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10oct04


Alto Comisionado de Paz dice que los jueces tendrán la última palabra sobre narcotráfico de las Auc.


Luis Carlos Restrepo, en entrevista con El Tiempo, asegura que el Congreso, por su parte, se encargará de fijar los límites al perdón y el olvido.

Por primera vez, y más de dos años después de haber comenzado su trabajo con los paramilitares, el alto comisionado de Paz, Luis Carlos Restrepo, da la sensación de que esta semana obtuvo su primer gran triunfo en la mesa de negociación de Ralito.

Restrepo dice que a comienzos de este año los jefes de las Auc "hicieron tenaza" contra él, que hubo "mucho forcejeo en su contra" y que ahora -tras una crisis en la que algunos comandantes intentaron tumbarlo- el proceso retoma el rumbo.

Todo, gracias al anuncio hecho el jueves por los paramilitares de que dejarán las armas entre noviembre y diciembre al menos 3.000 de sus hombres -entre ellos los jefes Salvatore Mancuso e Iván Roberto Duque, 'Ernesto Báez'- "sin contraprestaciones".

El alto funcionario en entrevista con El Tiempo habla de lo que se viene en la negociación, dice que el Gobierno les perdonará a las Auc el delito de concierto para delinquir y que serán los jueces quienes decidan si el narcotráfico puede ser considerado conexo con este y, por otra parte, el Congreso, el encargado de definir otros beneficios.

Asimismo, plantea que el hecho de que exista el cese de hostilidades y de que los paramilitares lo violen, le sirve al Gobierno como instrumento de presión política en la mesa.

Confirma que Salvatore Mancuso fue quien filtró las grabaciones de reuniones, que la supuesta infiltración de los paramilitares en la Casa de Nariño no fue de un solo funcionario y que se sustrajeron documentos de su oficina.

Un proceso que solo propone la desmovilización sin construir alternativas sociales para esas regiones ¿puede ser exitoso? ¿Se corre el riesgo que estos combatientes se vuelvan a armar y trabajen para el mejor postor?

Lo que hay que hablar con los ilegales tiene que ver con las armas y con su reincorporación a la civilidad. El camino militar simplemente sería montar operativos para acabarlos o capturarlos, el camino del diálogo es "ustedes voluntariamente pueden dar el paso".

¿Es un sometimiento?

Aquí ha habido una confusión, aquí llaman negociación política sentarse con ilegales a negociar la agenda política de la Nación y se les termina cediendo el indulto por delitos atroces. Eso es atávico, eso era de épocas bárbaras, cuando los dictadores justificaban sus crímenes en nombre de la seguridad nacional y los guerrilleros justificaban sus crímenes porque luchaban por la justicia social. Aquí la negociación es para acceder a la política, que es distinto a negociación política. Hay delitos que podemos perdonar, como la rebelión o el concierto para delinquir. De ahí para adelante ningún delito atroz puede ser perdonando.

Pero el afán de desmovilizar, sin una ley aprobada, puede llevarnos a que al cabo de unos meses tengamos 3.000 desmovilizados que sin otras propuestas pueden volverse a reciclar en la violencia...

Yo vengo preparando la desmovilización desde finales del año pasado. Tengo los recursos disponibles de manera inmediata.

¿Cuánto y para qué?

No quisiera dar datos porque lo usarían en la mesa para ponerme contra la pared. Tengo los recursos para este año y estamos tramitando ante el Congreso los recursos para el año entrante. Les podemos ofrecer a los desmovilizados durante 18 meses unas condiciones básicas, un apoyo en educación y en salud, para que se mantengan mientras se vinculan a un proceso productivo. Los que tengan problemas con la justicia tendrán que responder ante la justicia.

¿Cómo va hacer para que no vuelva a suceder lo de Medellín que reclutaron a última hora pandilleros para mostrar mucha tropa desmovilizada y hoy siguen ejerciendo control en comunidades?

