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24may06
De la Rosa dice que el Rey dio luz verde a "pagos de guerra" para liberar Kuwait de la ocupación iraquí.
El empresario catalán y principal acusado en el "caso KIO", Javier de la Rosa, aseguró ayer en la Audiencia Nacional que en 1990 realizó "pagos de guerra" por valor de más de 75 millones de euros (100 millones de dólares) al diplomático y también imputado Manuel Prado y Colón de Carvajal, a través de las cuentas de KIO, para "liberar" a Kuwait de la ocupación iraquí. Estos pagos fueron aceptados por el Rey, quien lo consultó "personalmente" en una llamada telefónica con el entonces presidente de Estados Unidos, George Bush, según De la Rosa.
El empresario catalán afirmó que el abono, realizado a través de Manuel Prado, fue aceptado por el Rey porque el entonces presidente del Gobierno, Felipe González, "no tenía atribuciones" para hacerlo, a pesar de que él "no se oponía" a la entrega de dicha cantidad.
De la Rosa hizo estas afirmaciones durante la exposición de su informe de defensa en el juicio por las piezas del "caso KIO" relativas a las operaciones "Prima-Oakthorn", "Pincinco" y "Quail-Acie", en las que está acusado por el desvío de más de 375 millones de euros de KIO y su filial en España Grupo Torras.
El empresario -que se enfrenta a una petición de 38 años de cárcel que pide para él la teniente fiscal Anticorrupción, Belén Suárez- alegó en su defensa que los "pagos de guerra" perseguían conseguir el apoyo diplomático español para que los aviones estadounidenses pudiesen aterrizar en la base militar de Rota (Cádiz) y que repusieran carburante.
Otra de los objetivos del desembolso económico, según manifestó De La Rosa en la vista pública, era que Arabia Saudí autorizase el paso de soldados americanos para que liberasen a unas princesas kuwaitíes que estaban retenidas tras la invasión.
Presidencia de Gómez Bermúdez
Por otra parte, el presidente del tribunal, Javier Gómez Bermúdez, preguntó al comienzo de la sesión si alguna de las partes tenía algún inconveniente en que él continuara su labor después de que el Tribunal Supremo anulara ayer su nombramiento como presidente de la Sala de lo Penal. Ninguno de los abogados personados manifestaron objección alguna al respecto.
A pesar de que Gómez Bermúdez no cesará de su puesto hasta que el Supremo redacte su sentencia y notifique su resolución, la decisión de anular su nombramiento podría ser utilizada por algunas de las partes para interponer un recurso contra las resoluciones del tribunal, según fuentes jurídicas.
También en las "Torres KIO"
A lo largo de su alegato, De la Rosa también se refirió a supuestos desvíos de fondos de KIO y Grupo Torras realizados a través del banco de inversiones Quail, que él mismo controlaba.
En concreto, aseguró que el Rey, el ex presidente del Gobierno, Felipe González, y el ex ministro de Economía Carlos Solchaga, estaban al corriente de la operación de compra por parte de la sociedad kuwaití de terrenos en la Plaza de Castilla de Madrid, en los que posteriormente se construirían las llamadas 'Torres KIO'.
El acusado aseguró que asesoró a KIO, a través de Quail, para que comprase el 4,95 % de las acciones de Cartera Central. Como el Banco de España quería "españolizar" las acciones de esta sociedad, KIO acordó vender a Fomento de Construcciones y Contratas (FCC) sus acciones a cambio de los terrenos en Plaza de Castilla.
Añadió que se encontraba con Alberto Alcocer y Alberto Cortina, ex propietarios de Cartera Central y conocidos como 'los Albertos' , cuando éstos hablaron por teléfono con González y Solchaga, quienes a su vez estaban "a la espera de Su Majestad el Rey", para informarles sobre el resultado de la operación.
Por estas operaciones, añadió el principal acusado, KIO obtuvo beneficios de más de 180 millones de euros, y no de 30 millones como según él sostienen los peritos, mientras que la comisión que percibió a través de Quail por el asesoramiento a la sociedad kuwaití fue de 24 millones de euros.
Amenazas del CESID
Asimismo, Javier de la Rosa aseguró que "miembros del CESID" le amenazaron a él y a su familia para que no hablase sobre "las personalidades" que podrían resultar implicadas en este proceso. Así, afirmó que los agentes de la inteligencia intentaron "manipular" su voluntad y la de otros procesados, y que llegaron a ejercer un "control absoluto" sobre sus movimientos y declaraciones en los juicios, hasta el punto de "anular mi voluntad", aseguró.
Por ello, aseveró, sufrió "desórdenes psicológicos" de los que ya se ha recuperado y que según él han sido "verificados" por "muchos" informes médicos.
[Fuente: Estrella Digital, Madrid, Esp, 24may06]
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