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11dic21
La trinchera de coca que disputan exFarc
Una guerra contra todo lo que se mueva se disputa en las tierras en las que en menos de 48 horas fueron asesinados dos de los cabecillas más conocidos de las disidencias de las Farc, alias “El Paisa” y “Romaña”, para adueñarse de las tres grandes rutas de narcotráfico de Venezuela que son apetecidas hasta por capos internacionales.
La ruta que sale de Arauca al estado venezolano de Apure es en la que estaban asentados los campamentos donde se escondían “El Paisa” y “Romaña” y que, según datos de inteligencia policial revelados por EL COLOMBIANO, eran escenario de las reuniones que estos sostenían con los capos de Los Balcanes.
Pero en Venezuela habría dos rutas más apetecidas para sacar coca, mover combustible, contrabando y ganado –las del sur del lago de Maracaibo y la de los estados de Amazonas y Barinas– que estaban siendo colonizadas por el Frente 10 y el Bloque Suroriental de las disidencias de Farc, a quienes no les interesaba negociar con la Segunda Marquetalia de “Iván Márquez”, pese a su aparente simpatía por sus orígenes en las filas de la extinta guerrilla.
En este convulso escenario también opera el frente Domingo Laín Saenz, del Eln, que históricamente ha tenido presencia fuerte en los siete municipios de Arauca. Este sería el grupo armado ilegal con el verdadero poder sobre la frontera, y que llevaría la “fiesta en paz” con los disidentes de Gentil Duarte.
El ingreso de la Segunda Marquetalia por Apure fue el que habría desatado la guerra con Gentil Duarte, quien –según hipótesis de las autoridades– estaría detrás de los asesinatos de “El Paisa” y “Romaña”. Sin embargo, no se descarta que para ese golpe haya existido colaboración de inteligencia militar colombiana y hasta de mercenarios detrás de recompensas.
Declaraciones de fuentes venezolanas advierten que, desde el 2019, la Segunda Marquetalia se estuvo moviendo entre los estados de Zulia, Táchira, Apure, Amazonas y Barinas, ante los ojos del Ejército Bolivariano, sin lograr afincarse por completo.
Pero fue en el municipio de Rómulo Gallegos, en el estado de Apure, donde se instalaron los campamentos de “El Paisa”, quien tenía la misión de expandir a la Segunda Marquetalia, fiscalizando las rentas del narcotráfico y entrenando a reclutas colombianos, ecuatorianos y venezolanos, a los que atemorizaba con malos tratos para posicionar su autoridad.
¿Por qué en esa zona de Apure? La respuesta está en la poca vigilancia militar en la frontera, lo que hace de este cruce una tierra de nadie. Investigadores venezolanos consultados por EL COLOMBIANO califican este paso como una frontera artificial donde la autoridad la ejerce la ilegalidad.
Apure es el estado vecino de Arauca, departamento que aunque lleva dos años declarado como libre de coca, según el informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, es la ruta expedita para exportar la cocaína producida en otras regiones del país.
De hecho, el jueves pasado la Fuerza Aérea Colombiana inhabilitó una pista ilegal para narcovuelos en Arauca, y en abril de este año, la organización FundaRedes documentó nueve pistas ilegales en el municipio de Rómulo Gallegos. Desde estas pistas se exporta coca hacia Centroamérica por el llamado Arco de las Antillas y hacia Europa, haciendo paradas en África.
Esto explicaría los “cientos de miles de dólares” que hallaron en el campamento de “El Paisa”, como dijo el general Jorge Luis Vargas, director de la Policía Nacional, cuando advirtió tener altas probabilidades de la muerte del excomandante de la columna Teófilo Forero.
Tampoco se descarta que el interés de “Iván Márquez” era expandir su operación narcocriminal hasta el llamado Arco Minero del Orinoco, una de las zonas biodiversas más perseguidas por grupos ilegales, y donde organizaciones sociales han denunciado este año la presencia de hombres y mujeres con brazaletes de disidencias de las Farc, que amenazan a pueblos indígenas.
Estos planes no le funcionaron, pues se ha resaltado que “Márquez” no tiene el poder suficiente para posicionar a la Segunda Marquetalia. De hecho, para algunos investigadores este grupo quedó desmantelado con la pérdida de sus fieles coequiperos, pues no tendría más de 796 integrantes entre Colombia y Venezuela. Indepaz, de hecho, ha documentado que sus estructuras tienen menos de 30 personas.
El incierto paradero de “Iván Márquez” le devolvería a Gentil Duarte el control sobre Apure, un vasto territorio muy poco poblado que es retaguardia perfecta para calibrar sus finanzas y fortalecer el accionar criminal de las disidencias que mantienen en jaque a la población de ambos países
[Fuente: El Colombiano, Medellín, 11dic21]
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