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DERECHOS


La Habana, 29 y 30ene02


Construcción de Territorio

Ponentes: Alcaldes del Oriente Antioqueño
Delegado: William Ospina Naranjo, Alcalde Municipio de Sonsón (Antioquia)


De algún antecedente.

Los gobiernos latinoamericanos nacieron en colonias que no necesitaron de administraciones segregadas. Optaron por un delegado del rey que diera cuenta de los feudos a las monarquías extranjeras propietarias de la ocupación. Asunto que coloca un

antecedente en contra de una cultura para la asignación o el reconocimiento de derechos a grupos humanos o personas, habitantes de tales feudos.

El sistema imperial que configura la Colombia anterior a la República, es un sistema de administración centralista que tiene relación directa con la urgencia del sistema monárquico en función del cual existe. Esto es, se notifica administración de lo público por que el rey, centro del estado, así lo determina.

Esta es, si se quiere, la iniciación de un modelo de centro que para el caso de la Nueva Granada establece siglos de estancamiento y conservación en un sistema estatal donde las regiones no significan nada diferente de una acumulación geográfica; donde los acres de tierra son el poder y la riqueza de las naciones. Tal modelo se convirtió, para la mayoría de las revoluciones de independencia del centro y el sur del continente americano, en el sistema de gobierno que dos siglos después las colocaría en la trastienda política y económica del mundo. La fiereza con que los caciques de estos sistemas centralistas defienden sus sitiales, se ha convertido en un fenómeno de radicalidad política donde la sola insinuación de autonomía regional o administrativa, genera confrontaciones de violencia.

De la Descentralización de la Guerra y la Realidad Colombiana.

Este último asunto adquiere una mayor desproporción cuando nos referimos a sistemas "democráticos" de corte centralista que, como en el caso colombiano, están atravesados por un conflicto armado interno. Esto podemos definirlo de la siguiente manera: En Colombia se manosea la posibilidad de un proceso de paz entre poderes militares omnímodos centrales -característica que en nada diferencia la guerrilla del Estado- mientras los territorios soportan la guerra de posiciones que caracteriza el conflicto armado.

En Colombia cada departamento tiene toda la capacidad geográfica para albergar el conflicto, de igual manera que la capital tiene toda la capacidad militar para defender la administración central. No existe en Colombia poder de Estado para contener el accionar armado de los grupos que por la vía de la fuerza y desde la ilegalidad se disputan cada rincón del país.

En la práctica hay dos naciones definidas en Colombia; la que pregona el cumplimiento de la Ley, el Estado de Derecho o la institucionalidad; que a su vez dispone recursos económicos, cargos públicos y ordenes de mando desde el centro; nación que ilusiona poder político, que apenas si puede sostenerlo en cada coyuntura. Y la otra nación: de regiones exuberantes con potenciales naturales y humanos de incalculable valor hacia procesos de desarrollo e inversión social sostenible; nación de regiones inmensas para la equidad, la solidaridad y la felicidad de todos -absolutamente todos sus habitantes- regiones tristemente devastadas por la intolerancia y la violencia; regiones que son la nación desconocida y rechazada donde las vías de hecho junto a la barbarie son la ley, y la escasez en inversión social establece el cotidiano.

De las Alternativas.

Se está a las puertas de una negociación política de difícil continuidad, pues el método escogido -impuesto diremos muchos- para tramitarse, es el mismo por el que se tránsito hacia la sociedad colapsada presente: exclusión de grandes sectores poblacionales, desconocimiento y abandono de las regiones -éstas que solo cuentan, como ya dijimos, para registrar quien avanza o retrocede en la guerra-. El gran debate público que tenga en cuenta a quienes somos destinatarios de las decisiones, sólo se plantea dentro del proceso, como horizonte de legitimación formal a través de uno de los métodos formales, que también tiene establecidos nuestra democracia formal.

La pobre dirigencia política del país sigue aferrada a la administración pública del fracaso y, falsamente aceptado que éste hay que superarlo, insiste en que la fiesta de la participación y la descentralización no son el camino.

De Causas Concretas a la Situación de Conflicto.

