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17jun02


Discurso instalación de la Conferencia de Ministros de Relaciones Exteriores y de Defensa de los Estados Miembros de la Comunidad Andina de Naciones.


Discurso del Señor Ministro de Relaciones Exteriores, Dr. Diego García Sayán durante la ceremonia de instalación de la Conferencia de Ministros de Relaciones Exteriores y de Defensa de los Estados Miembros de la Comunidad Andina de Naciones

"Muy buenos días. Ante todo mi cordial bienvenida a los señores Ministros de Relaciones Exteriores y de Defensa o sus representantes para esta reunión de tanta importancia y significación, que no tiene precedentes en la historia de las naciones entre los países de la Comunidad Andina. Y mi bienvenida también a la Secretaría de la Comunidad Andina de Naciones y, por supuesto, a todas las delegaciones de los países hermanos que nos acompañan el día de hoy.

Esta reunión -como ustedes conocen bien- tiene su origen en una decisión que adoptaron los Presidentes en Santa Cruz de la Sierra, a fines de enero del año en curso, para poder realizar deliberaciones y llegar a algunas conclusiones sobre temas que partían y parten de la propuesta del Presidente Toledo de reducción de gastos de defensa, para orientar esos recursos a satisfacer las enormes deficiencias que hay en el terreno social, que afectan a nuestros pueblos en el plano de la salud, de la educación, de la vivienda, y en general de la infraestructura.

Sin embargo, en ese devenir han ido sucediendo una serie de hechos por obra de la acción y de la decisión política de los Gobiernos de los países andinos que, en un panorama internacional lleno de incertidumbres, han permitido felizmente darle nuevo oxígeno al proceso de integración andina. No solamente por los acuerdos que se adoptaron en esa misma reunión de Santa Cruz de la Sierra para el establecimiento de un arancel externo común y una dinamización de la zona de libre comercio, sino también por las pautas que ahí se adoptó, de política externa común entre los países andinos.

Para esta reunión nos convoca algo mucho más amplio que la propuesta de reducción de gastos de defensa, cual es la discusión y lo que deseamos todos -estoy seguro- sea la concreción de una concepción del mundo de seguridad y de paz en la Comunidad Andina; que es hoy día más factible que nunca, por varios motivos: primero, porque en ese proceso de consolidación de una integración, pese a todas las dificultades, hemos avanzado. El comercio intrarregional, en los últimos tiempos, pese a la recesión internacional y a la recesión que afecta a muchos de nuestros países, se ha dinamizado y ha aumentado.

En segundo lugar, porque las hipótesis de conflicto entre nuestros países se han diluido o han desaparecido.

Y, en tercer lugar, porque hay una serie de retos hemisféricos y globales que demandan una posición andina común en el plano de la seguridad y de la defensa, tema general dentro del cual se pueden inscribir perfectamente las discusiones y posiciones que se adopte en el plano de los gastos de defensa y de la transparencia en los gastos de defensa.

Es evidente para todos que la paz y el desarrollo están íntimamente vinculados: primero, porque un ambiente de paz externa y de paz interna, crea las condiciones adecuadas para la inversión pública y privada, para avanzar en una línea de desarrollo y de combate a la pobreza -y a la extrema pobreza, en particular; y a su vez, en un sentido de retroalimentación, los logros que se obtengan en materia de desarrollo y de combate a la pobreza y de satisfacción de necesidades sociales, se constituyen en variables sustanciales para sostener un ambiente de paz interna y de paz externa.

Por eso el día de hoy, que tenemos esta extraordinaria oportunidad derivada de la decisión política de nuestros Presidentes adoptada en Santa Cruz de la Sierra y ratificada hace pocas semanas en la Cumbre que efectuaron en Madrid en ocasión del encuentro con la Unión Europea, nos abre la oportunidad de discutir y de aprobar una Carta Andina de Seguridad que incluya decisiones y reflexiones sobre los gastos de defensa, con las particularidades que pueda haber en los casos en que, por razones de índole interna, haya necesidad, por cierto, de reforzar las instituciones que están jugando un papel importante para el establecimiento y el restablecimiento del orden interno, que nos permita avanzar en las pautas para un proceso de consolidación de medidas de confianza recíproca, que afiaten ese proceso de paz que está en el alma y en la decisión política de todos. Que permitan, también, diseñar los mecanismos para un proceso de transparencia en lo que respecta a los gastos en materia de defensa; que permita reforzar también esas medidas de confianza y avanzar, más adelante, en las definiciones más precisas y en los mecanismos de verificación más apropiados para cuando corresponda adoptar las decisiones en lo que respecta a reducción de gastos de defensa; tema dentro del cual se inscribe un planteamiento más específico, que el Presidente Toledo alcanzó a los Presidentes de América Latina -y, por cierto, de la Comunidad Andina- hace poco más de dos meses, que es el de la proscripción de la adquisición, uso o posesión de los misiles de mediano y largo alcance, para que ese componente de alta tecnología pueda desaparecer en base a los acuerdos multilaterales apropiados del escenario latinoamericano y no incorporarse como un ingrediente de una eventual carrera armamentista que ninguno de nuestros países desea ni promueve.

