11ene02
El gobierno dio un ultimátum de 48 horas a las FARC
Guerrilla tendrá hasta las 9:30 p.m. del sábado [12ene02] para definirse. Si no hay acuerdo comenzarían a contar las 48 horas para repliegue. Ejecutivo ratificó que controles a zona de distensión no se negocian.
El presidente de la República, Andrés Pastrana Arango, respondió anoche con un ultimátum de 48 horas a las Farc, sobre la propuesta de la organización guerrillera de levantar los controles a la zona de distensión para mantenerse en la mesa de negociaciones.
En una corta alocución, por radio y televisión, el Presidente ratificó que los controles al área desmilitarizada no son negociables y, en consecuencia, atendiendo una petición del delegado del Secretario General de Naciones Unidas, James Lemoyne, autorizó al alto funcionario para que en un plazo de 48 horas, no prolongables, hable con las Farc y trate de salvar el proceso. Según Pastrana, si la organización alzada en armas mantiene su posición de exigir la eliminación de los controles del área, a las 9:30 p.m. del sábado comienzan a correr las 48 horas pactadas con Manuel Marulanda Vélez para el retiro de la zona de la fuerza insurgente y la entrada de las tropas oficiales.
En su discurso, Pastrana Arango manifestó que, en manos de las Farc, está el futuro de la negociación, pues su Gobierno no hará concesiones en ese aspecto.
Así respondió el Primer Mandatario al vocero de las Farc, Raúl Reyes, quien leyó un comunicado desde Los Pozos, San Vicente del Caguán, en el que ratificó que la organización no se ha levantado de la Mesa de Diálogo y Negociación y aseguró que esperarán hasta el 20 de enero, fecha en la que se vence la prórroga de la zona de distensión.
El documento señaló que las Farc recibieron respuesta a las cartas enviadas el martes al delegado del secretario de Naciones Unidas en Colombia, James Lemoyne, y al presidente de la Comisión Episcopal, monseñor Alberto Giraldo, quienes se mostraron dispuestos a reunirse con los voceros Raúl Reyes, Carlos Antonio Lozada, Simón Trinidad, Andrés París y Joaquín Gómez.
Por último, pidió al Ejecutivo aclarar a cuál de los plazos de 48 horas debían acogerse las Farc. Según los insurgentes, el alto comisionado de Paz, Camilo Gómez Alzate, puso como fecha de inicio las 4:30 p.m. del miércoles mientras el presidente Pastrana habría comenzado a contar cinco horas después.
Día de reuniones
Mientras esperaba la reacción de las Farc frente a su alocución, el Primer Mandatario comenzó desde muy temprano una jornada de encuentros, reuniones, contactos telefónicos y consultas.
La primera reunión fue con los miembros del gabinete. Al término de la misma el ministro del Interior, Armando Estrada Villa, tomó la vocería y dio a entender que aún no se había tomado una decisión sobre el futuro de la zona de distensión e insistió en que la puerta de la negociación seguía abierta.
Explicó que en caso de decidirse una ruptura del proceso, el Ejecutivo tendría que adoptar tres resoluciones que la oficialicen. "La primera se orientaría a suspender la vigencia de la zona de distensión; otra suspendiendo el estatus político que tienen las Farc y otra pidiéndole a la Fiscalía que haga efectiva las ordenes de captura que pesan sobre algunos dirigentes de las Farc", sostuvo Estrada Villa.
La embajadora de Estados Unidos, Anne Patterson, también se reunió con Pastrana Arango, sin embargo guardó silencio al finalizar el encuentro. Por su parte, los diez embajadores de la comisión de países facilitadores del proceso, quienes habían discutido su posición frente a la crisis en forma privada, decidieron consultar con el Primer Mandantario antes de dar a conocer su declaración oficial.
Una de las últimas reuniones fue con el Consejo Nacional de Paz a la cual asistieron el alto comisionado de paz, Camilo Gómez; el procurador, Edgardo Maya; el presidente de Fenalco, Sabas Pretelt; Miguel Caro, presidente de la Cut; Ana Teresa Bernal, de Redepaz; el senador Samuel Moreno, y el coordinador del Comité Temático, Hernando Angarita.
Al finalizar el encuentro, la vocera de Redepaz se mostró optimista y concluyó que "parece que el proceso tomó un rumbo distinto y que se habría alejado el ambiente de ruptura que creíamos. (...) Ojalá que no sufra una derrota definitiva. Creemos que esta crisis es una oportunidad para que tome un nuevo aire y se encamine por el rumbo de la negociación".
[Fuente: Por Clara Isabel Vélez Rincón del diario El Colombiano, Medellín, 11ene02]
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