Escribía el Dr. Rodrigo Díaz Posada, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia -desde la región obviamente- en lo que él denomina "la generación del fracaso", algunos elementos de la desadministración rampante que hemos tenido los colombianos en las últimas décadas [1].

Hacienda.

Citemos algunos ejemplos en este sector: Déficit fiscal del gobierno central aproximado al 7% del PIB, con posibilidad de aumentar a razón del empobrecimiento, la insolvencia y las pérdidas generalizadas. Ante la crisis de sector financiero público y privado -sector que en Colombia se caracteriza por su administración corrupta y clientelista- el gobierno nos ha cargado a todos los ciudadanos -incluso a los que nunca fuimos banqueros- una inversión salvadora de 6 billones de pesos. LaComisión de Ordenamiento Territorial del Senado informó que 14 departamentos se encuentran al borde del colapso financiero, entre ellos Valle del Cauca, Antioquia, Casanare, Santander, Tolima, Risaralda, San Andrés y Amazonas; en iguales circunstancias se encuentran 578 municipios, por la autorización irresponsable de endeudamiento y de manejo de las finanzas.

Relaciones Exteriores.

No somos el mejor vecino para nuestra comunidad latinoamericana; representamos riesgo a la seguridad nacional de Panamá, Venezuela , Perú y Ecuador. El país del norte dice que somos el principal problema de seguridad del hemisferio occidental. Somos, en palabras de Eduardo Pizarro Leongómez, "el país más vulnerable del continente. Se trata del único país de América Latina que no logró resolver el problema más agudo de la agenda regional posterior a la guerra fría (el conflicto contrainsurgente) y ya tiene encima los enormes desafíos provenientes de la agenda de los años noventa (derechos humanos, criminalidad urbana, pobreza, corrupción, medio ambiente, desplazamiento de la población). Esta superinposición de desafíos del pasado y del presente ha agudizado al máximo la vulnerabilidad interna e internacional del país". Y tenemos que aceptar ese malquerer del vecindario, pues Colombia es centro mundial de producción y distribución de narcóticos. En resumen, Colombia es "la papa podrida de un saco que se llama Latinoamérica".

Educación.

En Colombia el sistema educativo no fue capaz ni siquiera de hacer felices a los ciudadanos. El fracaso en la educación constituye el fundamento básico de la incapacidad de democratización y modernización del Estado. Este sistema no ha sido capaz de reconocer que se están formando individuos cuyo modo de interacción básico es la sumisión, le obediencia y la heteronomía. Pero esta generación del fracaso siempre tuvo miedo a la democracia porque sabe que cuando ésta se reconozca y se asuma en su integralidad, se podrán generar reformas y modificaciones en la acción pedagógica que contribuyan a permitir el desarrollo de la autonomía de los individuos, y así poder acelerar el cambio social.

Agricultura.

Campo desolado, con mínima producción agrícola. De exportador, con el advenimiento de la apertura económica, se convirtió en importador de productos básicos de la canasta familiar. Así, al agricultor colombiano no le queda otra alternativa que meterse a la guerrilla o a los paras, donde al menos tiene un sueldo y un arma que limpiar.

Defensa Nacional.

Durante años no se dieron cuenta que la subversión crecía y crecía como hierba. Colombia es un país tan inseguro que en el exterior sencillamente no se recomienda; donde las cárceles comienzan en las puertas de las casas con rejas, hasta las ciudades enteras masivamente secuestradas sin la posibilidad de salir más allá de su perímetro urbano. El Estado no es capaz de garantizar la seguridad a ninguno de los colombianos. Basta recordar los nombres de ciudadanos asesinados recientemente, para recordarlo: Abad, Cano, Galán, Pizarro, Jaramillo, Calderón, Umaña, Henao, Garzón, Bejarano. El número de secuestrados aumenta de año en año. La integridad territorial está cuestionada, con vastas regiones dominadas por fuerzas diferentes a las constitucionales.

Trabajo.

Una de las tasas de desempleo más altas de América Latina, sin decir que el subempleo pudiera hacer mostrar cifras inverosímiles de desempleo. En la incapacidad de generar empleo es donde, tal vez, con mayor fuerza se muestra la concepción social y económica de la generación del fracaso. Basta mirar las esquinas de las calles de la ciudades. ¿Qué elementos humanos lo conforman?, ¿Qué ofrecen?, ¿Cuál es su condición social?

