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03sep08
Confirman vínculos de Forza con narcos
El misterioso Sebastián F., nombre grabado en la agenda de los teléfonos celulares secuestrados a los presuntos líderes de la red de narcotraficantes mexicanos que habían instalado un laboratorio de drogas sintéticas en Ingeniero Maschwitz, es, efectivamente, Sebastián Forza, una de las víctimas del triple crimen en General Rodríguez.
Así lo confirmaron ayer a LA NACION dos fuentes de la investigación. Uno de esos informantes agregó que Forza, de 34 años, se había comunicado por medio de su radiotransmisor con Luis Tarzia, de 61 años, procesado con prisión preventiva, señalado como presunto gerente local de aquella red de narcos.
"La conexión de Forza con Tarzia está probada", afirmó una fuente con acceso al expediente. Además el número telefónico del misterioso Sebastián F. estaba en la lista de contacto del teléfono de Jesús Martínez Espinoza, un ciudadano mexicano que está prófugo y que es señalado como el líder de esa red de traficantes.
Anoche, el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, negó haber recibido amenazas como consecuencia de la acción policial en esa provincia para combatir la droga.
Por otra parte, se supo que ayer un abogado se presentó en el juzgado federal de Zárate-Campana, a cargo del magistrado Federico Faggionatto Márquez, para adelantar que el renunciado funcionario de General Rodríguez Manuel Poggi se entregará en las próximas horas.
Poggi está prófugo, acusado de tener vinculaciones con los narcos mexicanos. El fue quien alquiló el depósito en General Rodríguez donde los narcotraficantes depositaban la efedrina comprada en laboratorios y droguerías.
Ahora la Justicia intenta determinar la responsabilidad de los laboratorio, farmacias y droguerías en la comercialización de la efedrina secuestrada en poder de los narcos mexicanos.
Anoche detectives de la Delegación de Investigaciones del Tráfico de Drogas Ilícitas de Zárate-Campana, al mando del comisionado Honorio Rodríguez, allanaron una droguería, una farmacia y la oficina de un despachante de aduana en busca de documentación sobre la ruta de la efedrina.
El jueves pasado los investigadores habían allanado el laboratorio Unifirma SA, uno de los mayores importadores de efedrina de la Argentina. Se presume que esa sustancia fue comprada por los mexicanos por medio de intermediarios a esa droguería.
Los allanamientos, explicaron fuentes del caso, tratan de determinar si existe responsabilidad de los laboratorios, farmacias y droguerías en la instalación de la "cocina" de droga sintética descubierta en julio pasado en Ingeniero Maschwitz. Allí fueron detenidos Tarzia y nueve ciudadanos mexicanos.
Con el análisis de la documentación secuestrada en los distintos allanamientos, los investigadores determinarán los pasos por seguir, y no descartan que se producirán detenciones.
Hoy debería declarar como testigo Gabriel Abboud, miembro de la Subsecretaría Técnica de la Sedronar. La intención del juez Faggionatto Márquez, dijeron fuentes del caso, es conocer los mecanismos de control en la comercialización de los precursores químicos como la efedrina.
Si bien la efedrina es importada por laboratorios autorizados, después, por medio de intermediarios, llega a los narcotraficantes.
"Ciento por ciento pura"
Ayer, el juez Faggionatto Márquez confirmó que en los tambores secuestrados en el galpón alquilado por Poggi "había efedrina ciento por ciento pura", sostuvo el magistrado. Además, los tambores secuestrados, de color marrón, eran similares a los encontrados en Ingeniero Maschwitz.
"Poggi me alquiló el galpón para depositar aceite vegetal", dijo a LA NACION Osvaldo Carrizo, el propietario del depósito.
También se supo que otro nombre, Manuel (todo indica que se trataría de Poggi), estaba anotado en los contactos telefónicos de Tarzia y de Martínez Espinoza.
Una vez que Poggi esté detenido, los investigadores intentarán llegar a todos los eslabones que aún falta descubrir con relación a la banda de narcos.
Como informó LA NACION en su edición del sábado, una de las hipótesis de los investigadores del triple crimen en General Rodríguez es que Forza vendió efedrina adulterada a los narcos mexicanos.
Martínez Espinoza decía que tenía una fábrica de ropa y calzados de cuero. Los investigadores sospechan que la intención era sacar la efedrina y las dosis de mentafetaminas camufladas en suelas de zapatos o en vestimenta de cuero.
[Fuente: La Nación, Bs As, Arg, 03sep08]
Informes sobre corrupción y crimen organizado
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