verdadero ariete de la lucha contra la mafia desde los tiempos heroicos de los magistrados Giovanni Falcone y Paolo Borsellino, asesinados por la Cosa Nostra en 1992.
La segunda pregunta que deberá formularse Lucarelli es de orden geográfico. ¿Por qué el hombre más buscado por las fuerzas policiales italianas ha sido detenido finalmente en su pueblo natal? ¿Tan seguro estaba Provenzano de que nadie iba a molestarle en Corleone? La respuesta quizá sea un poco más fácil. Provenzano, aseguran quienes conocen bien el fenómeno mafioso, prácticamente no se ha movido de Sicilia durante los cuarenta años que ha estado huido de la justicia; ello prueba la densa red de protección social con la que han contado y siguen contando los jefes mafiosos. "Cada vez que la policía se colocaba detrás de su pista, Binnu siempre lograba huir en el último momento, porque alguien le avisaba", relata el periodista de La Stampa Francesco Lalicata, que ha dedicado muchas horas de trabajo a conocer el laberinto siciliano. Es evidente que Binnu u Tratturi (Binnu el Tractor,mote con el que se conoce a Provenzano desde que era un joven campesino) se encontraba muy seguro en las afueras de Corleone. Más preguntas para Carlo Lucarelli: ¿alguien le ha traicionado?, ¿por qué?, ¿y por qué ahora?
Evidentemente, Corleone. a 50 kilómetros de Palermo, no era ayer el lugar más adecuado para plantear estas preguntas. Corleone estaba sumida en el silencio más inevitable de todos los silencios. En el silencio de Sicilia, denso y meloso como una granita,el granizado de almendra que los habitantes de la isla, la América de la antigüedad, decía Tomasi Di Lampedusa, todavía suelen tomar con un bizcocho a la hora de la merienda.
A las dos de la tarde, en el bar Central de Corleone, frente al Ayuntamiento de heroicas lápidas garibaldinas - "El 26 de mayo de 1860, la generosa Corleone acogía festiva entre sus muros al intrépido coronel Vincenzo Giordano-Orsini, perseguido por las tropas reales, conseguía salvar la artillería, mientras Garibaldi se preparaba para la pugna suprema"-, Sicilia mira hacia otro lado. Hay silencios callados y silencios inmóviles. El del bar Central es una suma de los dos cuando el telediario regional de la tarde da la noticia del arresto. Ni un solo comentario en voz alta. Miradas graves y minerales. Dos jóvenes piden al camarero EFE que les sirva amaro Il Padrino. Lo cual no constituye ninguna señal en clave, puesto que en el pueblo parecen competir dos marcas de amaro, el susodicho Il Padrino contra Don Corleone, aunque el amaro siciliano de siempre ha sido el Averna, medalla de oro en tantísimas exposiciones universales.
Il Padrino contra Don Corleone. Como en tantos otros pueblos de Sicilia, la mafia ya no sólo es un asunto sobre el que más vale callar. La mafia en Corleone comienza a ser, se nota, se siente, un incipiente reclamo turístico, un salto a la sociedad del espectáculo. El bar Central está decorado con numerosas fotografías de la película El Padrino,que lanzó a los corleoneses al estrellato mundial. De manera que los dos jóvenes apuran sus vasos y el camarero se atreve, por fin, a formular la inevitable pregunta: "¿Usted no es de aquí, verdad? Usted es extranjero". Corleone rigurosamente prudente en la hora del gran misterio. Un pueblo tranquilo, arisco y rampante, entre montes tapizados de verde un día de nubes bajas.
[Fuente: La Vanguardia, Barcelona, Esp, 12abr06]
This document has been published on 21Apr06 by the Equipo Nizkor and Derechos Human Rights. In accordance with Title 17 U.S.C. Section 107, this material is distributed without profit to those who have expressed a prior interest in receiving the included information for research and educational purposes. |