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20ene07


Así se 'tejió' el pacto secreto del 2001 entre políticos y 'paras', en Santa Fe Ralito.


Después de firmar un documento, los congresistas eliminaron el estatus político como requisito para negociar, ofrecieron cupos en el Congreso a las autodefensas y votaron la Ley de Justicia y Paz.

Las invitaciones para asistir a la reunión llegaron de distinta forma.

A Reginaldo Montes, entonces representante a la Cámara de Mipol y actualmente senador de Cambio Radical, lo abordaron dos sujetos en el aeropuerto Los Garzones de Montería para indicarle el día, el lugar y la hora.

"Me dijeron que el señor Mancuso me citaba a una reunión", dijo esta semana, después de que EL TIEMPO reveló que su nombre estaba entre los firmantes del documento "confidencial y secreto" que agitó de nuevo el escándalo de la 'parapolítica'.

Otros dijeron estar confiados en la palabra del ex representante Luis Carlos Ordosgoitia, quien actuaba como enlance entre el Gobierno Pastrana y las autodefensas, y por eso aceptaron ir a una reunión con los 'paras' bajo la garantía de que el encuentro estaba autorizado. Ordosgoitia, después, dijo que no había sido así y que cada uno fue invitado de manera individual.

A algunos concejales y funcionarios municipales los contactó el propio Mancuso. Mientras que a Miguel de la Espriella -senador que reveló la reunión en noviembre del año pasado- la citación le llegó a través del 'comandante Sebastián'. Juan Manuel López dijo que la 'invitación' le llegó de forma accidental, después de reunirse con Mancuso en una finca llamada 'La 06', para salvar su pellejo, pues este había dado la orden de asesinarlo porque creía que el político liberal había 'palanqueado' un allanamiento en su contra.

Con invitaciones, citaciones, engaños o presiones, cerca de 40 personas llegaron al kilómetro 15 de la vía que de Montería conduce a Planeta Rica. Era la mañana del 23 de julio de 2001. En ese lugar había hombres armados que tenían un retén, en el que los políticos estacionaron en fila sus camionetas para esperar la hora de ingreso.

Alrededor de las 11 de la mañana, arribaron al corregimiento Caramelo. Luego partieron hacia Santa Fe Ralito. Mancuso, quien vestía una camisa de lino y un pantalón de bolsillos en los lados. A su lado estaban dos asesores, uno de ellos identificado como Mario Sandoval, y una mujer de apellido Castaño que hizo las veces de secretaria.

De lino y con meseros

Mancuso fue el primero en tomar la palabra. Duró algo más de 25 minutos para explicar el motivo de la reunión: buscar convertir a las autodefensas en un actor político para negociar con el Gobierno. También hablaron 'Diego Vecino' y Diego Fernando Murillo, conocido como 'Don Berna'. "Entre los tres, se gastaron unas tres horas".

Cuatro meseros con corbata, camisa blanca y pantalón negro atendieron a los asistentes en la casa del 'Comandante 08' que estaba rodeada de guadua, tenía un amplio kiosco con baños al fondo y estaba ubicada frente al lugar donde el Gobierno se sentó después a negociar la desmovilización de las autodefensas.

Los dos asesores, a quienes algunos atribuyen la nacionalidad argentina y que se presentaron como profesores de La Sorbona, fueron los encargados de leer el documento secreto de Ralito. "En mi caso, no escuché la lectura de documento alguno ni se me entregó ningún texto para leerlo...", dijo Juan Manuel López, senador liberal.

Pero la mayoría confesó que el documento sí fue leído, pero no fue discutido. "Inmediatamente dijeron que se debe suscribir un documento y quien no lo firme no podía abandonar el sitio de la reunión", aseguró Reginaldo Montes. "El documento yo lo leí, no lo iba a firmar sin leer", añadió la ex representante Eleonora Pineda.

Ese fue el momento más tenso de la reunión. José María Imbeth, ex representante conservador, simuló ir al baño para evitar firmar el documento, pero a la salida unos hombres armados lo estaban esperando para evitar que se escabullera. Miguel de la Espriella y Juan Manuel López, que para la época eran socios políticos, comenzaron a dar vueltas por el lugar, pero fueron llamados por nombre y apellidos para que se acercaran a estampar su rúbrica.

"Nos llamaron uno a uno y frente al documento había una persona constatando que firmáramos", dijo De la Espriella. "A 'Juancho' López Mancuso le dijo en cuatro ocasiones que firmara. Fue como una reconvención", contó un congresista conservador, bajo la condición del anonimato.

