EQUIPO NIZKOR |
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6sep02
Denuncian el tratamiento que reciben integrantes de la nueva red de informantes.
Aquí les va un importante mensaje para nuestra seguridad. Espero que lo lean y lo reenvíen. También envío la trágica historia de la recompensa que recibió Ana Milena Isarralde, Ingeniera Industrial, en la ciudad de Manizales.
La campaña de DENUNCIE y LLAME YA! que se promueve en todo el país promete aumentar nuestra seguridad de una forma muy sencilla. PERO ANTES DE USAR EL DEDO TENGAMOS EN CUENTA UNAS OBSERVACIONES PARA NO IR A METER LA PATA.
La persona que recibe la llamada es un operador o agente que no tiene ningún rango alto ni mediano. Es decir, que cuando nos prometen confidencialidad están contando de antemano con la prudencia de todo el personal encargado. Lo cierto es que al menos uno de los operadores sabrá que usted hizo la llamada. ¿Que cuál es el problema?:
- Si hay recompensa quiere decir que hay dinero de por medio. ¿Sabe usted cuántas redes de atraco y extorsión conformadas por agentes y suboficiales del DAS y de la policía se descubren cada año? Si usted recibe dinero, ellos pueden saberlo...
- Si hay recompensa, es porque hubo capturas. ¿Sabe usted cuántos guerrilleros hay infiltrados en los organismos de inteligencia del Estado? Si capturan a alguien, usted entra en el programa de recompensas y tal vez también entre en la lista de "objetivos militares" de la guerrilla.
- A todo lo que tenga que ver con guerrilla los organismos de seguridad le meten todo el aparataje de rastreo, así que hacer denuncias anónimas es prácticamente imposible. Llamadas, cartas, e-mail, todo esto es rastreable.
- Si usted da información que conduzca a la captura de un miliciano o un guerrillero AUTOMATICAMENTE se convierte en sospechoso de ser cómplice. "¿Por qué sabía?", "¿Desde cuándo trabaja con ellos?", "¿Lo "dedujo"... no nos crea tan g...?", "¿Quiénes son los otros?", "¿Cuál es el jefe y que otros planes tienen?"...
Esas fueron algunas de las preguntas que le hicieron a Ana Milena Isarralde en las 2 semanas que estuvo detenida luego de que su esposo llamara al 123 a denunciar a un vecino suyo de Manizales. Ella sospechaba del vecino por varias razones y convenció a Juan Gabriel Gamboa, su esposo, de hacer la denuncia. El vecino resultó ser un cabecilla miliciano que estaba siendo buscado por la fiscalía y se escondía bajo una falsa identidad. Ahora, Juan Gabriel completa dos meses detenido aunque no han encontrado pruebas que lo vinculen con la subversión y la fiscalía dice que tiene 36 meses para definir su situación y culminar la investigación. Que bonita recompensa.
Ana Milena no puede visitar a su esposo porque tuvo que dejar su casa y esconderse pues tiene a los milicianos detrás. ¿Como se dieron cuenta que ella hizo la denuncia?. Nadie lo sabe pero cuando la dejaron en libertad encontró un panfleto amenazante en su casa y la puerta y ventanas abaleadas. Para colmo de males, los periódicos y noticieros le cerraron las puertas y su tragedia solo fue publicada en una emisora de A.M y allí le prometieron hacerle una nota semanal hasta que su esposo recobre la libertad pero cuando iba para la segunda entrevista ni siquiera la dejaron entrar a la emisora.
Después, alguien (un periodista) le contó que en la emisora habían recibido un fuerte jalón de orejas e incluso amenazas, pero no de la guerrilla sino de los dueños de la cadena radial a nivel nacional quienes argumentaron que la campaña de "DENUNCIE YA" estaba costando mucho dinero y que publicar la historia de Ana Milena podría derrumbar la campaña. "Usted no es la única. A ellos no les importa la gente sino la plata", le dijo el periodista.
Ahora Ana Milena está contando su tragedia por el único medio donde no la han podido censurar: Internet. Ella pretende liberar a su esposo y prevenir a las personas sobre este tipo de campañas que utilizan la buena voluntad y la ingenuidad de la gente.
Juan Gabriel Gamboa está en manos de la fiscalía pero con el estado de Conmoción Interior, las personas que sean detenidas a partir de ahora pueden ser recluidas en una brigada sin que nadie lo sepa.
Ana Milena no esta sola. Usted y yo, todos, podemos hacer que se conozca su historia y evitarle ese mismo infierno a otras personas. Podría sucederle a cualquiera de nosotros o a algún familiar nuestro. Apoyarla es apoyarnos entre todos.
No es justo y es inaudito que el Estado nos utilice inescrupulosamente como conejillos de indias y carne de cañón para enfrentar su guerra y colocar
A la población civil como blanco de todos los actores del conflicto empezando por sus propios agentes.
[Fuente: Prensa del Colectivo de Abogados Alvear Restrepo, Bogotá, Col, 6sep02]
DDHH en Colombia
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