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abr12
Carta abierta de ASONAL judicial Bucaramanga
CARTA ABIERTA A LA JUDICATURA
AUTONOMIA E INDEPENDENCIA JUDICIAL, GARANTIA CONSTITUCIONAL A LA QUE NO SE PUEDE RENUNCIAR SI QUEREMOS CONSTRUIR PAIS.Nos remontamos al año inmediatamente pasado, en el que en Semana Mayor, debiera atender turno de HABEAS CORPUS, porque así lo decidiera la Sala Administrativa del Consejo Seccional de la Judicatura. Debí en ella, ocuparme de decidir una Acción Constitucional impetrada por el hijo de JOSE MARBEL ZAMORA, alias "CHUCHO" a favor de su padre y quien en libertad había pertenecido a las FARC. Decidí con dos actuaciones que fueron único pilar probatorio, tales fueron Inspección judicial a la cartilla biográfica de dicho interno, y declaración que se le recibiera al señor en mención, siendo único pilar probatorio por que en dicha semana, no se tuvo acceso al proceso radicado en el Juzgado Cuarto de Ejecución de Penas de Bucaramanga, por encontrarse en vacaciones la Jueza titular del mismo, así como los demás jueces de Ejecución.
Pues bien, de aquella declaración e inspección aludida, brilló por su ausencia, encontrar prueba alguna, indicativa de que en el momento de la captura, año 2008, se le informara a dicha persona, la autoridad de quien emanara dicha privación de la libertad, elemento éste estructurante de requisitos establecidos para el mohiento de la captura en el artículo 303 numeral 1 del código de Procedimiento Penal; carencia de dicho requisito que llevó a que el juzgado Segundo de Menores de esta ciudad, decretara su libertad, lo que diera pie a que el Presidente Santos profiriera el célebre insulto en contra del suscrito, "manzana podrida", lo que diera lugar, a que previo el trámite de una tutela ante el Honorable Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bucaramanga, se me protegiera el Buen Nombre.
Hasta aquí, una apretada historia de lo acontecido, sin dejar de anotarles, que por mi actuación en el HABEAS susodicho y por solicitud del Presidente de la República, se inició proceso penal en mi contra, por el delito de Prevaricato, proceso del que se desprendiera decisión de "sentido de fallo", el día 14 de Agosto por parte del Honorable Tribunal Superior de Bucaramanga, de carácter condenatorio, decisión que si bien se hace dentro de parámetros de autonomía e independencia por parte de los integrantes de la sala, con todo el respeto es vulneratoria de la mía como funcionario judicial, porque la Sentencia de HABEAS CORPUS, estuvo enmarcada en derecho, sin que exista prueba alguna, que exhiba mi intención o dolo, de favorecer a JOSE MARBEL ZAMORA, motivado por elementos extraconstitucionales o legales; y menos de contrariar manifiestamente la constitución y la ley.
Esto es lo que me lleva a reflexionar, sobre el papel de la judicatura en la defensa de la autonomía e independencia judicial (Arts. 228-230 CP.), la que no debe ser vacilante ante tamaña tarea, si es que se quiere construir país, porque solo unos jueces autónomos e independientes, pueden ser garantía de ejercicio de una administración de justicia imparcial, sometida solo al imperio de la ley, dejando que la equidad, la Jurisprudencia, los principios generales del derecho y la doctrina, sean criterios auxiliares de la actividad judicial (Art. 230 CP).
En verdad, que veo con preocupación lo que está ocurriendo conmigo; y elfo, no me preocupara tanto, sino fuera, porque mis colegas viven atemorizados desde que me iniciaran dichas diligencias, también disciplinarias; hasta el punto, que la única decisión, en la que piensan, una vez avocan el conocimiento de una acción constitucional y pública de HABEAS CORPUS, es en continuar privando de la libertad, aún a costa de los principios constitucionales y legales; precisamente porque que tal proceder no los lleva a soportar una investigación y eventual sanción penal y disciplinaría. Exótico tal comportamiento, dentro de un sistema de normas, enmarcado dentro del postulado de un Estado Social de Derecho, en el que debe primar la Libertad. Difícil e inentendible la situación por la que estamos atravesando en el país, porque cada vez que el Presidente de la República se entromete en las decisiones judiciales, se activa el aparato judicial en contra de los jueces; esto, además de lamentable, porque ya el juez no mira a la Luz de la Constitución, la protección del segundo derecho después de la vida, la Libertad; sino la forma del cómo "salva su pellejo" y el de su familia, que no es otra cosa que irse por el lado, por donde sí evita ser investigado. Lamentable la situación; la privación de la libertad de manera ilegal, como muchos jueces lo están haciendo, es bienvenida, pero la búsqueda de ella con- argumentos legales y constitucionales, es sancionada. En últimas, lo que está en orden del día, es la defensa de la libertad del Juez, que se hace, atentando en algunas ocasiones en contra de muchos ciudadanos de a pie.
