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04jun05


El corresponsal de Reuters confirma que sufrió un intento de asesinato.


El corresponsal de la agencia Reuters en Colombia, el periodista William Parra, denunció el jueves que las brutales heridas que recibió el domingo 22 de mayo, que por poco le cuestan la vida, no fueron producto de un asalto de delincuentes comunes como se informó inicialmente, sino consecuencia de un atentado contra su vida.

En entrevista con emisora W radio, Parra relató cómo los atacantes lo abordaron en la vía al municipio de Sesquilé, en Cundinamarca, lo intimidaron y posteriormente lo apuñalaron hasta creerlo muerto. Según la narración, uno de los agresores lograron acercarse al periodista para pedirle que lo acercara a Bogotá, en momentos en que terminaba de almorzar con su hija y una amiga con quienes estaba de paseo.

Ya estando el agresor dentro del vehículo, Parra fue intimidado con un cuchillo. “Me dieron dos puñaladas y me dijeron ‘mire es un regalo’. La primera de las puñaladas fue la que me perforó el pulmón izquierdo”, indicó.

En su relato contó que los hombres que lo atracaron le quitaron el teléfono celular para pedir instrucciones de lo que debían hacer. “Me decían ‘mire, nosotros no queremos hacer esto pero nos toca(...) que pena con usted pero pues la situación nos ha llevado a esto’ “.

Aseguró que cuando lo llevaban por una carretera en la vía Sesquilé, su carro comenzó a presentar fallas mecánicas, pero la gente en la población no lo ayudaba porque lo hicieron pasar como un borracho. “Andamos una hora y media más hasta un sitio, un barranco.

Entonces ahí, antes de bajarnos, me cortaron el cuello. Tuve la pata’e cabra en la garganta todo el trayecto y ya venía lastimado. La última puñalada fue en el cuello, ahí me cogieron cuatro puntos y según el médico quedó a un milímetro de la vena yugular”, dijo Parra en su crudo relato a la emisora La W.

Añadió que más tarde lo lanzaron por un barranco junto a su hija y una amiga, y tras preguntarle que si prefería que lo asesinaran a él o la niña, lo deslizaron por la hondonada. “Bueno hermano me tocó terminar esta vaina”, le decían constantemente los agresores.

La apropiación de su billetera, las tarjetas de crédito y otras cosas ocurrió al final del ataque, por lo que Parra cree que no se trató de un atraco.

“La billetera fue lo último que me pidieron, entonces pues para mi está claro que era un atentado. Hemos estado investigado con otros periodistas y me han dicho, no ese ‘man’ se salvo fue de ‘arepa’ y se quiso aparentar que lo que les pasó fue un accidente, un atraco etc.”, afirmó Parra.

Luego de la partida de los dos hombres, la mujer que acompañaba a Parra lo soltó e intentaron buscar ayuda. “Seguimos rodando el barranco hasta un potrerito donde habían unas vacas, lo curioso era que yo iba como dirigiendo la expedición y no sé de donde saqué fuerzas, me estrellé con el cable de electricidad de las vacas y seguimos hasta la finca”, dijo Parra.

“La niña que fue pedir ayuda, porque yo no podía más. Después sentí en la parte alta del barranco un carro, saque fuerzas, me pare y llegue hasta la finca. Los campesinos no querían ayudar por miedo, yo le dije a un señor que me llevara al hospital que no aguantaba más. Mi amiga ya había alcanzado a llamar a la policía y una patrulla me llevó hasta el hospital de Nemocón y ahí me cogieron los puntos y me trasladaron a Zipaquirá”, dijo.

El periodista que se recupera del atentado sostiene que es un hecho que debe preocupar por la gravedad de la situación, “de todas maneras yo si creo que es un momento del país que es bastante grave. No nos podemos quedar callados, se esta atacando gente que de pronto tiene una opinión diferente. Es importante que entre nosotros haya una solidaridad y pedir justicia”, agregó.

[Fuente: El Nuevo Día, Colprensa, Bogotá, 04jun05]

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