EQUIPO NIZKOR |
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06oct07
Regresar a Colombia
Gracias a que en colombia ya no hay paramilitares, no hay guerra, Jaime Gómez —asesor de Piedad Córdoba— murió en un accidente, la guerrilla está acabada, estamos bien representados en el exterior con embajadores como Fernando Cepeda y no ha sido asesinado ningún sindicalista, es que periodistas como Gonzalo Guillén, Fernando Garavito y yo tenemos todas las garantías para regresar y vivir en Colombia.
Si lo anterior no nos convence, debemos agregar que el cartel de Medellín no tiene influencia en el Gobierno, la corrupción se acabó, las cifras del DANE son incuestionables, el Ministro de Defensa no hace falsos positivos, los políticos presos van a seguir allí hasta que cumplan su condena, Mancuso y los demás criminales van a ser extraditados, Augusto López no hace negocios desde Palacio, el ex ministro de Defensa de apellido Uribe no visitaba una amante narcotraficante en prisión, uno de los ex directores de Estupefacientes de este Gobierno no está siendo investigados por lavado de activos, las elecciones que se avecinan van a ser las más transparentes en toda la historia de Colombia, J.J. Rendón no es un sicario moral a sueldo, el Congreso es impoluto, el tercer canal de televisión se va a adjudicar con honestidad, las emisoras de radio no se les van entregar a los amigos del Gobierno, a los Nulle les han adjudicado sin influencias del secretario general de la Presidencia, los teléfonos no están chuzados y el primo del presidente Mario Uribe será acusado por el fiscal serio y autónomo que tenemos, repito, por todo eso debemos dejar el exilio.
Además, los colombianos no dejan el país gracias a que la República de Colombia nació con Uribe y, oh ironía, morirá con Uribe. ¡Viva Uribe, viva Mancuso, viva José Obdulio, viva Juan Manuel Santos!
En lugar de vivir por fuera de Colombia, nosotros los periodistas apátridas debemos sumarnos a otros periodistas (ellos sí patriotas de verdad) para hacerle eco a la información oscura que orquestan desde Palacio para desviar la atención de la información del libro de Virginia Vallejo y otras nueve publicaciones que cuentan, entre otras cosas, quién es alias El Salgareño, quiénes conformaron el grupo Los Erres y a quién le regalaron una finca junto al río Cedro.
¡Abajo la quejadera de los periodistas independientes, abajo el lloriqueo de los sindicalistas, abajo la intensidad de los intelectuales y profesores, abajo los calumniadores de las ONG, abajo tanta pedidera de Derechos Humanos, abajo esa cosa boba de la democracia!
Notícula: No entiendo el éxito del tal Facebook: abrí una cuenta y les confieso que a la semana la cancelé despavorido. Gente que jamás se atrevería a golpearle a uno a la puerta de la casa, muy campantes piden que uno sea su amigo, todo porque es a través de un computador. Además, eso es como reunirse con extraños pero en una frijolada de Olguita Duque o en casa de Bessudo.
[Fuente: Por Felipe Zuleta, El Espectador, Bogotá, Col, 06oct07]
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