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26ago11
Empresarios reclutaban gendarmes para traficar
El juez federal de Orán, Raúl Juan Reynoso, solicitó la captura internacional de un narco uruguayo prófugo, que estaría sindicado como el cabecilla de una banda de “narcoempresarios” que reclutaba gendarmes para traficar cocaína y burlar de esa manera los controles de esa fuerza sobre las rutas argentinas.
La banda fue descubierta el domingo 19 de junio de este año, cuando en un control fijo que Gendarmería Nacional tiene en el acceso a la localidad de Aguaray, en el norte salteño, se incautaron 966 kilos de cocaína, cuyos “ladrillos” eran llevados ocultos en el doble techo de un utilitario que provenía de la localidad salteña de Salvador Mazza, fronteriza con Bolivia, donde la carga fue acondicionada en un taller de chapa y pintura.
En la ocasión, fueron detenidos los gendarmes Roberto Julián Gamarra (25) y Emanuel Guillermo Mondaca (28), y su hermana Claudia Rosana Mondaca, quienes viajaban en el utilitario hacia Buenos Aires cargados con ropas recientemente compradas en Yacuiba, Bolivia.
Al pedido de captura internacional de un poderoso empresario uruguayo (cuya identidad no trascendió) ordenado por el juez de la causa, se le suman las detenciones en la ciudad de San Pedro de Jujuy, de otro empresario (ligado a la venta de automotores y propietario de un boliche bailable) y de un gendarme retirado.
Además, en Rosario (Santa Fe), se detuvo a otro gendarme que presta servicio en un escuadrón de esa ciudad, mientras que en la provincia de Corrientes cayó una mujer policía que sería pareja o esposa de uno de los gendarmes detenidos en Salta con el cargamento de 966 kilos de cocaína.
Tras los allanamientos, donde se recavaron datos importantes para la causa “narcoempresarios”, el juez Reynoso amplió la carátula, que en un comienzo fue por narcotráfico a “supuesta asociación ilícita y lavado de dinero por narcotráfico”.
Los operativos realizados en Jujuy, Rosario (Santa Fe) y Corrientes, fueron realizados por gendarmes, y mucho tuvo que ver la información recavada desde el cruzamiento de llamadas que se detectaron en los celulares pertenecientes a los tres primeros detenidos de esta causa, en la provincia de Salta el 19 de junio pasado.
Durante los allanamientos, se incautó documentación impresa, agendas y computadoras, donde había movimientos de cifras millonarias que llevaban a comprometer a los dos empresarios, tanto al jujeño detenido como al uruguayo prófugo.
El juez Reynoso ya dio parte a un grupo de profesionales (contadores, escribanos y abogados) para que realicen las pericias, que incluyen pedidos de informes a una media docena de bancos en Argentina y Uruguay , sobre el movimiento de dinero y transacciones bancarias de los imputados que habrían realizado en el país y en el exterior por importantes cifras.
El procedimiento inicial donde se descubrió la millonaria carga de cocaína (966,391 kilogramos), valuada en Europa en 40 millones de euros , fue descubierta a las 16.30 del 19 de junio en el control fijo que Gendarmería tiene sobre la ruta nacional 34, en el acceso a la localidad de Aguaray.
En ese control de rutina, el chofer del utilitario se identificó como gendarme cuando el guardia le comenzó a hacer las preguntas de rigor , al ver que el interior del utilitario iba cargado con ropas nuevas que, según dijeron los viajantes, habían comprado en las ferias bolivianas de Yacuiba.
Pero el guardia, fue más allá. Solicitó al chofer los papeles del vehículo, que habría sido alquilado en la ciudad de Metán, provincia de Salta. Fue entonces que el gendarme notó intranquilo al chofer, que al abrir la guantera para extraer la documentación dejó ver parte del arma reglamentaria de uno de ellos .
Ante esta situación, el guardia, discretamente, dio aviso a sus superiores. Después, encontraron otra arma igual.
Con la inmediata orden del juez Reynoso, los gendarmes especializados iniciaron la requisa general y subieron a un perro adiestrado al utilitario y éste comenzó a dar signos de que se estaba en presencia de cocaína, pero nunca imaginaron los gendarmes que se estaba ante el cargamento de drogas más grande detectado últimamente en la región.
Finalmente, el cargamento de cocaína fue detectado en el doble techo del utilitario, tras advertir uno de los investigadores que en la parte alta de las puertas traseras el color blanco de la pintura original difería.
Al abrir un hueco con una amoladora, aparecieron los 933 “ladrillos” de cocaína.
En el procedimiento se les secuestraron dos armas reglamentarias, que los detenidos no habían denunciado cuando pasaron por Salvador Mazza.
[Fuente: Clarín, Bs As, 26ago11]
Informes sobre corrupción y crimen organizado
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