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18mar14
La Mafia ejecuta a un niño de 4 años
La Mafia no se suele detener ante un la vida de un niño. La última y sangrienta prueba tuvo lugar anoche, cuando un niño de cuatro años fue asesinado a balazos junto a su madre y el compañero de ésta ante los ojos aterrorizados de sus hermanos de seis y siete.
Ocurrió en Taranto, una localidad de Puglia (el talón de la 'bota' italiana). Concretamente en la carretera estatal 106, la que une Taranto con Reggio Calabria. La familia viajaba en un utilitario rojo, al volante del cual iba Cosimo Orlando, de 43 años con antecedentes penales y en régimen de semi-libertad. Junto a él iba su pareja, Carla Maria Fornari, de 30 años, con su hijo de cuatro en brazos. En el asiento de atrás se encontraban otros dos niños, de seis y siete años. La familia regresaba a casa después de pasar la tarde fuera, cuando a eso de las 21.30 horas, a la altura del desvío a la localidad de Palagiano, otro coche se les echó encima y sus ocupantes comenzaron a abrir fuego contra ellos.
Dispararon unos 20 tiros, acribillando completamente la parte delantera del vehículo y matando al hombre, a la mujer y al niño de cuatro años. La policía italiana está prácticamente segura de que ha sido un crimen mafioso y que el verdadero objetivo de los asesinos era Cosimo Orlando, pero el hecho de que en el coche viajaran niños no detuvo a los pistoleros. Una vez cometido el crimen, el coche de los asesinos se alejó a gran velocidad sin dejar rastro.
Cuando las fuerzas de seguridad llegaron al lugar pensaron que se trataba de un accidente de circulación. El coche estaba apoyado sobre el quitamiedos. Los dos niños de seis y siete años, ambos ilesos, seguían sentados en los asientos posteriores, incapaces de hablar. Cuando los carabinieri se percataron de que había sido un asesinato a balazos pusieron en marcha controles de tráfico en la zona para intentar localizar al vehículo del que habían partido los tiros, pero sin éxito.
Trágico antecedente
Ya en enero pasado la Mafia asesinó a Nicola, un crío de tres años. El pequeño fue ejecutado en Cassano Allo Jonio, una localidad de Calabria, junto a su abuelo, Giuseppe Iannicelli (57 años), y su pareja, Ibtissan Touss, una marroquí de 27 años. El padre y la madre del pequeño se encontraban ambos en prisión por delitos relacionados con la venta de drogas y era el abuelo el que se ocupaba de él.
Los cuerpos de las tres víctimas, que llevaban desaparecidas varios días, fueron encontrados calcinados dentro del Fiat Punto propiedad de Giuseppe Iannicelli. Habían sido liquidados a balazos y, posteriormente, el vehículo había sido quemado para tratar de borrar las pistas de los asesinos. Pero sobre el techo del coche los criminales habían dejado su propia firma: una moneda de 50 céntimos, lo que en el lenguaje mafioso significa que Iannicelli ha sido asesinado por no pagar una deuda. La policía italiana está convencida de que se trata de una venganza por no haber pagado una partida de droga.
Los investigadores consideran que es muy posible que Iannicelli usara a su pareja y a su nieto de escudo, pensando que junto a ellos estaba seguro, ya que los que le reclamaban el dinero no se atreverían a atentar contra él. Es obvio que se equivocó.
[Fuente: Por Irene Hernández Velasco, Roma, El Mundo, Madrid, 18mar14]
Informes sobre corrupción y crimen organizado
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