19ago02
Así operan los 1.120 primeros informantes de la red creada por el Gobierno Uribe Vélez.
Son campesinos, finqueros, comerciantes y hasta amas de casa que hoy son los ojos de la Fuerza Pública en el Cesar. Ni su familia sabe que suministran información. EL TIEMPO estuvo con algunos una semana después de que el presidente Álvaro Uribe inauguró la Red.
Durante casi tres horas, hasta las 9 de la noche, esperamos al informante número 1477, a tres cuadras de su casa, en un callejón oscuro de un pueblo Cesar.
El hombre no apareció. Se dejó ver al día siguiente, a las 6:30 de la mañana.
-Qué vaina, primo, anoche me encontré con unos amigos y estuvimos celebrando -dijo de entrada con un marcado acento del interior de la costa. Tendría unos 30 años, dicharachero, de bluyin, tenis y camiseta. Nada en él hacía sospechar que se trataba de uno de los 1.120 informantes que existen a lo largo de 550 kilómetros de vías y en fincas y poblaciones del Cesar.
El informante explicó que desde hace diez días pertenece a la Red creada hace un mes la Policía de su departamento, pero que colabora desde hace varios años, reportando cualquier movimiento o persona sospechosa.
-¿Qué es una persona sospechosa para usted?
-Para mí -dice- es sospechosa la persona que no es del pueblo. Después le miro la cintura compadre a ver si lleva arma y lo miro directo a los ojos. Si me rehuye es que algo esconde-.
El informante asegura tener grabados en su cabeza unos 200 rostros de delincuentes y de guerrilleros que se ha topado en retenes instalados por las Farc o el Eln.
-Si un vendedor pasa varias veces por la misma calle enseguida llamo a la Policía... es que vea, compadre... yo tengo un don para analizar a la gente... Si un tipo se viste como 'pigua' (campesino), no sabe combinar la ropa, se pone una camisa roja con verde... y tiene rasguños en los brazos ahí mismito le analizo la cintura porque puede ser guerrillero... y si es así como agomelado (con apariencia de 'gomelo') tiene tatuajes o un arete puede ser paramilitar... esos tienen la mirada más fría...
¿Y se ha equivocado?
-Claro primo, hace como una semana vi un tipo raro y le dije a la policía del pueblo: necesito que aborden a un tipo con arrambao (con apariencia de Rambo) vestido así y asá que está por tal calle. Y ¡ram!.. lo abordan y ¡tam! el man era un soldado contraguerrilla que estaba haciendo inteligencia-, cuenta el vigilante 1477.
Pero también gracias a sus informes han decomisado carrotanques con gasolina de contrabando y capturado a hombres armados. Mientras se establece un sistema para remunerar a los informantes, la Policía del Cesar les paga con el sistema de recompensas. Por el último contrabando de gasolina que reportó, el informante número 1477 se ganó unos 100 mil pesos.
Y hace poco, cuenta un oficial de inteligencia, le pagaron dos millones al informante número 0311, cuyos datos permitieron recuperar dos furgones robados y liberar a los conductores.
El informante reportó la ubicación de los vehículos, en una trocha de San Juan del Cesar. La policía verificó los números de placas y realizó un operativo el pasado 28 de julio. Cuatro delincuentes capturados y otro muerto fue el saldo de la operación.
Un día antes, gracias a otro informante, la policía del Cesar recuperó cerca a Caracolicito un camión con 300 millones de pesos en mercancía y detuvo a tres piratas terrestres. Y el 21 de julio, en el corregimiento San Roque, efectivos policiales detuvieron a dos hombres con un carro de cemento robado horas antes. La policía dice que uno de los detenidos es el jefe de los paramilitares en Curumaní.
Estos, en opinión del coronel Orlando Páez, comandante de la Policía Cesar, son los mayores logros de la Red de Vigilantes, de la cual es fundador en ese departamento. El oficial dice que aspira a completar cinco mil informantes este año.
En otro pueblo, a orillas de una carretera, nos esperan otros tres informantes.
Se ven tensos y desconfiados a pesar de la presencia cercana del oficial de la Policía que hizo el contacto. Dos de ellos trabajan en zonas rurales. El tercero se mueve en su pueblo. Ninguno tiene radio o celular. Hasta ahora no lo han necesitado porque, aseguran, no han visto nada digno de ser informado.
El otro informante entrevistado trabaja en un restaurante frecuentado por camioneros. Su código es el 0277. Nos atiende en una mesa apartada. Habla en voz baja y examina los alrededores con evidente recelo.
-A mí me propuso que entrara a la Red un policía retirado que me conoce hace muchos años. Ni siquiera la hija mía sabe de esto. De pronto le cuenta al marido y al hombre se le puede ir la lengua, -dice.
-Aquí es berraco porque esto está lleno de 'paras'. A mí la Policía me dijo que le pusiera atención a cualquier información sobre tráfico de armas para la guerrilla, pero no he visto nada. Por aquí lo que se ve es robo de gasolina, los 'paras' se pegan al tubo y no dejan que nadie más lo haga, pero meterse con ellos es muy peligroso, -agrega.
Cada miembro de la Red debe, además, identificar candidatos para ampliar la organización, y hacerles un seguimiento durante uno o dos meses.
-Yo tengo un candidato, es un muchacho que a veces trabaja conmigo. Es un man serio, pero todavía no sé cómo será borracho. Ahí le estoy soltando pendejaditas: que salí con tal vieja o que a tal man le paso esto y le doy traguito. Si se cae con eso pues, no sirve, -dice el 1477
El informante 0277 no tiene candidatos: "Yo aquí no confío en nadie". Y agrega: "A ustedes les colaboro, nos dice al reportero gráfico y a mí, pero la próxima vez no vengan en el mismo carro porque esa placa ya la deben haber anotado y yo no quiero que me maten".
[José Navia, Enviado Especial Carreteras del Cesar del Diario El Tiempo, Bogotá, 19ago02]
Este documento ha sido publicado el 20ago02 por el Equipo Nizkor y Derechos Human Rights