EQUIPO NIZKOR
Información

DERECHOS

24jun12


Nadie entiende nada en el caso de Sigifredo López


Se suponía que el dictamen del FBI sobre el cotejo de voces iba a definir el asunto. No fue así. El concepto de la agencia norteamericana fue favorable para Sigifredo López, pero no contundente: "El cotejo de la voz desconocida y la muestra de Sigifredo López resultaron en una probable decisión que no coincide", dice la traducción oficial. Aun así, y para sorpresa de muchos, la Fiscalía tomó la decisión de dictar medida de aseguramiento con detención domiciliaria contra el exdiputado.

La medida estaba sustentada en que, independientemente del tema de la voz y del perfil en el video, había testimonios que involucraban al exdiputado en los delitos de secuestro, homicidio, perfidia y rebelión, por los cuales había sido detenido originalmente. Los nuevos testimonios son cuatro. El primero es el de la guerrillera María Eugenia Mina, alias la Negra, que fue interrogada por la Fiscalía en enero de 2008, cuando se desmovilizó. Ella asegura que López tenía un trato preferencial, "comía mejor que el comandante", y hasta recibió a su esposa, que llegó al Timbo (Cauca) con "lentes oscuros y pañoleta negra". Según el relato de la guerrillera, ella misma hizo parte del esquema de seguridad que acompañó a López a ese encuentro con su mujer.

El segundo es el de César Salazar González, exmiembro del ELN, que dice que el comandante Camilo Cienfuegos le mandó 200.000 dólares a López para que ayudara en la fuga de un guerrillero preso, alias Julián, que efectivamente se escapó de la cárcel. Agrega que López luego se reunió con Julián y le llevó los planos de la Asamblea del Valle.

El tercer testimonio es de otro guerrillero, Edver Fajardo, alias Camilo. Este dice haber visto al exdiputado reunirse con jefes subversivos en cinco oportunidades. Sostiene, además, que le consta cómo Sigifredo en una de estas reuniones "aparece con la brillante idea de un secuestro", pero que no era para todos los diputados, sino solo para Juan Carlos Abadía. Agrega que en otra reunión les explica con una maqueta la estructura de la Asamblea del departamento. Fajardo también afirma que Sigifredo cuidó en su casa a una guerrillera, novia de un comandante, que estaba herida en un codo por un "balazo". Y dice que después de la retención de los diputados se presentó un bombardeo y que si no hubiera sido porque Sigifredo llamó al presidente Andrés Pastrana y al general Canal para que lo frenaran, habrían muerto. Pastrana ya desmintió esa versión, aclarando que nunca recibió una llamada de Sigifredo. El cuarto testimonio es el de Diego Antonio López, que estuvo en la Asamblea el día del secuestro y dice que Sigifredo "hacía señas con sus manos en señal de tranquilidad" a los secuestradores.

Todo lo anterior, en lugar de aclarar las cosas, aumentó la confusión. En primer lugar, si Sigifredo es sospechoso de delitos atroces, por qué se le dio el tratamiento benévolo de casa por cárcel. Por cargos considerados menos graves están presos, sin haber sido aún condenados, los investigados por Agro Ingreso Seguro, carrusel de la contratación, chuzadas, etcétera.

Otro elemento curioso es que, con excepción del testimonio de la guerrillera, los otros por los cuales no ha quedado libre fueron incorporados al proceso después de la detención del exdiputado. Casi todas esas versiones, de ser reales, demostrarían unos nexos de López con las Farc que darían, por lo menos, para cargos de farcpolítica. Lo que está por establecerse es si son verdaderos o ficticios, pues también hay varios testimonios de exguerrilleros de las Farc que exonerarían al dirigente vallecaucano. Además del ya conocido del guerrillero alias Santiago, que dijo que la voz del video era del comandante Jota, que dirigió el secuestro y más tarde fue dado de baja, hay dos más. Uno es el de Reinaldo Valencia, alias El Cabezón, exjefe de extorsiones y secuestros de las Farc, que acusó al abogado Gustavo Muñoz de haberle ofrecido un asilo en Suecia a cambio de que declarara contra Sigifredo. Curiosamente, dio el testimonio en que culpaba a López en 2008, es decir, por la misma época que el de la guerrillera ya mencionada que lo implica en el secuestro. El otro es del congresista Luis Fernando Velasco, que fue exonerado de acusaciones de farcpolítica y asegura que el montaje que le inventaron con testigos falsos fue hecho por el mismo combo del abogado Muñoz.

