EQUIPO NIZKOR |
|
26may05
El Gobierno Bush da por finalizado el Plan Colombia y lo
reemplaza por la Iniciativa Andina Antidroga.
Mientras empieza nuevamente la batalla de las apropiaciones en el Congreso por la financiación de la guerra de EU contra las drogas en Colombia, el gobierno Bush está afirmando "suceso" en sus esfuerzos aun cuando su plan de cinco años para barrer el tráfico de drogas, las guerrillas izquierdistas y los paramilitares derechistas colombianos entra en su sexto año con los niveles de producción de coca donde ellos estaban cuando el Plan Colombia empezó en 1999. Tres mil millones de dólares y millares de vidas colombianas después, el gobierno Bush está buscando ahora otros $700 millones para la guerra andina contra las drogas y un pequeño grupo de legisladores republicanos actuando al mando del presidente colombiano álvaro Uribe está pidiendo $150 millones más para ser usados en el aumento de la fumigación con herbicidas de los campos colombianos de coca.
Pero aunque los funcionarios del gobierno Bush desde el secretario antidrogas John Walters hasta la secretaria de Estado Condoleeza Rice hayan estado contando sus cuentos de progreso en el pantano colombiano, los críticos están señalando todo tipo de problemas en Colombia y están organizándose en un esfuerzo para persuadir el Congreso a buscar un nuevo abordaje. En las últimas semanas, los soldados estadounidenses en Colombia han sido involucrados en dos incidentes criminales, uno que involucra a tropas de EU contrabandeando cocaína a los EU, el otro que compromete a tropas de EU vendiendo armas a los paramilitares derechistas. Mientras tanto, las guerrillas izquierdistas de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) han golpeado a los militares colombianos con una serie de ataques mortíferos este año. Y el presidente Uribe está embrollado en controversia política por su esquema de dar amnistía a los paramilitares relacionados con el tráfico de cocaína y con los abusos sangrientos de los derechos humanos.
Pero el Plan Colombia y su sucesor, la Iniciativa Andina Antidroga, han sido un "suceso histórico", dijo Walters durante su aparición el 11 de mayo ante el Comité Sobre Relaciones Internacionales de la Cámara presidido por el Diputado Henry Hyde (republicano de Illinois). Las políticas de EU en la región han "mejorado mensurablemente la seguridad, la salud y el bienestar económico de las personas más afectadas por la amenaza de los narcóticos".
En total, la producción de cocaína en los Andes ha caído 29% desde 2001, dijo Walters. "Estamos yendo en la dirección cierta y estamos venciendo". En verdad, las cosas están yendo tan bien, dijo Walters, que las políticas de EU en Colombia están ateniéndose a los principios. "Las metas básicas siguen las mismas: eliminar el narcoterrorismo, promover el respeto por los derechos humanos, crear alternativas económicas y oportunidades, respetar el imperio de la ley y alcanzar la paz", dijo él.
Para lograr aquellas metas loables, dijo Walters, el programa masivo de fumigación con herbicidas en las tierras de los campesinos debe ser aumentado "al máximo". A este respecto, Walters está marchando a toda con el presidente Uribe, quien, a pesar de la intensa oposición a la fumigación dentro de Colombia, ha pedido más fondos encima y más allá de los $700 millones presupuestados en la Iniciativa Andina para intensificar la campaña de erradicación aérea.
"Si en principio no se tiene suceso, aumente", dijo Sanho Tree, analista de política de drogas para el progresista Institute for Policy Studies, que ha hecho ocho viajes a Colombia en los últimos años. "Es una debacle. Hay soldados de Estados Unidos contrabandeando drogas, otros traficando armas para los paramilitares y a pesar del aumento en la fumigación hay un aumento en el cultivo de coca este año también".
Eso es. Aunque Walters pueda afirmar que la producción total andina esté cayendo, seis años de esfuerzos de erradicación financiada por los EU en Colombia han logrado disminuir el número de hectáreas bajo cultivo de 122 mil en 1999 para 114 mil el año pasado. A pesar del número récord de todos los tiempos del año pasado de hectáreas fumigadas, las plantaciones de coca del año pasado subieron un poco en relación al año anterior. Y algunos analistas afirman que las reducciones en las hectáreas han sido ofuscadas por aumentos en la potencia de la planta.