Desarrollo económico.

Este es el campo donde ya se conoce a sotto vocce el fracaso del modelo económico. Generación que mostró hasta la saciedad su incapacidad para organizar la economía colombiana de acuerdo con sus propias realidades, e incluso para administrarla. Después de reducir la economía nacional al estado de postración actual, entregaron la dignidad nacional. Fue una generación confundida en complicados y extraños modelos económicos, sin una clara visión de la realidad social, ni siquiera con una comprensión de los fenómenos humanos en los cuales se sustenta su economía.

Miremos, no más, en un corto periodo de tiempo lo que nuestros fracasados hombres de la economía hicieron en los negocios del sector energético, tal como informó el Espectador el 6 de sept de 1999: "Por los malos negocios e inversiones en el sector energético, entre 1992 y 1998 se dilapidaron US$ 3.000 millones, lo que equivale al 400% del presupuesto de acueducto y alcantarillado, o al 365% del presupuesto destinado para vías en 1999. Lo ocurrido con esos tres mil millones de dólares es como si se hubiera tirado el dinero en un sifón; corresponden al valor patrimonial negativo que dejaron transacciones como Corelca, Termo Paipa IV, Termoemcali, Hidromiel, Termovalle, Urrá, Tolima y Huila".

Transporte.

La verdadera generación perdida, puede mostrar con orgullo el peor sistema de carreteras de América. Además de quebrar los ferrocarriles nacionales, logró finalmente hacer desaparecer el transporte fluvial, y la empresa marítima hace tiempo que se terminó en un juicio que aún está por hacerse.

Vivienda.

El castigo que le dio esa generación del fracaso a las clases que no se metieron al narcotráfico, ni a la subversión, y que trabajaron honestamente fue finalmente arrebatarles su vivienda. Por que además de fracasada esta generación es ladrona. Desde que una familia debe pagar 35 veces su vivienda, no cabe otro apelativo. Un sistema que se inventó una cínica financiación en la cual las familias depositan todos sus ahorros y muchos más, pero que a los tres años de pagar cumplidamente sus cuotas, tienen que devolver la vivienda por que cada vez las cuotas son más altas, y ni siquiera devolviendo la vivienda se alcanza para quedar a paz y salvo, muestra el desfase entre los sectores de gobierno y la ciudadanía en general. Sistema, además, generador de violencia social, y ejemplo de ineptitud de reconocimiento de la realidad, que seguramente maravillará y desconcertará a los historiadores del nuevo milenio.

Política.

Bajo el bipartidismo político se afianzó la generación perdida. Sin un verdadero control político se institucionalizó la corrupción que no dejó un solo sector de la vida colombiana limpia. Cuando no eran ministros, eran presidentes de instituciones o embajadores, y sencillamente se volvían a repartir le botín haciendo mover la ruleta, para cambiar de puesto con los cambios de gobierno. El cinismo de esta generación llega a tal extremo, que en una llamada crisis de gabinete, un ministro de una cartera puede pasar a otro ministerio, a pesar del evidente fracaso en su gestión. Al respecto opina Francisco Santos que en Colombia "hoy nadie cree en el Partido Liberal ni el Conservador, tampoco en la Alianza para el Cambio, o en Opción Colombia, tampoco en el Partido Comunista o en la AD M-19, Tampoco en la UP o en Esperanza, Paz y Libertad. Y de la decadencia y la corrupción del establecimiento colombiano no se ha salvado ni la guerrilla. Y lo que es peor, cada vez se parecen más a la generación del fracaso, en su arbitrariedad, en su falta de representatividad, en su soberbia y hasta en su falta de concepción ideológica". Y en igual sentido se escribía en la Revista Cambio que, "la mitad de los gobernadores y alcaldes del país están acusados por delitos que pueden costar 150.000 millones de pesos, lo que convierte a la corrupción en el nuevo enemigo público".

Estos elementos del Dr. Díaz pueden no ser suficientes para argumentar avanzados procesos de conflictividad social y de conflictividad armada. Quisiéramos exponer, como referente de este mismo estado de violencia generalizada y guerra, algunas de sus características y la cadena interminable de resentimientos que lo reafirman. Ningún escenario como las regiones, para entenderlo y describirlo.