Los 32 invitados y cuatro comandantes 'paras' firmaron el pacto secreto de Ralito y de inmediato sacaron algunas copias que distribuyeron entre algunos de los asistentes. Sin embargo, los jefes de las autodefensas guardaron el original con las firmas. "Todos entendimos la gravedad del asunto, por eso, después de la reunión le encargamos al gobernador Jesús María López que tratara de recuperar el original para destruirlo", dijo uno de ellos.

Pero el gobernador, tío del senador Juan Manuel López, fracasó en el intento. El original siempre lo conservó en su poder Mancuso y solo lo hizo público cuando lo entregó a la Fiscalía en la audiencia que se realizó el pasado lunes en Medellín.

El documento dice en su primer párrafo "...hoy nos confiere la irrenunciable tarea de refundar nuestra patria, de firmar un nuevo contrato social", toda una afrenta contrala Constitución Política que los 11 congresistas, 2 gobernadores y 5 alcaldes que fueron a la reunión se comprometieron a respetar el día de sus posesiones.

Guardar el secreto

Conscientes de las implicaciones, algunos de los asistentes aprovecharon el momento de informalidad que se produjo después de la firma para tratar de buscar una explicación. "El documento del Nudo de Paramillo -que se firmó en 1998 entre representantes del Gobierno y la sociedad civil con las autodefensas- es peor, porque ahí se ofrecían hasta cupos en el Congreso para las autodefensas", decían algunos en voz baja.

Pero sin darles más vueltas al asunto, todos decidieron guardar como un secreto esta reunión confiados en que jamás saldría a la luz pública. "Al fin y al cabo, fueron ellos -los 'paras'- los que titularon el documento como algo confidencial y secreto", dijo De la Espriella.

"En ningún momento fuimos cómplices. Fue un silencio que garantizaba nuestra supervivencia", justificó después Reginaldo Montes, quien recordó que a uno de sus candidatos a la alcaldía de Canalete, llamado Pedro Pablo Montiel, lo asesinaron las autodefensas en el año 2000, por no asistir a una reunión que había citado ese grupo armado. "Por rehusarse dejó tres hijos huérfanos y una viuda. Pagó con la vida su rebeldía". Otros, sin embargo, dijeron que "no todos fueron obligados. Algunos firmaron cagados de la risa".

Todos guardaron silencio y siguieron con sus proyectos políticos en las elecciones parlamentarias del año siguiente: Miguel de la Espriella se convirtió en senador de la República después de esperar 8 años en la Cámara de Representantes. Eleonora Pineda, su fórmula a la Cámara llegó a esa corporación, después de obtener una sorprendente votación en las zonas de influencia paramilitar. Juan Manuel López se consolidó como el barón electoral en Córdoba con una de las más altas votaciones. Reginaldo Montes y José María Imbeth mantuvieron sus curules en la Cámara.

Fue entonces cuando el Congreso discutió un paquete de leyes con las que se abrió todo un sendero jurídico para las autodefensas: se eliminó el requisito de declarar el estatus político para negociar con un grupo armado ilegal, se ofrecieron cupos en el Congreso en el proyecto original del Referendo -que fracasó en las urnas- y se aprobó la Ley de Justicia y Paz, que inicialmente se llamó de alternatividad penal.

Todos olvidaron la reunión y se confiaron en que los 'paras' nunca la destaparían. Sólo José María Imbeth decía entre sus allegados: "¿Se imaginan el mierdero que se va armar el día que les dé por contar esta vaina?".

"¿Se imagina el mierdero que se va a armar el día que les dé -a los comandantes paramilitares que asistieron a la reunión'- por contar esta vaina?". [José María Imbeth, ex representante conservador.]

"El documento yo lo leí. No lo iba a firmar sin leer. Pero recuerdo que lo leyó en voz alta uno de los asesores de La Sorbona. Lo leyeron y procedimos a firmarlo".[Eleonora Pineda, ex representante uribista.]

Estos son los principales políticos que asistieron a la cita y el cargo que ocupaban:

  • Juan Manuel López, senador liberal
  • José 'Pepe' Gnecco C., senador liberal
  • Rodrigo Burgos, senador conservador
  • William Montes, senador conservador
  • Salvador Arana, gobernador de Sucre
  • Jesús María López, gob. de Córdoba
  • Reginaldo Montes, representante a la C.
  • Alfonso Campo E., representante a la C.
  • José María Imbeth, representante a la C.
  • Luis C. Ordosgoitia, representante a la C.
  • Freddy Sánchez, representante a la C.
  • Miguel de la Espriella, representante a la C.
  • Eleonora Pineda, concejal de Tierralta
  • José de los S. Negrete, ger. D. Conservador
[Fuente: Por Por José Antonio Sánchez y Carlos Camacho Marín redactores de El Tiempo, Bogotá, Col, 20ene07]

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