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11abr06
Detenido el jefe supremo de la mafia siciliana, Bernardo Provenzano.
El 'jefe de jefes' de la mafia siciliana, Bernardo Provenzano, de 73 años, fue detenido hoy por la Policía italiana tras 43 años huido de la Justicia. 'Binnu u Trattuŕ (Binnu el Tractor, como se le conocía por su fuerte físico) fue detenido a pocos kilómetros de su localidad de nacimiento, Corleone, cerca de Palermo, donde comenzó a construir su imperio criminal. Su huida se había convertido en la más larga y misteriosa de la historia de la delincuencia.
La detención fue comunicada hoy por la Policía italiana. A pesar de que los investigadores siempre habían considerado que Provenzano -que se había escapado de la detención en varias ocasiones gracias a una amplia red de cobertura- se refugiaba en Italia, nadie podía cree que 'Binnu u Tratturi' sería finalmente detenido tan cerca de Corleone, donde aún vive su familia.
Provenzano, considerado el 'jefe de jefes' de la mafia italiana, se encontraba en el momento de su detención en una casa de campo propiedad de un pastor -quien fue detenido para ser interrogado- cerca de Corleone, vestido simplemente con un pantalón y una camiseta.
En un primer momento intentó resistirse, pero después se rindió ante las fuerzas de seguridad. Aunque al principio tampoco admitió que fuese Bernardo Provenzano, posteriormente lo confirmó, aunque los investigadores confirmaron su identidad después de comprobar su ADN. La muestra del ADN se había obtenido después de que Provenzano fuese operado hace algunos años de la próstata en una clínica de Marsella.
Las dificultades para su identificación eran tantas en particular porque la Policía italiana sólo contaba hasta el momento con una vieja fotografía de archivo de 1959, cuando fue citado para un interrogatorio de rutina, cuando tenía 26 años y estaba comenzando su carrera criminal que le llevaría a ser uno de los más sanguinarios y poderosos jefes de la Mafia siciliana. Cuatro años más tarde, el 18 de septiembre de 1963, tras ser denunciado por el asesinato de uno de sus rivales, desapareció para siempre.
Provenzano fue acompañado en helicóptero al aeropuerto militar de Palermo y después fue trasladado al cuartel de policía de la capital siciliana.
Daba sus órdenes con notas
En el momento de la detención, Provenzano tenía en el pantalón varios de los famosos 'pizzini', la palabra en dialecto siciliano que describía los papelitos escritos a mano o con una vieja máquina de escribir a través de los cuales, durante estos 43 años de huida, se comunicaba con el mundo exterior, con sus cómplices y su familia, y que le servían para mantener el control de las actividades ilegales de la Cosa Nostra (mafia siciliana), que prácticamente nació con él.
Según los investigadores, durante todos estos años Provenzano se comunicó con este tipo de mensajes y no utilizaba nunca el teléfono o el móvil ante el peligro de ser interceptado. También cambiaba casa cada cierto tiempo. La Policía en estos años logró descubrir dos de las casas en las que estaba viviendo el jefe mafioso, pero siempre alguien conseguía filtrar la información y Provenzano escapaba minutos antes de la operación.
Han sido estos 'pizzini' los que al final han traicionado a 'O Binnù, ya que las primeras noticias explican que se llegó hasta el siguiendo los mensajes escritos por su mujer y que pasaban de mano en mano hasta llegar a él. Según el jefe de Policía de Palermo, Giuseppe Caruso, se consiguió su arresto mediante una operación “al viejo estilo policial”, a través de seguimientos e intercepciones telefónicas, y confirmó que no fue debido a un soplo o a la traición de alguno de sus hombres de confianza.
Hay gran expectación por comprobar la imagen actual de Provenzano, aunque los investigadores aseguran que es muy cercana a la del retrato robot realizado por la Policía y que fue elaborado gracias a las declaraciones de algunos de sus hombres detenidos que posteriormente colaboraron con la justicia, como Antonino Giuffr, considerado su brazo derecho hasta su arresto hace tres años.
La carrera criminal de Provenzano comenzó en los años 50 cuando junto a Salvatore Riina, otro de los famosos jefes mafiosos y que se encuentra en la cárcel desde 1993. A ambos se les atribuyen cientos de homicidios y después, desde sus mil escondites, 'el Padriṇ firmó las “sentencias”, como los atentados contra los jueces antimafia Giovanni Falcone y Paolo Borsellino. Sólo después de estos dos asesinatos, en 1992, comenzó la verdadera búsqueda de Provenzano, con la promesa de una recompensa de 2,5 millones de euros para quien facilitase información sobre su paradero. No obstante, al parecer nadie lo ha traicionado.
Estuvo siempre en Sicilia
Se cree que Provenzano nunca se alejó de las proximidades de Corleone y que gracias a la llamada 'Omerta' (el silencio de los ciudadanos) estuvo siempre en paredero seguro. Se conoce sólo que en el 2003 acudió a la clínica La Casamance de Marsella (Francia) para ser operado de una tumor en la próstata y que pasó del 3 al 24 de octubre en un apartamento de la ciudad francesa.
Provenzano se hizo pasar por un siciliano llamado Gaspare Troja, e incluso consiguió un formulario de la sanidad siciliana para poder ser intervenido en el extranjero sin necesidad de pagar, pasando a la región de Sicilia la factura de la operación y de los días que estuvo ingresado.
Durante todos estos años ha surgido numerosos rumores e historias sobre Provenzano, muchas de ellas contadas por los propios protagonistas como Giusi Vitale, considerada la primera mujer que se ha encargado de dirigir una familia mafiosa, y que explicó que en 1992, en una de las reuniones con el resto de las familias mafiosas, se encontró con Provenzano, que llegó vestido de obispo para despistar a la Policía.
Hace algunos días, su abogado, Salvatore Traina, llegó a afirmar que Provenzano llevaba muerto desde hacía años y que en los últimos tiempos no vivía en Sicilia sino en el extranjero.
[Fuente: La Vanguardia, Barcelona, Esp, 11abr06]
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