De la Nación a la Región, y de la Guerra en el Oriente Antioqueño. Como puede deducirse de las consideraciones anteriores, del centro de poder del Estado hacia los municipios, bien poco puede ser la alternativa para la crisis institucional, social y de convivencia que atraviesan las regiones de nuestro país. Al contrario, la realización del Estado Social de Derecho en las localidades, en un contexto de guerra interna, termina por ser un ejercicio perverso hacia la construcción de mejores estándares de Derechos Humanos y de calidad de vida para la población.

Para describir la realidad regional que nos ocupa, referiremos eventos aproximados para los años 2000 y 2001, entendiendo que no existe autoridad o institución con capacidad de monitoreo o estadística, en el escalamiento de la barbarie y la danza de la muerte que soporta esta región del departamento.

Del documento presentado por los alcaldes a las partes del conflicto, en el proceso de "humanización y disminución de la intensidad de la confrontación armada", extraemos los algunos apartes (las cifras tienen como corte el mes de septiembre de 2001):

... "Identificado el contexto del conflicto armado colombiano, en escalada sobre la región del oriente de Antioquia, evidenciamos que las partes de ese conflicto han dirigido sus acciones militares y de hostilidad contra la población civil que no participa del mismo. Así, en nuestros campos y poblados se ha generado un desangre que cobra más de mil cien vidas en lo corrido del año; un desplazamiento forzado cuya cifra rodea la movilidad o expulsión de diez mil personas durante los últimos veinte meses; secuestros que se acercan a los dos centenares en los últimos dos años; desaparición forzada a más de ciento veinte personas en el último año; y un acelerado descalabro económico que afecta desde la más incipiente empresa privada o social, hasta los más importantes activos de la nación"...

Tres meses después de estar en ejecución la propuesta de los alcaldes del Oriente Antioqueño, fueron publicados los siguiente datos sobre la violación del Derecho a la Vida durante 2001 (a noviembre 15), por el Observatorio Social para la Equidad y la Integración en Medellín y Antioquia [2]: 26.540 homicidios en el territorio colombiano, que significan una tasa de 63 muertes por cada 100 mil habitantes. En Antioquia fueron 6.546 los homicidios, con una tasa correspondiente a 122 por cada 100 mil habitantes. En la ciudad de Medellín 2.968 homicidios, para una tasa de 150. En la Región del Oriente Antioqueño los homicidios registrados por el observatorio ascienden a 1001, que significa una tasa de 172 homicidios por cada 100 mil habitantes. La discriminación por localidades colocan los municipios de esta región, en nivel crítico y crecimiento del fenómeno, con casos que vale la pena registrar(ver cuadro)

Municipio Total Homicidios Tasa x 100 mil
San Carlos 119 515
El Peñol 81 468
La Unión 53 286
Cocomá 57 260
Alejandría 15 259
San Rafael 50 258
C.Viboral 108 245
Granada 41 233
El Santuario 69 230
Concepción 14 230
El Retiro 29 171
Medellín 2968 150
Marinilla 55 139
San Vicente 26 105
La Ceja 33 73
Rionegro 62 71

El documento de los alcaldes continúa.

... "En igual sentido, las acciones del conflicto han ejercido una presión grave sobre la administración pública local, generando traumas de funcionamiento en la prestación de servicios públicos esenciales.

Para nosotros es claro el efecto social de esta variable del conflicto en la región, si se entiende la municipalidad como el ente estatal más cercano al ciudadano y a la comunidad.

1. Humanización de la confrontación armada en el oriente del departamento de Antioquia.

- Detener las masacres, las muertes selectivas, los ajusticiamientos y toda acción contra el derecho a la vida de los y las habitantes residentes en esta región. No puede ni debe seguirse asesinando personas que no hacen parte de la confrontación armada.

En el accionar armado contra la vida, se esgrime estar ejecutando auxiliadores o colaboradores de los diferentes bandos en contienda. Las víctimas han sido en su inmensa mayoría campesinos y ciudadanos de las veredas y poblados de la región; ejecutados sin formula de juicio, y siempre desarmados.