Esta concepción común de seguridad, felizmente, tiene bases bastantes sólidas, de manera que no estamos partiendo desde cero; tenemos no solamente el referente común a todos los países hemisféricos, que es la disposición respectiva de la carta de la OEA que pone como uno de los objetivos de la organización hemisférica el control de los gastos de defensa para orientarlos hacia las necesidades sociales; esto data de hace ya más de 50 años. Luego, algunos pasos que se han dado -no todos de ellos con el seguimiento adecuado- como la Declaración de Ayacucho de 1974 y, más recientemente, recordar que todos los países aquí presentes hemos concurrido en la Declaración del Grupo de Río efectuada en Santiago el año pasado, en la Declaración del Grupo de Río efectuada en San José de Costa Rica este año y en la Declaración de la Cumbre Iberoamericana efectuada en noviembre del año pasado aquí en el Perú, en el sentido de reforzar este planteamiento de que la reducción de gastos de defensa es una pieza muy importante para disponer de recursos sociales y orientarlos a la lucha contra la pobreza. Se han producido además, en este devenir de los últimos meses, una serie de encuentros bilaterales a nivel andino, entre Presidentes y entre Ministros, que de distintas formas han expresado un sentimiento común en esa dirección.

De manera que esta reunión nos puede permitir no solamente avanzar en articular un esquema de una Carta Andina de Seguridad que incluya este componente de la reducción de gastos, pero que vaya más allá de ello, y que permita otras dos cosas muy importantes: que establezcamos clara, firme y contundentemente en la Comunidad Andina una Zona Andina de Paz y que, en este proceso -que finalmente no es un proceso estrictamente andino, sino que es y debe ser latinoamericano- la Comunidad Andina pueda ejercer un liderazgo como tal, y que sea ésta una de las oportunidades constructivas y positivas que tenemos nosotros de ejercer una política exterior común. Y tenemos a muy corto plazo un reto muy importante, que es la Conferencia Hemisférica de Seguridad que se llevará a cabo la primera quincena de mayo en México, tal como fue acordado en la reciente Asamblea General de la OEA en Barbados, en la cual los países andinos -el Perú está convencido de ello- tienen la posibilidad y la oportunidad de ejercer un liderazgo particular.

Yo quiero reiterar el agradecimiento por la presencia de todos ustedes. Sabemos, por las conversaciones previas que hemos tenido, que tenemos muy buenas posibilidades de llegar a buenos resultados en las conversaciones del día de hoy. Como ustedes conocen, el señor Ministro de Defensa, Aurelio Loret de Mola, está simultáneamente con una responsabilidad específica derivada del Estado de Emergencia que se ha decretado en el departamento de Arequipa el día de ayer, pero se va a incorporar a nuestro trabajo en pocos minutos, en la medida en que está regresando de Arequipa para esta reunión. De manera que contaremos con su presencia en el curso de la mañana y permanecerá con nosotros por todo el día.

Quiero simplemente con esto concluir estas palabras introductorias, agradecerles nuevamente a ustedes, agradecer a los medios de comunicación por su presencia el día de hoy aquí, en esta reunión sin precedentes que expresa lo que hoy día es la Comunidad Andina: no es un espacio de confrontación, es un espacio de cooperación, y es eso lo que tenemos que consolidar aquí: los lineamientos programáticos para que eso sea, no solamente una realidad del presente, sino una estrategia para las futuras generaciones. Estos son los componentes que hoy día seguramente podemos avanzar en construir y vertebrar mejor.

Muchísimas gracias".

Palacio de Torre Tagle
Lima, 17 de Junio de 2002

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Este documento ha sido publicado el 17oct02 por el Equipo Nizkor y Derechos Human Rights