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21sep13
'Marquitos', el capo más temido en toda la Costa
Marcos Figueroa montó un imperio del crimen en La Guajira. Sombra sobre Jorge Oñate.
La volqueta impactó de frente contra el muro de la cárcel distrital de Santa Marta, que por el golpe se vino al suelo. Por el hueco salieron corriendo cuatro reos. Uno de ellos era Marcos Figueroa García, quien 15 años después sería reconocido como uno de los hombres más poderosos del bajo mundo de la costa Atlántica y del país.
Esa noche de junio de 1998 -cuando logró fugarse- fue la última vez que el capo de capos de La Guajira puso un pie en una cárcel. Eso, pese a que el hombre al que llaman 'Marquitos', el 'Intocable' o el 'Mampano' está relacionado, según las autoridades que le siguen la pista, con múltiples crímenes, contrabando de gasolina y tráfico de estupefacientes.
Y lo más grave es que los archivos judiciales de esa fuga y del proceso que lo llevó a la cárcel, por receptación (tener o manejar bienes de origen ilícito), no aparecen.
De esos alcances es su capacidad de corrupción. "Fuimos a Santa Marta a buscar el proceso por el que estuvo preso, para empezar a documentar su recorrido criminal, y los archivos no aparecieron. Lo mismo pasó en Barranquilla", dice un investigador que trabaja en el caso de Figueroa.
Uno de los capítulos más conocidos del dossier de 'Marquitos' lo comprenden tres homicidios ocurridos en el 2012. Se trata de las muertes en Valledupar del político Efraín Ovalle, la exalcaldesa de Barrancas (La Guajira) Yandra Brito y el señalado contrabandista Dany Deluque Taborda.
Según la Fiscalía, esas muertes tienen un común denominador: fueron realizadas por un joven de 20 años, señalado de pertenecer a la 'bacrim' de La Guajira. El señalado sicario, Diomedes de Jesús Villamizar, fue acusado por los asesinatos de Yandra Brito y de Efraín Ovalle.
Él está preso desde el año pasado y, según un informe de balística de su expediente, las vainillas recogidas en el lugar del crimen de Deluque fueron disparadas por la misma arma con la que mataron a Ovalle, exconcejal de La Paz (Cesar).
Los expedientes de los tres casos apuntan a que los autores intelectuales de esos crímenes habrían acudido a 'Marquitos' Figueroa, quien habría dado las órdenes mortales a Diomedes.
Según informes de Inteligencia, Figueroa está protegido por un ejército de hombres armados -más de un centenar- en la ranchería Los Cuchicheros, entre Riohacha y Maicao, donde algunos indígenas lo esconden.
Desde hace un mes, un video que es popular en Valledupar ha atraído la atención de los investigadores. Se trata de una parranda en la que el cantante Jorge Oñate, uno de los más reconocidos juglares del vallenato, manda un mensaje al "perrero de los malcriados, Marquillos".
Los documentos de la Fiscalía sobre Figueroa aseguran que 'Perrero de los malcriados' es la manera como el capo "se hace nombrar entre los músicos" de la región.
En la canción Descarga de besos (grabada en mayo del 2012), Oñate saluda también a 'Tito' Figueroa, quien para los investigadores sería Milton Alejandro Figueroa, sobrino de 'Marquitos' y quien tiene orden de captura por el homicidio de la exalcaldesa Yandra Brito.
Un hijo de Oñate y dos familiares son investigados por el crimen del político Ovalle, quien era primo del 'Jilguero de América'. Así lo reveló EL TIEMPO en un informe del 30 de septiembre del año pasado. Según testimonios de dos 'urabeños', el crimen tendría que ver con un enfrentamiento político en La Paz.
"Eso no fue por política. Son cuestiones de negocios personales de ellos, que venían desde hace tiempo con muchos problemas", le dijo el cantante a El Espectador hace 15 días.
Estos asesinatos tan solo ocupan unas páginas del documento con el que la Sijín y la Fiscalía están a punto de pedir una nueva orden de captura contra Marcos Figueroa.
Según las autoridades, es claro que este capo, de quien se conoce solo una fotografía, tomada hace una década, es la ficha central de decenas de homicidios y de alianzas criminales en la región norte de la sierra nevada de Santa Marta.
El ataque a una patrulla de Migración Colombia, en el que murieron dos funcionarios y dos policías; las amenazas a León Valencia y Ariel Ávila (investigadores de la Corporación Nuevo Arcoiris) y al periodista Gonzalo Guillén, y hasta el reciente secuestro de dos españoles tienen su sello criminal.
Denuncian amenazas
Los familiares del político Efraín Ovalle llevan más de 20 días en el extranjero, luego de que denunciaran un plan para asesinarlos. Las amenazas vienen de un grupo ilegal de La Guajira y se han extendido también a los investigadores del homicidio de Ovalle.
[Fuente: Por Redacción justicia, El Tiempo, Bogotá, 21sep13]
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