"En términos de producción de drogas en Colombia, vimos una caída de 7% desde 1999 hasta el fin de 2004", dijo Lisa Haugaard, Directora ejecutiva del Latin America Working Group, una coalición con sede en Washington de organizaciones progresistas que está coordinando la oposición a la Iniciativa Andina. "La producción saltó en 2000 y 2001, de ahí cayó, y ahora ha culminado donde estaba cuando el Plan Colombia empezó. Eso no es mucho para alardear".
Y la campaña empieza con un precio perverso. Cuanto más los gobiernos de EU y de Colombia recurren a la erradicación aérea de cultivos de coca con herbicidas, dijo Tree, más alto se va el precio en las haciendas. "Es un programa maravilloso de apoyo del precio; está ayudando a los agricultores de coca en toda la región. Es como un subsidio involuntario de cultivos; logramos inutilizar acres suficientes para mantener el precio del bien alto. Stalin tuvo una mejor suerte con sus planes quinquenales", bufó Tree. "él cambió el curso de los ríos, pero no intentó hacer con que el agua fluyera hacia arriba".
Pero aunque Tree ridiculizó la eficacia del programa de erradicación, él no quería rebajar los efectos desastrosos que está teniendo en el campo. "Cada año la situación se pone más terrible para los campesinos", explicó él. "Fumigar los campos es un cosa terrible para hacer con los pobres agricultores en medio de una guerra civil de cuatro décadas de duración. Está alejándolos de su gobierno y llevándolos a los brazos de las organizaciones terroristas".
Aunque Walters y el gobierno Bush señalen la disminución de la violencia política --el número de personas muertas en masacres, por ejemplo, cayó de 680 en 2002 para 259 el año pasado--, el cuadro es más complicado que lo que sugieren las estadísticas oficiales. "Hubo una reducción en los asesinatos en los últimos dos años", reconoció Haugaard, "pero eso es porque el gobierno colombiano está en negociaciones con los paramilitares. La violencia ha sido reducida, pero es sólo temporal. Todavía hay violencia extremada por todos los lados", dijo ella.
También, dijo Tree, los paramilitares han aprendido algunas lecciones de relaciones públicas. "En Colombia, una masacre es definida como tres o más personas muertas, y los paras han aprendido que eso trae mala publicidad, entonces en vez de masacrar una docena de personas de una vez, ellos matan una o dos personas por noche. Parece bien porque el número de masacres está bajo, pero el mismo nivel de terror todavía existe para las personas que viven en aquellas comunidades".
Lo más perturbador, dijo Haugaard, es el resurgimiento de los militares colombianos como violadores de los derechos humanos. "Estamos presenciando un aumento de violaciones directas de los militares. La Alta Comisión de Refugiados de la ONU en Bogotá está informando un aumento en la violencia sexual y en las ejecuciones extrajudiciales relacionadas con los militares y no hay progreso en llevar la gente a la justicia. Ninguno. Cero. Los militares tienen impunidad real"."
"Esto era para acabar el Plan Colombia", dijo Haugaard. "Fue un plan de cinco años después de los cuales todos los problemas serían resueltos --las drogas prohibidas reducidas, la guerra vencida, la paz negociada, la democracia floreciendo", dijo ella, enumerando los objetivos que los defensores del plan prometieron lograr. "Claramente, esto no ha funcionado. Lo que estamos buscando es un enorme cambio, un cambio en los recursos hacia un desarrollo alternativo en vez de erradicación aérea. Es inhumano y no es eficiente. En general, necesitamos echar un vistazo en el tratamiento y en la prevención en los Estados Unidos como estrategia más útil y humana".
[Fuente: Drug War Chronicle, Washington, 26may05]
This document has been published on 28may05 by the Equipo Nizkor and Derechos Human Rights. In accordance with Title 17 U.S.C. Section 107, this material is distributed without profit to those who have expressed a prior interest in receiving the included information for research and educational purposes. |