Lo de Medellín es sui generis y no nos preocupa tanto porque creemos que eso tenía que ser así. Una serie de bandas que le servían a la guerrilla desde años atrás, fueron cooptadas por las Auc a su llegada. Para nosotros humanamente el proceso es válido, porque les hemos ofrecido a esos muchachos una alternativa de reincorporación. Esperaban que el Gobierno les perdonara todos los delitos (violación, atracos, etc.) y cuando se dieron cuenta de que cerca de 250 habían sido judicializados y que otros 28 están en la cárcel, las Auc trataron de acorralar políticamente al Gobierno y decían públicamente que lo de Medellín era un fracaso. Yo le respondí a Mancuso: "no sea irresponsable, usted no conoce la realidad de esos muchachos". En otras zonas es distinto, en otras zonas no se da esa confusión.

Es cierto que existen sombras; se habla de un bloque 'Héroes de Granada', que está bajo el mando de 'Adolfo Paz' y según la gente está detrás de los desmovilizados; yo les he dicho en la mesa que tienen que desmovilizarlo de inmediato.

¿Qué les responde a quienes insisten que el Gobierno está negociación también con el narcotráfico?

No niego que las autodefensas tengan compromiso con el narcotráfico, las Farc también lo tienen. 'Sonia', una comandante importante de las Farc, tiene un proceso por narcotráfico de alto turmequé. Pero hay criterios sociológicos para diferenciar: un miembro de Auc tiene que ser reconocido históricamente en las regiones, por los organismos de inteligencia y por la opinión como una persona que ha estado en una actividad antisubversiva, según ellos, o que uno puede calificar de pretender arrebatarle el monopolio de la fuerza y de la justicia al Estado. Así 'Sonia' tenga un proceso por narcotráfico, no se puede negar que cumplía también labores en una organización guerrillera. La opinión conoce el recorrido de quiénes son unos y quiénes son otros, eso hay que mirarlo con lupa.

Si se aplica ese criterio ¿Víctor Mejía, 'Pablo Arauca', o Francisco Javier Zuluaga Lindo, 'Gabriel Galindo', no van a ser favorecidos con los acuerdos?

No quisiera adelantarme a los hechos. A 'Pablo' Mejía lo encontré desde el primer día en la mesa de negociación como jefe del bloque 'Vencedores de Arauca' y a 'Galindo' también me lo encontré desde el primer día en la mesa. Como Comisionado no puedo decir más. Si se toma alguna otra decisión no está en mis manos. Jamás hemos ofrecido que vamos a perdonar el delito de narcotráfico, el Ejecutivo no perdona delitos excepto el de rebelión o concierto para delinquir, todos los demás tendrán que ir a jueces y serán los jueces los que tomen decisiones al respecto.

Entonces, ¿no les va a resolver esos líos jurídicos?

No, el Gobierno jamás ha planteado que sea una negociación para resolver esos líos. Se necesita un marco jurídico que debe tramitar el Congreso específicamente para delitos atroces y cuando estén esos criterios las personas que hayan hecho actos significativos para consolidar la paz según el proyecto que nosotros tenemos podrán ir a un tribunal especial que valorará la pertinencia de estos gestos de paz y decidirá si les ofrece algún tipo de beneficio definido por el Congreso. El gobierno pasado se sentó a negociar con las Farc y con el Eln y nadie habló del marco jurídico. Todos esos señores estaban comprometidos en delitos atroces y nadie preguntó qué iba a pasar con ellos.

¿El concierto para delinquir incluiría homicidios?

La conexidad la califica individualmente el juez. La Corte Constitucional estableció que el homicidio no era conexo ni con el delito de rebelión, ni con el concierto para delinquir. Para mí es una buena jurisprudencia, porque antes se hablaba del homicidio político y eso se perdonaba como si matar por ideas políticas fuera justificable. La ley establece de manera taxativa en cuáles casos no hay conexidad, por ejemplo, el homicidio fuera de combate, con sevicia, el secuestro, los actos de terrorismo, no pueden ser conexos, sin embargo hay un margen todavía de interpretación del juez.