Las muertes tienen como característica no ser bajas de combatientes de las partes del conflicto, son población civil acusada de que sus predios fueran transitados por grupos armados, de que en sus vehículos cargan comida los grupos armados, de que en sus casas descansan o se alimentan grupos armados, de que en sus tiendas compran grupos armados, de ser líderes en sus comunidades y por ello ser abordados por grupos armados, de ser maestros en las escuelas de veredas o corregimientos donde hay grupos armados, de ser funcionarios públicos o privados que sirven en las zonas donde hay grupos armados, de ser familiares de miembros de grupos armados. En suma, la inmensa mayoría de las personas asesinadas, murieron por ser habitantes de los municipios del oriente de Antioquia, territorio de guerra.

Otra razón para ser ejecutados, hace referencia a ser población 'no útil a la sociedad', consumidores o expendedores de droga, prostitución, y por ello se eliminan bajo el estigma de 'limpieza social'.

- Detener los secuestros económicos o políticos, y las desapariciones forzadas. La privación de la libertad no debe ser sustento económico o político de ninguna causa militar.

Este accionar contra el derecho a la libertad individual, lesiona de manera drástica la dignidad de las personas que lo padecen, y como uno de sus agregados, profundiza retraso económico y retrazo del desarrollo, una de cuyas manifestaciones es el incremento del desempleo y del subempleo en la región.

- Detener el desplazamiento forzado. No puede seguirse sacando a las comunidades de sus poblados y veredas, pues allí tienen su lugar de habitación, sus proyectos de vida y sus fuentes de sostenimiento económico. Debe permitirse el retorno, en condiciones de dignidad y seguridad, a más de siete mil personas que continúan en el exilio.

Las tomas armadas o la amenaza de realizarlas por parte de las guerrillas, con incursiones devastadoras a las poblaciones, donde el objetivo militar son las estaciones de policía, ha generado

desplazamiento hacia las ciudades. Las autodefensas a través de las masacres o la amenaza de realizarlas, han producido los principales desplazamientos en las zonas rurales.

- Detener los bloqueos económicos y los bloqueos de vías. Esta táctica militar entre las partes del conflicto, cuya finalidad es sitiar o disminuir la capacidad de abastecimiento del contrario, de la manera como se ha desarrollado en el oriente antioqueño, es perversa, pues sus efectos son de hambre y desesperanza para los pobladores más pobres y aislados.

* Estos asuntos, en la lógica de la confrontación armada, exigen esfuerzos de las partes del conflicto, en dirección a cumplir principios y normas del Derecho Internacional Humanitario, como son la distinción entre combatientes y no combatientes, y la conducción de hostilidades.

Así, al desplegar o dirigir acciones armadas para disminuir la capacidad militar del contrario, debe cumplirse con el mandato universal de proteger y no atacar la población civil.

2. Gobernabilidad y economía.

- Detener las acciones contra la gobernabilidad municipal. No puede ni debe continuar el trauma a la administración y a los servicios públicos, para ciudadanos-as en municipios del oriente de Antioquia.

Las administraciones municipales encarnan liderazgos comunitarios, cuya actividad principal es potenciar y hacer eficientes, limitados recursos oficiales hacia el desarrollo, la inversión social y la atención de necesidades básicas de sus pobladores. Además de soportar los rigores e intensidad de la confrontación armada, este ejercicio de servicio público local se ve trastornado regularmente por amenazas directas y accionar armado directo contra las personas, la infraestructura o los equipos que hacen parte del mismo.

- Detener las acciones armadas contra la infraestructura eléctrica, vial y productiva de la región. Es menester un nuevo comportamiento de las partes del conflicto hacia los recursos económicos de la región, sobre la base de plantear alternativas que superen la inequidad en el desarrollo social y económico de la misma.

Las exigencias económicas para sostener la continuidad de la guerra a empresarios, medianos productores, transportadores, distribuidores de mercancías, campesinos de mediana producción,

comerciantes y profesionales, asfixia cada vez más la débil economía de la región"...

Planteada y decidida la iniciación de la anterior propuesta, puede decirse la siguiente experiencia.

Del Desarrollo de la Propuesta de los Alcaldes del Oriente Antioqueño.

