EQUIPO NIZKOR |
|
11sep09
La confesión de los paramilitares
Macabras, por decir lo menos, las confesiones que hicieron los paramilitares desmovilizados en el proceso de paz que adelantaron con el Gobierno y que les permitió acogerse a los beneficios judiciales contemplados en la Ley de Justicia y Paz promovida por la actual administración.
Según las cifras entregadas por la Unidad de Justicia y Paz de la Fiscalía General, los paramilitares desmovilizados han confesado el asesinato de por lo menos 24.000 personas, la desaparición forzada de 2.047 colombianos, el secuestro de 781 ciudadanos, el reclutamiento de 1.020 menores de edad, el desplazamiento forzoso de 369 comunidades, la participación en 1.556 extorsiones y la comisión de 20 casos de violencia sexual.
Qué clase de imperio, por Dios, habían formado los grupos paramilitares y qué métodos utilizaban para imponer su ley, que llegaron a semejante balance de exterminio, de maldad, de violencia y de desprecio por la vida de los demás. Y cómo el país y las autoridades, porque esto se hizo a la luz de mucha gente y con, por lo menos, la tolerancia de muchos funcionarios, militares y dirigentes políticos, guardaron silencio ante semejante brutalidad.
Es que desaparecer 24.000 personas no es fácil y menos aún enterrarlas en fosas comunes, sin que alguien o alguna autoridad se de cuenta y haga las diligencias del caso para iniciar siquiera una investigación preliminar. Qué alianza tenían esos grupos paramilitares con la sociedad de buena parte del país o qué clase de anestesia les habían aplicado que a todos les parecía bien asesinar y tirar a una fosa a todo el que pusiera en su camino.
Por eso, nos parecen aterradoras las cifras que acaba de entregar la Fiscalía sobre los delitos cometidos por los paramilitares desmovilizados, pero también nos asusta el silencio cómplice y la participación pasiva de muchas autoridades y personas con responsabilidad política y civil en el que es, no hay duda, el peor episodio que haya vivido el país dentro de su reciente vida institucional.
Ojalá, las sanciones recaigan no solamente en los que cometieron directamente todos estos delitos, sino en los que toleraron por acción o por omisión tanta bajeza, tanta barbarie y tanto desprecio.
[Fuente: Diario del Otún, Col, 11sep09]
 | This document has been published on 28Nov09 by the Equipo Nizkor and Derechos Human Rights. In accordance with Title 17 U.S.C. Section 107, this material is distributed without profit to those who have expressed a prior interest in receiving the included information for research and educational purposes. |