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25oct05
Los hijos pródigos de Bettino Craxi.
La diáspora socialista en Italia cuenta desde el domingo con otro partido errante. El Nuevo PSI, pequeña formación surgida de la descomposición del Partido Socialista Italiano del difunto Bettino Craxi, ha protagonizado este fin de semana un delirante congreso -en el que de los insultos casi se llegó a las manos- para decidir su estrategia ante las elecciones generales del 2006. Disyuntiva: permanecer en la coalición de centroderecha del primer ministro, Silvio Berlusconi, como hasta ahora, o pasarse a las filas del centroizquierda que lidera Romano Prodi. Abanderaba con cautela la opción berlusconiana el secretario y cofundador del partido, Gianni De Michelis, y apostaba por la ruptura el otro cofundador, Bobo Craxi, hijo de Bettino Craxi. Resultado: en medio de una fenomenal bronca televisada en directo, el Nuevo PSI se escindió. Bobo Craxi y los suyos, por un lado, y De Michelis y compañía, por otro, reivindican ahora la legitimidad de su respectivo liderazgo del Nuevo PSI, mientras se vaticina una lucha cainita en los tribunales por el clavel rojo, símbolo ancestral del socialismo italiano.
Escribió una vez el insigne periodista Indro Montanelli que los socialistas italianos "llevan el congreso en la sangre", entendido como un evento asambleario en el que se podía esperar que volaran sillas. Los militantes pro-Bobo y pro-De Michelis estuvieron tan al límite del encontronazo físico que el domingo por la tarde la policía se personó en el palacio ferial de Roma, por si la situación degeneraba. No fue así, pero en un contexto farsesco se produjo una alucinante escisión en un partido ya de por sí pequeñísimo.
Según los sondeos, el Nuevo PSI -fundado en el 2001 por Bobo Craxi y el ex ministro Gianni De Michelis- obtendría en las elecciones del 2006 poco menos del 1% de votos, porcentaje similar al que lograría su hermano del centroizquierda, el SDI (Socialistas Demócratas Italianos), otro vástago del socialismo histórico. Bobo Craxi aspira a un pacto de ambas ramas con el Partido Radical -de difícil definición- por una alianza laico-socialista-radical. Los sondeos dan al Partido Radical entre el 2 y el 3% de votos, así que todos juntos apenas llegan al 5%, razón por la que De Michelis, más indeciso que berlusconiano, dudaba de la oportunidad de marcharse del centroderecha tan pronto.
El factor familia también ha contribuido al tumulto. Bobo Craxi -en realidad, se llama Vittorio- opta por el centroizquierda, mientras que su hermana Stefania, líder de la asociación Joven Italia, se federará con Forza Italia, el partido de Berlusconi. La sombra del padre se proyecta sobre los hijos pródigos. Bettino Craxi (Milán, 1934-Hammamet, Túnez, 2000), primer ministro, amigo y mentor de Berlusconi, huyó de la justicia a inicios de los años noventa ante las acusaciones de corrupción de los magistrados de Manos Limpias. El entonces empresario Silvio Berlusconi le había financiado con donativos y, en vista de las elecciones del 2001, acogió en su seno al Nuevo PSI de los hijos de Bettino. Le iba de perlas integrar al socialismo craxiano en el centroderecha para llamar así comunista a todo lo ubicado más a la izquierda. Cinco años después, el Nuevo PSI son dos, y va cada uno por su lado.
[Fuente: La Vanguardia, Barcelona, Esp, 25oct05]
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