Los correos que aparecieron entre Tirofijo, Alfonso Cano y Timochenko en el computador de Alfonso Cano evidenciaron que los cabecillas de las Farc no tenían conocimiento de que López fuera aliado de ellos en ese secuestro. Algunos escépticos alegan que, dados los problemas de comunicación entre los diferentes frentes y la autonomía que cada uno tiene, no sería totalmente imposible que el entonces diputado fuera cómplice sin el conocimiento de esos jefes. Sin embargo, para un episodio que duró siete años, esa falta de información desafía la credibilidad.

También existe la posibilidad de que hubiera contactos en el pasado entre López y las Farc. Él fue alcalde de Pradera, el municipio del Valle del Cauca que, sumado a Florida, las Farc pidieron como zona de despeje después del fracaso del Caguán. El hecho de que esos dos municipios fueran seleccionados por ellos es un indicio de que esa organización subversiva tenía influencia allí. En zonas de guerra como esa, para ejercer la política, con frecuencia se requería algún tipo de acuerdo tácito con la guerrilla, tal como sucedía con los paramilitares en las regiones controladas por estos. Y la participación en política de la familia en el municipio no se acabó con el secuestro, pues la esposa de Sigifredo (durante el cautiverio de su marido) fue candidata a la alcaldía de Pradera (pero perdió). Los que ven en esta coincidencia geográfica posibilidad de nexos con las Farc agregan que no se puede deducir automáticamente que los testimonios de guerrilleros en contra de López sean falsos, pues no tendría explicación que unos subversivos quieran acabar con la vida de un hombre reconocido como de izquierda inventándole acusaciones sin motivo alguno.

La posición de López sobre su situación es que se están descartando todas las pruebas a su favor y solo se tienen en cuenta las que lo incriminan. Agrega que cuando lo detuvieron le notificaron que la única evidencia que había en su contra era el video y por lo tanto era difícil de entender la decisión de la Fiscalía de mantenerlo preso después de que esta prueba había quedado sin piso. Por primera vez insinuó que detrás de todo esto podía haber algo más que un simple error judicial. Y aunque su tono no fue agresivo, pidió un cambio de fiscal, diciendo que espera que Montealegre "ponga en la investigación a un verdadero jurista, porque no tenemos garantías procesales". El fiscal atendió su pedido y el caso quedó a cargo de la fiscal Marta Lucía Zamora, la coordinadora de los fiscales delegados ante la Corte y una de las más respetadas del búnker. Los familiares de los 11 diputados asesinados en esa tragedia, que habían compartido con la esposa de López el calvario de los siete años de secuestro, lo respaldaron.

De todo lo anterior surgen muchos interrogantes. La falta de lógica que tenía la acusación original sigue vigente. Nadie abandona el hogar, deja de ver crecer a sus hijos, ni pone a llorar a su mamá durante siete años voluntariamente a cambio de nada. Si López hubiera sido cómplice y todo fuera un montaje, la coartada más fácil hubiera sido inventarse una fuga. Los nuevos testimonios en su contra tienen elementos tanto realistas como inverosímiles como para llegar a una conclusión judicial definitiva.

También llama la atención que la tecnología norteamericana del siglo XXI no haya podido definir en forma irrefutable el tema de las voces. El dictamen del FBI da la impresión de que es casi seguro que no sea Sigifredo, pero no seguro. En todo caso, mientras se define la suerte final de Sigifredo López, no quedó muy bien parada la Dijin, puesto que la única prueba con base en la cual lo detuvieron, que era el video con la voz y el perfil, fue prácticamente anulada por unos técnicos de mucha mayor credibilidad.

La medida que ordenó la Fiscalía la semana pasada reafirma los fuertes indicios que tiene la Justicia en torno a la posible culpabilidad de Sigifredo. El fiscal sabe que en este caso se está jugando gran parte de su credibilidad. Los testimonios de los exguerrilleros que comprometen a Sigifredo tienen para la Fiscalía alto valor probatorio. A esto habrá que sumarle la conclusión definitiva sobre el cotejo de voz. Con todo este acervo probatorio se armara el caso para la acusacion que tendrá que hacer la fiscal Zamora. Pero la última palabra sobre su inocencia o culpabilidad la tendrá un juez de la república.

[Fuente: Revista Semana, Bogotá, 24jun12]

Donaciones Donaciones Radio Nizkor

DDHH en Colombia
small logoThis document has been published on 28Aug12 by the Equipo Nizkor and Derechos Human Rights. In accordance with Title 17 U.S.C. Section 107, this material is distributed without profit to those who have expressed a prior interest in receiving the included information for research and educational purposes.