15mar01
Estados Unidos Comienza los trabajos para convertir la Base de Manta en el centro logístico del plan militar en Colombia.
Manta, Ecuador--El Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los Estados Unidos cerrará el aeropuerto local en pocos días por trabajos de renovación de $65.3 millones, añadiendo así nuevos elementos al amargo debate acerca del papel de Ecuador en el combate regional en contra del tráfico de drogas.
Oficialmente, el gobierno dice que la pista no es más que una "estación de servicio" para varios aviones espías de los que usa el Pentágono para monitorear vuelos clandestinos con drogas en los Andes, pero muchos aquí lo ven como una amenaza para la soberanía nacional que puede arrastrar a Ecuador aún más la guerra anti droga de la región.
"La base representa una provocación y nos involucra en un problema que no es nuestro" dice el Vicepresidente Antonio Posso, segundo cargo más importante en el Congreso, cuyo partido izquierdista Pachakutik llevó a los tribunales la operación Manta.
"Estoy de acuerdo en que necesitamos hacer nuestra parte para controlar el tráfico de drogas, pero tememos que la base pueda ser usada contra las guerrillas (Colombianas)", dijo Posso. "Podemos estar viendo ya las represalias".
Aunque el acuerdo de Manta claramente prohíbe que la base sea usada para actividades que no consistan en la vigilancia del tráfico de drogas, esto no ha impedido que la fuerza guerrillera más grande de Colombia, la izquierdista FARC, tachara este acuerdo de "declaración de guerra".
Y aunque pocos culpan a la operación Manta, hay indicios de que las guerrillas colombianas han incrementado sus operaciones en esta pequeña nación Andina de 12.5 millones.
Los Estados Unidos han venido usando el aeropuerto de Manta para reponer combustible y para el mantenimiento de sus aviones P3 y C130. Pintados simplemente en gris, los aviones están fuertemente equipados con el más sofisticado equipo de vigilancia que les permite monitorear los caminos, el mar y las rutas aéreas para detectar a los traficantes de drogas que envían una cantidad aproximada de 587 toneladas métricas de cocaína, anualmente, fuera de su región, principalmente de Colombia.
Cuando la mejorada y extendida pista reabra en Octubre, tendrá capacidad para asumir aviones de vigilancia AWACS, más pesados y potentes, y aviones KC-135, que pueden abastecerlos en vuelo. Se construirán también cuarteles para los 250 hombres de servicio que son necesarios para poner en funcionamiento y dar servicio a la flota.
Los aviones, junto con otros en las bases del Caribe y El Salvador, son los ojos en esta guerra contra las drogas. Cuando descubren una actividad sospechosa, transmiten mensajes a través de la base en Key West a los países involucrados. Depende entonces del servicio militar de cada país el detenerla o llevar a cabo una captura.
Durante décadas Ecuador se las ha arreglado en gran medida para evitar los problemas de sus vecinos con las guerrillas o la droga. Basándose en algo más que una política neutral, ambas partes de las guerrillas, derechistas e izquierdistas, regularmente cruzan la frontera cuidadosamente, recurriendo a Ecuador como punto de descanso y abastecimiento.
Pero a medida de que el país juega un papel más activo en la guerra contra las drogas, esto podría cambiar, admite el comandante de la base Ecuatoriana, Col. Rodrigo Bohorques.
"El acuerdo que firmamos es para combatir el narcotráfico y no podemos hacerlo pasivamente", dijo. "Hay posibilidades de que la gente o grupos que creen verse afectados por la base, traten de hacernos sentir vulnerables a los peligros".
Según el Embajador Americano Gwen Clare, las operaciones son estrictamente para vigilancia del tráfico de drogas y la base ayudaría a controlar este problema.
"Les digo [a los oponentes] que estamos tratando de atacar un problema en su frontera que amenaza a su estabilidad" dijo.
Pero cada vez más Ecuatorianos parecen no estar de acuerdo.
"Dejar a los Estados Unidos usar el aeropuerto, es como dejar a un vecino entrar a tu patio para espiar al vecino de al lado" dijo Miguel Moran, dirigente de la organización "Tohalli", en Manta, la cual se opone al acuerdo.
"Nos estamos involucrando cada vez más en los problemas de Colombia y la base en Manta es una prueba de ello"
Un estudio de la empresa local de estadísticas CEDATOS dijo que el 65 por ciento de la población piensa que el acuerdo de Manta es una amenaza para el país. Estos temores se ven alimentados por los informes que llegan a diario del desbordamiento de la situación en Colombia.
Se han hallado laboratorios de cocaína en este lado de la frontera, el ejército se ha visto inmerso en tiroteos esporádicos con tropas irregulares, y los secuestradores han comenzado a trabajar más aquí.
[Fuente: Miami Herald - Por Jim Wyss Martes, 15mar01. Traducción al español del original en inglés realizada por el Equipo Nizkor.]
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