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10ene05
Los Hnos Orejuela proponen dar la lista de 64 personalidades ligadas al narcotráfico a cambio de la tranquilidad de su familia.
Todo sea por la familia. Sí: los hermanos Gilberto y Miguel Rodríguez Orejuela, los capos narcos del desarticulado Cartel de Cali, ofrecieron a la Justicia de EE.UU. abrir la boca y delatar a personajes del mundo político, judicial y militar colombiano que estuvieron al servicio del narcoterrorismo a cambio de que esposas, hijos, nietos, sobrinos y otros consanguíneos vivan en paz y lejos de las cortes.
Se sabe, claro, que el clan Rodríguez Orejuela se abría rumbo en el negocio de la cocaína con una chequera bajo el brazo, barajando coimas hasta lo más alto del poder del Estado.
Gilberto Rodríguez Orejuela terminó en prisión en 1995 sin delatar jamás a las altas personalidades a las que supo endulzar. Pero, todo cambia.
Ahora, en una jugada de "ajedrecista", como se conoce a Gilberto, preso en una cárcel del estado de Florida, el confeso narcotraficante hará que su sobrino (hijo de Miguel), William Rodríguez —prófugo de la Justicia y requerido también por Estados Unidos—, entregue un primer listado con 64 nombres de personas que sirvieron a sus intereses, entre los que se encuentran políticos, militares, magistrados y periodistas.
En un artículo titulado "Que tiemblen los políticos", la revista Semana publicó ayer el escrito entregado el 7 de diciembre por el abogado de los narcotraficantes a la Corte del Distrito Sur de Florida con la propuesta del acuerdo judicial que busca poner a sus familiares a salvo de futuros procesos por tráfico de drogas.
Gilberto fue extraditado a los Estados Unidos el mes pasado y Miguel está en el proceso de ser entregado a la Justicia estadounidense. Ambos desataron el mayor escándalo político de Colombia al entregar cinco millones de dólares para financiar la campaña que llevó al poder al presidente Ernesto Samper Pizano en 1994.
A cambio de dar esa información a Washington, los Orejuela buscan la tranquilidad de sus 15 hijos, 21 sobrinos, 30 nietos, esposas, yernos y nueras de los ex jefes del Cartel de Cali, señaló la revista Semana.
En el documento, el abogado de los Orejuela afirma que ambos narcos están "dispuestos a declararse culpables de los cargos formales y quieren voluntariamente llegar a un acuerdo, aceptando sin discutir que se les imponga una sentencia de vida".
El acuerdo está sujeto a la entrega de William Rodríguez a la Justicia norteamericana a cambio de una condena reducida no mayor de 10 años por un solo cargo de narcotráfico.
"William debe entregarse a las autoridades de Estados Unidos y declararse culpable en el caso de Miami para ser sentenciado a no más de 10 años con la posibilidad de que se acepte una colaboración futura en casos de corrupción o terrorismo", añade el texto.
El sobrino en cuestión es buscado por las autoridades estadounidenses por ser considerado el dueño de las riendas del cartel después de que los hermanos Orejuela fueron arrestados en Colombia en 1995.
Nadie duda del terremoto político que podría desencadenarse si los Orejuela destapan la olla. En juego está información veraz sobre terrorismo y narcotráfico y algunos de los peores episodios de este tipo registrados en Colombia, como el incendio y destrucción del Palacio de Justicia en 1985, en el cual murieron más de cien personas, incluyendo once jueces de la Corte Suprema que tenían a su cargo el estudio de la extradición de narcotraficantes.
Claro que el acuerdo judicial no incluye la delación de otros narcos. Eso sería muy peligroso y podría poner en peligro a su numerosa familia, motivo del acuerdo y a la que en definitiva se pretende proteger.
Por eso el documento deja bien en claro que los hermanos "no están dispuestos a dar cooperación de otros narcotraficantes para que se les rebajen las sentencias; al contrario, están dispuestos a declararse culpables con el conocimiento de que cada uno de ellos tiene más de sesenta (60) años; sin embargo, quieren un acuerdo para servir una sentencia que los va a ver morir encarcelados en los Estados Unidos". Nadie arriesga aún si EE.UU. aceptará la propuesta.
[Fuente: Clarin, Bs As, Arg, 10ene05]
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