Ante las realidades arriba descritas, dieciocho alcaldes de Antioquia se integran en un movimiento

institucional comunitario que dimos en llamar "Sesiones Permanentes por la Humanización del Conflicto Armado". De tal ejercicio surgieron las más disímiles opiniones y reacciones: "rebelión contra el Gobierno central... desobediencia institucional... adalides de la población civil... torpedean el proceso de paz... oxigenaron al Ejército de Liberación Nacional... por fin las comunidades tienen quien les cumpla mandato ciudadano... y otros…"

Etapa de discusión y exploración.

Poca difusión ha tenido a través de los medios de comunicación, lo que subyace al proceso en sus primeras de cambio. No interesó a la prensa informar la dinámica de interlocución política horizontal; esto es, la construcción de una propuesta de humanización del conflicto a nivel regional, con idénticos argumentos y objetivos hacia todos los actores de la confrontación. Algo que los técnicos llaman "agenda común". El documento que recogía diferentes problemáticas municipales y eventuales salidas humanitarias para la región, fue el mismo que se presentó a las AUC, al ELN, a las FARC, a las instituciones y a la comunidad en general.

A esto siguió una etapa de exploración con cada sector institucional, social y con cada parte del conflicto, en la que se perfilaban los acercamientos de los alcaldes en pleno con los actores armados en la región. Esta etapa de exploración permitió conocer que la propuesta y su discusión eran de recibo.

Avances.

Si fuese necesario declarar resultados de la gestión de los alcaldes en este proceso, diremos que las decisiones y posturas que se leen a continuación, son parte importante de lo que puede lograrse en adelante, a favor de la población civil afectada con la guerra en las regiones.


Guerrillas.

Con el Ejército de Liberación Nacional, se sostuvo el primer pleno de alcaldes en la región. Ese hecho político determinó, en concreto, una primer tregua o suspensión de acciones ofensivas, de un actor armado hacia objetivos militares en el marco del conflicto colombiano, que no se experimentaba desde mayo de 1984, cuando así lo suscribieron la presidencia de Belisario Betancur y las FARC.


Declaración Pública (No. 4)

Alcaldes del Oriente Antioqueño en Sesiones Permanentes por la Humanización del conflicto armado

El Frente Carlos Alirio Buitrago del Ejército de Liberación Nacional ELN, manifiesta su disposición para "explorar propuestas que permitan la disminución y suspensión de acciones armadas sobre la autopista Medellín - Bogotá, en términos de no realizar bloqueos, sabotajes, retenciones y recuperaciones".

Secuestros o retenciones.

Avances de acercamiento humanitario con el Frente Carlos Alirio Buitrago del Ejército de Liberación Nacional ELN. Gobernabilidad.

La administración municipal de Cocorná Antioquia, a partir de la fecha, reinicia sus labores y funciones de servicio público, en forma normal. Estaciones Municipales de Policía.

El Frente Carlos Alirio Buitrago del Ejército de Liberación Nacional ELN, por decisión UNILATERAL, suspende acciones armadas contra las Estaciones de Policía de los Municipios del Oriente del Departamento de Antioquia, hasta el 11 de abril de 2002.

El Frente Carlos Alirio Buitrago del Ejército de Liberación Nacional ELN, decide de manera UNILATERAL, no realizar hostigamientos, ni acciones armadas contra efectivos de la Policía Nacional, en un perímetro de cien metros a la redonda de las Estaciones de Policía de los Municipios pertenecientes a la región del Oriente Antioqueño.

El Frente Carlos Alirio Buitrago del Ejército de Liberación Nacional ELN, decide de manera UNILATERAL que, las residencias y sitios de habitación de los Agentes de Policía, ubicados dentro del mismo perímetro de cien metros alrededor de las Estaciones de Policía, en los Municipios del Oriente del Departamento de Antioquia, no serán atacados.

Durante este periodo de suspensión de acciones ofensivas contra la Policía Nacional, en las jurisdicciones señaladas, los Alcaldes del Oriente Antioqueño que participan de este proceso, asumen el compromiso de gestionar ante los organismos, constitucional y legalmente competentes, la reubicación de las Estaciones de Policía de los Municipios del Oriente Antioqueño y/o la implementación de una Policía Comunitaria. En su defecto, la población residente en torno a las Estaciones de Policía, debería ser reubicada con garantías.