¿Y se va a dejar ese margen de interpretación?

Hace parte de la tradición jurídica de las democracias o si no los jueces serían simplemente notarios. En principio, no nos interesa ampliar interminablemente las conexidades.

¿Hay posibilidad de que el narcotráfico se considere conexo con concierto para delinquir con el argumento de que se usó para financiar una guerra antisubversiva?

No sé. Alguna vez un documento de un asesor de las Auc planteó eso, pero no tenemos ningún interés en avanzar en ese sentido. Es claro que el indulto se otorga por el hecho de pertenecer a una organización armada ilegal, los delitos que se cometan antes o después quedan en manos de los jueces.

¿Qué van a hacer para brindar seguridad en las zonas donde los 'paras' se van a desmovilizar?

La oficina viene estudiando con el alto mando militar los modelos de seguridad para esas zonas. La gente teme que haya retaliaciones de la guerrilla y eso es factible, la guerrilla puede tratar de hacer masacres, pero nos queda claro que esos son riesgos que hay que asumir desde la democracia y ya estamos preparados.

Una hipótesis sobre la desaparición de Castaño afirma que él se había vuelto un poco incómodo para las Auc porque estaba prácticamente entregado al Gobierno, no hacía mayores exigencias y quería desmovilizarse. El anuncio que hicieron las Auc pareciera el esquema Castaño ¿Ellos han tenido que resignarse?

El asunto Castaño es muy complejo. Cuatro días antes de su desaparición me mandó un correo electrónico donde reitera que está dispuesto a desmovilizarse de manera inmediata, consideraba que las Auc habían llegado a su fin. Pero por otro lado, él había ido perdiendo capacidad de dirección, sus métodos eran muy autoritarios y eso creaba fricciones en el grupo. Sin embargo, yo no puedo decir exactamente que eso fue el motivo de su desaparición. Lo cierto es que a comienzos de este año las Auc sí asumieron frente al Gobierno y frente a mí en la mesa una actitud de mucho forcejeo y me hicieron saber que no iba a haber más desmovilizaciones mientras no existiera un marco jurídico, un pacto público de no cárcel y no extradición, además de una agenda política.

¿Por qué las Auc terminaron cediendo en el tema de la desmovilización masiva? ¿Hay alguna otra condición de por medio?

El acuerdo firmado el 15 de julio del 2003 lo dice todo (desmovilización y el compromiso del Gobierno a la reincorporación a la vida civil). Que después ellos trataron de desconocerlo fue otra cosa. Ya volvimos al marco de ese acuerdo.

Pero, en todo caso, da la impresión de que el Gobierno ha dejado pasar ciertos temas gordos en la mesa. Por ejemplo, la violación del cese de hostilidades, la identidad de todos los negociadores y la suerte de Carlos Castaño...

La declaratoria del cese de hostilidades es política, es una muestra de buena voluntad que permite abrir el proceso de negociación y lo que a mí me corresponde como Comisionado es cobrar en la mesa el incumplimiento al cese de hostilidades. Si hoy prácticamente el único punto de la agenda es la desmovilización, es porque hemos cobrado el incumplimiento de esa palabra. Tanto el día de la inauguración de la zona de ubicación, como en la visita de las autodefensas al Congreso, ellos no tenían como punto central la desmovilización. En este momento ese es el punto central de la mesa de negociación. En otros procesos, por ejemplo, el Eln hizo un secuestro masivo pero como no había compromiso de parte de ellos de cese de hostilidades el Gobierno no podía cobrar eso políticamente en la mesa. El Gobierno ha salido fortalecido de cada crisis y cada vez le queda más claro a la opinión cuál es esa posición. En cuanto a las identidades, el Gobierno sabe quienes están sentados en la mesa, ellos hicieron público hace unos días un documento donde ratifican quiénes son.