Y si los jueces, están atemorizados, sin haberme privado de la libertad, como va a ocurrir, en términos de pocos meses; qué diremos después que ello acontezca. Solo una posición consecuente con la guarda de la autonomía e independencia judicial, por parte de la judicatura, hará que el panorama de la administración de la justicia cambie. Entre nosotros los jueces, no podemos seguirnos vulnerando nuestros más elementales derechos; debemos ser muy celosos en ello, ya que ver en una posición jurídica contraría a la forma de cómo se pueda concebir la interpretación de la norma, un delito; sería llegar a extremos que maniatan el libre ejercicio de la reflexión, que es inherente, no solo a todo ser humano, sino también al juez como lleno de dicha condición; como van las cosas, dice uno de mis colegas, lo mejor es borrar de la Constitución la figura del Hábeas Corpus, por que tal figura es inoperante y seguirá siendo, desde que no exista la espada de Damocles sobre el administrador de justicia.
Jamás pretendo, que pasen por desapercibidas las actuaciones que deshonran la administración de justicia y rayan con lo penal; ello debe ser sancionado con el mayor rigor; pero en mi caso, está de bulto, que no tengo ningún parentesco con alias "Chucho", no pidió el favor que lo dejara libre, no me ofreció dinero, ni le pedí; no recibí dinero, nunca he sido su amigo; no conozco, ni por teléfono, ni por ningún medio, a su hijo, el que impetrara la acción constitucional; y por lo tanto, como ni nada ni nadie me motivara para concederle la libertad; solo la constitución y la ley, fueron mi soporte y lo que me compeliera a hacerlo, ellas fueron mi única fuente para la decisión, como quedó sustentado en la sentencia de HABEAS CORPUS; NO SE PUEDE SEGUIR SANCIONANDO EL NO COMPARTIR UNA EXPRESION DE LA AUTONOMIA E INDEPENDENCIA JUDICIAL; por lo tanto, es tiempo todavía, honorables magistrados, colegas de administración de justicia, que evaluando juiciosamente la prueba recaudada, no cometan una injusticia pronunciando un fallo condenatorio, lo que además sentaría un muy mal precedente para toda la judicatura colombiana.
En verdad os digo, más que como jueces, como seres humanos, que tienen sus familias y su entorno social consolidado; que no me merezco, que por osado, en el cumplimiento der mi deber, pierda el empleo, deje de cumplir con mis obligaciones y sea privado de la libertad como el mayor criminal de la familia judicial. No miren esto como cuestión de humanidad o un llamado a la benevolencia, con un ser que no ha hecho más que preocuparse por mejorar condiciones prestacionales y laborales de los trabajadores judiciales. Quedaría satisfecho, si observaran sin prevención alguna, el acervo probatorio y lo relativo a la estructuración del dolo, como forma de culpabilidad, ya que en mi modesto entender, este último no sé puede deducir de mi actuación procesal.
Por último, Honorables Magistrados, contribuyamos a la tranquilidad de los demás jueces, sentando un precedente de administración de justicia, que los lleve de nuevo a ponderar de manera objetiva y enmarcada en ley, cuando sea puesto a consideración un proceso en donde está en juego el don preciado de la libertad, sin la presión de que pueden ser sancionados. No permitamos que en silencio sigan, ahí sí prevaricando, no concediendo libertades, cuando a ello hubiere lugar. Hagamos Patria, Honorables Magistrados; que sea Santander, histórico en gesta comunera, quien dé la pauta de confianza para que los jueces administren justicia, recta y cumplidamente en espacios tranquilos de sosiego y dentro de la mayor autonomía e independencia judicial.
JUAN DE DIOS SOLANO SOLANO
Presidente Asonal Judicial Bucaramanga
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