Sistema eléctrico en la región.

El Frente Carlos Alirio Buitrago del Ejército de Liberación Nacional ELN, manifiesta que, "ante un cese del terrorismo de estado, se comprometería a suspender las acciones de sabotaje contra el sistema eléctrico en la región del Oriente Antioqueño".

Sistema vial autopista Medellín - Bogotá.

El Frente Carlos Alirio Buitrago del Ejército de Liberación Nacional ELN, manifiesta su disposición para "discutir propuestas alternativas frente al tema de retenciones".

Proceso de acercamientos humanitarios.

Tanto la organización armada Frente Carlos Alirio Buitrago del Ejército de Liberación Nacional ELN, como los Alcaldes del Oriente Antioqueño de este proceso, manifiestan su interés de dar continuidad a este espacio de encuentro para Acercamientos Humanitarios.

Montañas del Oriente Antioquia, octubre 25 de 2001


Autodefensas.

En el mismo sentido, valoramos la postura de las AUC, por su reacción respecto del avance atrás expuesto. No por que significara ceder a favor de la humanización, sino por que observamos la posibilidad de escenario político para tramitar las diferencias y la polémica, que genera una propuesta de este corte. Además del comunicado que se lee a continuación, seis alcaldes, una personera y un asesor, fuimos objeto de un secuestro por parte del responsable político de las AUC, Señor Carlos Castaño, amen del proceso.


Bloque Metro Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá Acu (No. 6) Carta abierta a los Alcaldes del Oriente Antioqueño

De esta forma el bloque metro de las ACCU con amplia presencia en el oriente, fija su posición ante sus intenciones de reunirse con nosotros y a los hechos que ustedes han protagonizado en los últimos días.

Respetamos y admiramos las motivaciones altruistas, pero nos vemos en la obligación de expresar nuestro punto de vista y de hacer algunas precisiones.

Los alcaldes municipales no pueden realizar negociaciones con los actores armados del conflicto interno, dicha facultad no está dentro de sus atribuciones.

Si no se trata de negociaciones, porque los gestos humanitarios unilaterales del ELN vienen acompañados de condicionamientos y plazos con fechas de cumplimiento.

Si se tratara de diálogos y acercamientos con fines netamente humanitarios, para que estos fueran viables, efectivos y puedan alcanzar resultados positivos y permanentes, ustedes deberían como comisión humanitaria en que se han constituido cumplir algunos requisitos mínimos como son: neutralidad, imparcialidad, transparencia y algo de confidencialidad.

Es de público conocimiento que ustedes no cumplen con ninguno de estos requisitos.

Si bien fueron elegidos por sus comunidades y deben defender ante todo los intereses de estas, también por el cargo que ocupan, representan al estado central y le deben obediencia al mismo.

Además por las simpatías ideológicas y de las presiones de los actores armados que predominan en algunos de sus municipios, lo cual se vio reflejado claramente en los términos del acuerdo a que llegaron con los señores del ELN, los cuales lógicamente han generado una gran polémica que en nada contribuye a sus supuestos fines humanitarios.

Señores alcaldes: reflexionen sobre la forma en que están llevando a cabo este proceso, la publicidad, el protagonismo y la presión en beneficio de los intereses estratégicos del ELN, hacia el gobierno nacional, neutralizan y desvirtúan cualquier motivación humanitaria.

Debido a esto nosotros consideramos que los acercamientos y diálogos con ustedes serían inconducentes y no beneficiarían en nada a las comunidades del oriente antioqueño, esperamos por el beneficio común que ustedes examinen y reorienten el proceso"


Gobierno.

Debemos decir la reacción del Gobierno central a través del Ministro del Interior y del Alto Comisionado de Paz de la Presidencia de la República. No fue muy afortunada la discusión con el Ministro, pues sólo se expusieron de su parte las razones de Estado, cuando el gran argumento de los Alcaldes, es la vida. Mucho más diplomático el Alto Comisionado, propuso un mecanismo de coordinación entre el Proceso de Paz Nacional y la iniciativa de los alcaldes. Este último escenario ha colocado una pausa al proceso regional, cuyos principales efectos han sido eso; diplomacia.

