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06feb14
Por el espionaje, Santos removió a jefes de la Inteligencia colombiana
El gobierno colombiano relevó ayer de sus cargos a los dos máximos jefes de los Servicios de la Inteligencia militar, horas después de que la revista Semana denunciara el espionaje que estaban realizando contra los negociadores oficiales en el diálogo de paz que se mantiene en La Habana con los dirigentes de las FARC -la principal fuerza guerrillera del país- y contra distintas personalidades de la izquierda. Al mismo tiempo, los rebeldes acusaron al ex presidente ultraderechista Álvaro Uribe (2002-2010) de haber montado esta trama que "dispara contra el propósito superior de la paz".
El anuncio del relevo fue hecho por el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, quien dijo que "dejarán sus cargos" -en ningún momento empleó la palabra cesados- los generales Mauricio Ricardo Zúñiga y Jorge Andrés Zuluaga, director de Inteligencia y jefe de la Central de Inteligencia Técnica del Ejército, respectivamente.
Sin embargo, la situación de ambos quedó en el limbo, ya que tanto Pinzón como el presidente Juan Manuel Santos se esforzaron en dejar en claro que la sanción contra ambos oficiales no es definitiva y queda sujeta a lo que surja de las investigaciones.
Santos insistió en esa actitud y dijo que ordenó tener resultados de la investigación sobre el caso no más allá del viernes 14 de febrero.
"No será difícil de hacer, porque lo que tienen que verificar los investigadores es si la inteligencia que estaban haciendo era una inteligencia normal, a la que hay que proteger porque es la que nos ha permitido tener tantos éxitos contra el terrorismo, o si aprovecharon e hicieron inteligencia ilícita", señaló.
Y luego volvió a insistir al decir que los dos jefes de inteligencia "pudieron incurrir en una falta de criterio, pero hasta ahora no en algo ilegal o ilícito.
Será la investigación la que nos dará el resultado final sobre este aspecto fundamental", indicó.
El jefe del Ejército, general Juan Pablo Rodríguez, transitó por el mismo camino del presidente y el ministro de Defensa, para asegurar que en el arma "no hay fuerzas oscuras ni ruedas sueltas". Aclaró luego que "los militares no seremos un obstáculo para la paz". Por último, dijo que el espionaje contra los negociadores de la paz y otras personalidades es "absolutamente legal (porque) las agencias de Inteligencia están autorizadas para realizar actividades encubiertas", y aseguró que "hablamos con nuestros hombres de inteligencia y la explicación que nos dieron es que estaban cumpliendo actividades que están reguladas y permitidas por la ley con el objetivo de prevenir eventuales actos de terrorismo o acciones contra la población".
La investigación de Semana determinó que la inteligencia militar había instalado un centro de seguimiento clandestino para interceptar mensajes de teléfono y correo electrónico de personas clave en el proceso de paz. Santos sorprendió ayer al revelar que el local, que operaba con la cobertura de ser un restaurante y escuela informática, fue allanado el 24 de enero por agentes de la fiscalía ante una denuncia de un ciudadano que dijo haber visto "movimientos extraños" en el lugar. Sin embargo, ese procedimiento "no fue informado al ministro Pinzón sino hasta hace dos o tres días, porque los encargados de la inteligencia no lo consideraron grave", dijo el presidente Santos.
[Fuente: El Tiempo Argentino, Bs As, 06feb14]
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