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05dic04
Rodríguez Orejuela es el mayor capo colombiano llevado a la justicia.
Luego de años de intentos fallidos, la justicia de Estados Unidos está lista para sentar en el banquillo de los acusados a quien consideran el más importante jefe del narcotráfico que haya caído en sus manos: Gilberto Rodríguez Orejuela.
Ni las afecciones cardíacas fueron suficientes para evitar que Rodríguez, conocido como El Ajedrecista, emprendiera el camino de la extradición, que en lo corrido del gobierno de álvaro Uribe han hecho más de 235 personas.
Y la fecha finalmente fue el pasado viernes 3 de diciembre, cuando fue sacado de la Penitenciaría La Picota de Bogotá y en medio de un espectacular operativo de seguridad, entregado a la DEA a la 9:13 minutos de la noche en el Aeropuerto de Catam.
Y es que no se trata solamente de purgar una nueva pena, que incluso podría llegar a los 30 años de prisión, que sería una cadena perpetua para un hombre de 64 años de edad.
Para todos los extraditados, dependiendo en buena medida de sus condiciones económicas, se trata de enfrentarse a un idioma diferente, estar lejos de la familia y bajo un sistema carcelario considerado como uno de los más estrictos del mundo.
Los procesos.
Rodríguez Orejuela se enfrenta a dos procesos, en cortes de Nueva York y La Florida. Los cargos están contenidos en sendos 'endiments' -una especie de resolución de acusación- que previamente fueron avalados por jurados populares.
A cualquier colombiano extraditado a E.U. le espera un duro tránsito que empieza con su confinamiento provisional en una cárcel de alta seguridad, mientras se adelante el juicio.
Luego tiene que presentarse ante el 'Gran Jurado' a responder por los cargos que se le imputan. El juez y el Gran Jurado fijan la fecha para un juicio netamente oral, que tiene unos términos perentorios que casi nunca se cumplen. Así, la audiencia final puede tardar, en promedio, año y medio.
Al igual que en cualquier sistema procesal penal garantista, el acusado puede nombrar su propio defensor de confianza. Si esto no es posible, la Corte le designa un defensor público.
Esta opción es un sueño para la mayoría de colombianos detenidos, por lo menos en E.U., pues los costos de una asesoría legal se cuentan por decenas de miles de dólares.
Pero no es sólo asunto de costos. El Departamento del Tesoro prohibió a los abogados estadounidenses recibir dinero de personas que estén en la llamada 'Lista Clinton', como es el caso de Rodríguez. Por eso, extraditados que pueden pagar su defensa tienen serias dificultades.
La sentencia se dicta con base en tablas predeterminadas "según la naturaleza del caso y la alarma social que cause el delito", explica el ex vicefiscal Francisco José Sintura. Generalmente se purga en una prisión de máxima seguridad "y sin derecho a nada, a menos que haya existido un arreglo", agrega el jurista.
Los acuerdos entre los gobiernos señalan que el extraditado no será juzgado por un delito no contemplado en la legislación nacional y que la condena debe homologarse a lo dispuesto en los códigos del país. Pero esa condición no siempre se cumple, pues se han presentado condenas de más de 50 años de cárcel contra colombianos.
A esto se suma que el régimen penitenciario en Estados Unidos es implacable con personas vinculadas a delitos de narcotráfico y terrorismo. Así, hay 'condenas' dentro de la condena: media hora diaria de sol, incomunicación por largos períodos, grabación de las conversaciones y abogados, hacinamiento, celdas con muros fortificados, uso de cadenas y grilletes y visitas una vez al mes hacen parte del catálogo de castigos.
Justicia que negocia.
Con esta perspectiva, los arreglos son más que frecuentes. El pragmatismo de la justicia de E.U es tal que incluso grandes delincuentes tienen la posibilidad de eludir la cárcel, si colaboran eficazmente con la justicia. El mecanismo es conocido como 'inmunidad transaccional'.
Esta inmunidad significa no ser investigado y juzgado -'cero cárcel'- a cambio de delatar a otros delincuentes, declararse culpable de todos los cargos, pagar impuestos según el monto de la fortuna ilegal, entregar bienes y narcorrutas.
La negociación con Rodríguez, que seguramente se dará, será de palabras mayores. La justicia estadounidense aspira a que las cortes federales confisquen 2.100 millones de dólares -no precisaron si en cuentas bancarias o bienes-, la cantidad que consideran se manejó en la conspiración de lavado de dinero que dirigió Rodríguez.
Ayer Rodríguez pasó su primer día en una prisión de Miami, ciudad que está a la expectativa, sobre todo, tras las palabras del fiscal federal para el sur de la Florida, Marcos Daniel Jiménez, quien dijo ayer que Rodríguez es "la figura del narcotráfico de más alto nivel en ocupar jamás una celda en una prisión estadounidense".
El capo contará en su contra con los testimonios de 16 personas, ocho de ellas bajo identidad de reserva.
Aunque Rodríguez será defendido por un litigante experto en este tipo de casos, José Quiñón, quien también actuó como defensor de Fabio Ochoa, quien fue condenado a 25 años de prisión, sus posibilidades de salir con éxito son bastante relativas. No sólo por la gravedad de los cargos sino porque su defensa se verá limitada por el aparato judicial de E.U. que estará encima del caso, deseoso de condenar al más grande narcotraficante jamás juzgado en ese país, por lo que para él su nueva pesadilla será la del juicio final.
[Fuente: El Colombiano, Medellín, Col, 05dic04]
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