Policía y Ejército.

La reacción de la Policía Nacional y de las Fuerzas Armadas, estuvo marcada por un airado pronunciamiento hacia lo que consideraron era una fricción entre instituciones y competencias del Estado, y una desatención hacia la institución policial. Pensamos que esta postura, igual es un aporte en el sentido de contribuir al debate político territorial, generado por los alcaldes.

Acompañamiento Humanitario.

En estricto sentido, no ha sido constante ni formal la presencia de instancias humanitarias nacionales o internacionales. Sin embargo, la iglesia y la comunidad internacional, al igual que la Defensoría del Pueblo, saludan los esfuerzos y avances en favor de la población civil, indiscutible destinataria del proceso.

Comunidades.

Cada municipalidad ha reconocido con su alcalde, la oportunidad que el proceso brinda para la construcción de convivencia, disminución de la intensidad del conflicto sobre la población civil, horizontes de reconciliación, y consolidación de participación comunitaria a través de las Asambleas para la Paz que se han instalado en varios municipios del Oriente Antioqueño.

Resultados y Esperanza.

Durante los últimos tres meses, en la mayoría de las localidades disminuyeron los homicidios y las masacres, igual sucedió con las acciones contra la infraestructura vial. Existen mínimos de confianza frente al hecho de que las tomas a los municipios se hayan suspendido, por parte de uno de los grupos de guerrillas que más desestabilización causa en la región. El efecto desplazamiento ha reducido considerablemente, al igual que se percibe disminución del secuestro.

Los funcionarios públicos de las administraciones municipales, dicen mejoría en sus labores y servicio en áreas rurales y de localidad. Pero indudablemente, el gran reto y el gran avance, consiste en haber establecido una variable a la lógica de la guerra y la negociación política, desde liderazgos locales y de región; donde la prioridad es la vida y el respeto por el Derecho Internacional Humanitario. Asunto que, en el acontecer histórico de los pueblos y las guerras, afirman preludio de negociación y reconciliación.

Proyección.

Nuestro ejercicio se ha posicionado en el contexto de guerra y paz de Colombia. Vincula reflexión de comunidades, actores armados, negociadores y sectores sociales, que normalmente pierden visión -y obviamente esperanza- por el autoritarismo y el centralismo que hasta ahora caracteriza la posible terminación de la guerra.

Aprendizajes.

- El gobernante inmediato del ciudadano, en el sistema político colombiano, es el alcalde. Razón por la cual, éste deberá ser puente que reconstruya la institucionalidad resquebrajada; Lo que a su vez, pasa por la recuperación de confianzas individuales y colectivas, hacia el universo de lo público.

- Ningún asunto reclama tanta prioridad en Colombia, como la supervivencia, vía reconocimiento de la dignidad. Empresa que requiere asumir la existencia de muchos colombianos dentro de la guerra, en medio de la mayoría de los colombianos, que no la hacen. De donde surgen responsabilidades hacia proyectos de negociación y reconciliación, que no ejecutará nadie diferente a los colombianos.

- Poderes centrales que no desprecien las regiones, pueden aprender más temprano que tarde, de los ductos que la descentralización ofrece. Así, un ciudadano que accede mediante procesos de identificación, a esos centros de poder, y en el ejercicio de esté, se siente referenciado; será, inevitablemente, aliado del pacto social que construye país.

- Los escenarios de crisis son la gran oportunidad para disponer transformaciones sociales. Asunto que vincula, morigerar y en lo posible desechar -para el caso colombiano- el factor que más violencia ha generado en los últimos ochenta años; la exclusión. Está, amenaza con desaparecer cualquier vestigio de ciudadanía, pues recientemese ve asistida por la otra gran protagonista; la arrogancia.

Posdata.

Apostar a ceder gobernabilidad, a acercar al marginado, a dibujar en colectivo… permite con holgura, entender que asistimos a la gran aventura: "terminar de atravesar el túnel; que estamos muy cerca del otro lado. Y aceptar, con mucha dignidad, que hoy en ese túnel, transitamos la parte más oscura".


DDHH en Colombia

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Este documento ha sido publicado el 10feb02 por el Equipo Nizkor y Derechos Human Rights