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12jun11
No al TLC en Estados Unidos
Los dos más grandes sindicatos de Estados Unidos, que agrupan a más de doce millones de trabajadores, se encuentran en plena campaña para evitar que el Congreso de ese país apruebe el TLC con Colombia.
El asunto no es de mera solidaridad con los trabajadores colombianos, ni mucho menos con las desgracias que acá vivimos en materia de derechos humanos. Si bien es cierto, que este es un argumento con el cual los Demócratas presionan a Obama para que no haya tratado, más cierto aún es que dicho argumento no es el principal; siendo el verdadero que los sindicatos estadounidenses lo que buscan es proteger su propio empleo.
Los sindicalistas norteamericanos han descubierto que los tratados de libre comercio están generando el traslado de la maquila o la fabricación de sus productos en mayor cantidad a otros países, con lo cual se requiere de menor disponibilidad de trabajadores en su propio territorio, lo que genera automáticamente la pérdida de empleos y el aumento del desempleo, que hoy bordea el 7% en ese país.
El desempleo que tiene en jaque a los países tercermundistas, a otros tantos europeos y a los mismos Estados Unidos, lo convierte en el punto clave de estabilidad y de primera línea en todos los países. De ahí, que si un tratado comercial genera, así sea en mínima parte, menor utilización de la mano de obra, pues eso hace que el mismo se convierta en un punto negativo contra los trabajadores de determinado país.
Las peticiones de los trabajadores estadounidenses referentes a la violación de derechos humanos y de los más elementales de los trabajadores han sido atendidas inmediatamente por Obama, quien le ha exigido a Santos el cumplimiento de una agenda so pretexto de echar para delante el TLC, así tales exigencias no se cumplan por los mismos Estados Unidos con sus propios trabajadores. La agenda ha sido aceptada dócilmente por el gobierno colombiano, acostumbrado como está a aceptar cualquier violación de la soberanía nacional.
Las peticiones referentes a la pérdida de empleos aún no tienen respuesta. Este temor de los trabajadores norteamericanos es el que se ha traducido en una amenaza para Obama y el partido Demócrata, pues un fracaso en las siguientes elecciones los llevaría a la pérdida del control político en los distintos estados de la Unión.
Con mayor razón las protestas de la CUT en contra del TLC con Estados Unidos, pues si allá se pierden empleos, con mayor proporción se pierden acá, en el que la quiebra de la pobre producción nacional botará a la calle a centenares de miles de trabajadores. Ellos allá y nosotros acá contra el TLC.
[Fuente: Por Jorge Iván Cuervo R., Crónica del Quindío, 12jun11]
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