Pero la mayoría son simples alias...

El Gobierno conoce las identidades de quienes están sentados en la mesa. La plena identificación no me corresponde, pero el Gobierno y sus organismos de inteligencia tienen esa información y por supuesto, tengo acceso a ella.

¿Y el caso Castaño?

Que las Auc le hayan dicho al Gobierno que Castaño como que se fue de paseo o se autodesapareció es insatisfactorio. No tenemos ningún tipo de evidencia sobre su muerte, pero lo cierto es que Castaño desapareció con toda su escolta en una zona con fuerte presencia de las Auc. Les he dicho que se han vuelto tan peligrosas -con lo que le pasó a Castaño y a Arroyave-, que ni siquiera están seguros en las zonas donde hacen presencia.

¿Con las filtraciones sobre le negociación, perdió capacidad de negociación?

Por lo menos sí de persuasión. De auscultar los intereses del otro, porque se tiene que actuar como autoridad inflexible. Se pierde lo que llamaba John Agudelo Ríos la capacidad de entender que es lo que quiere el otro. Yo asumo que a partir de ahora todo es público.

¿Significa un quiebre? ¿Todo lo va a hacer público?

Todo es público de ahora en adelante. El Gobierno no tiene nada que esconder.

Pero también ha habido filtraciones de personas que trabajan con usted. Se habla incluso de la salida de tres funcionarios...

Sí. Detectamos problemas de filtración no solo hacia las Auc, también hacia la guerrilla, parece ser que esta oficina resulta apetitosa. Creo que hemos superado esas dificultades. Se tomaron decisión administrativas, más de tipo preventivo.

¿Es cierto que se perdió una carpeta con importantes documentos? ¿Uno de ellos al parecer es la carta que envió 'Jorge 40' a su oficina y que se ha usado para poner en tela de juicio al viceministro de Defensa Andrés Peñate?

Sí es cierto que se han perdido algunos documentos.

¿Contraproducentes para el proceso?

No. Le he aprendido del Presidente: cuando uno trabaja en la administración pública todo lo que uno haga debe hacerse con el criterio de que algún día será público, entonces yo no tengo nada que esconder, ni la oficina.

Sobre la división Mancuso y 'Báez' y el 'fantasma' Vicente Castaño.

Se han evidenciado divisiones internas entre las Auc, un Mancuso como su mayor contradictor en la mesa y un 'Ernesto Báez' como su aliado...

No plantearía las cosas de manera tan simplista. Ellos tienen más identidades y más convergencia entre ellos de las que puedan tener con el Gobierno. El país se dio cuenta -por el interés del mismo Mancuso- que había divergencias y tensiones en la mesa porque he sido muy contundente y claro frente a ciertas actitudes de Mancuso que no considero correctas. Sin embargo, para mí es claro que él es el comandante de ellos. Fui gran impulsor de la mesa única -una apuesta muy arriesgada porque en determinado momento cuando se unificaron empezaron a hacer tenaza contra mí- porque de lo contrario era una locura negociar, yo negociaba con el uno y cuando llegaba a donde el otro el otro ya trataba de imponer otras condiciones. De no ser porque Mancuso quiso dar a conocer al país las dificultades de la mesa, no se las hubiera hecho conocer, por lo menos no ahora sino después cuando se contara la historia de este proceso.

¿Y cuál ha sido el papel de Vicente Castaño?

Nunca ha estado en la zona de ubicación. Lo he visto en unas tres reuniones antes de que se inaugurara la zona. Todo parece indicar que es un hombre al que respetan muchos las autodefensas y le consultan.

¿Y qué ha pasado con el bloque 'élmer Cárdenas', el de Urabá, que no está en la negociación?

Hicieron un contacto hace unas semanas.

[Fuente: El Tiempo, Bogotá, Col, 10oct04]

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