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21sep07
Lula y Chávez analizaron un encuentro con las FARC en Brasil
La iniciativa nació del presidente Lula da Silva. Y la analizó ayer con su colega Hugo Chávez: Brasil podría ser uno de los territorios elegidos para un eventual encuentro entre el jefe de Estado bolivariano y la dirección máxima del grupo guerrillero. La charla ocurrió en una cumbre en Manaos donde, después de varias divergencias que llegaron a tomar estado público, el caribeño y el brasileño lograron recuperar el mejor momento de las relaciones personales y como gobernantes. Más allá de que prospere o no esa cita en Brasil, la oferta fortalece un consenso regional e internacional sobre la necesidad del canje humanitario de prisioneros, de uno y otro lado, que prácticamente lo hace irreversible.
Chávez fue designado como mediador por Colombia ante la guerrilla, para lograr un acuerdo que permita el canje de medio millar de militantes y medio centenar de secuestrados en manos rebeldes, entre ellos la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt y tres norteamericanos. El procedimiento para este "intercambio" debería ser discutido en un encuentro entre la dirección guerrillera y los negociadores designados.
Al cierre de esta edición Chávez le confirmó a Clarín que su reunión con el comandante rebelde Raúl Reyes se realizará el 8 de octubre en Venezuela. Esta es una opción que había sugerido Piedad Córdoba, la "facilitadora" elegida por el propio Uribe para trabajar con el gobierno venezolano.
Todos fueron muy cautos. Chávez evitó referirse al tema antes de entrar a su reunión con el presidente Lula. "Después lo conversamos", dijo a los periodistas. A su vez, el canciller Celso Amorim señaló que el tema fue conversado pero de forma "colateral". Pero admitió que Brasil había reiterado la oferta de poner el territorio brasileño a disposición de su colega de Caracas y de las FARC para realizar aquella primera cita de negociación. "Pero esto no es nuevo. En realidad, ya le hicimos una oferta semejante al presidente Uribe. Ahora, nosotros queremos respaldar las gestiones mediadoras de Chávez y por otro lado coincidimos con él en que no puede haber ninguna clase de negociación que no incorpore la plena aceptación del presidente Uribe".
Bogotá ya ha señalado que no quiere que la cita entre Chávez y Reyes se realice en territorio colombiano. Es por eso que Lula sugiere que sea en Brasil. Esto tendría implicaciones políticas y regionales importantes por la propia naturaleza de los actores que participan de estas conversaciones, particularmente las FARC.
Aunque Colombia auspició la participación de Chávez, es sabido que no observa con satisfacción un despliegue geopolítico de esta magnitud en la región. Es tal vez por eso que Chávez estuvo cauto al respecto con la prensa y sostuvo que todo será objeto de interconsultas con Bogotá. Uno de sus funcionarios remarcó ayer Clarín: "Nosotros no vamos a dar un paso que implique alguna ilegalidad. Chávez actúa como mediador de buena fe".
Lo cierto es que, según la mirada de observadores que siguen esta crisis, será muy complicado para Bogotá rechazar el convite de Brasil y su apoyo a la mediación del venezolano debido al carácter humanitario de la operación que lleva adelante Chávez y que realiza a pedido de la propia Piedad Córdoba. Para esas mismas fuentes, tanto Caracas como Brasilia ven en esta coyuntura la posibilidad real de un giro en la crisis colombiana que desbarate el Plan Colombia de EE.UU. y se aleje así definitivamente cualquier riesgo de un incremento de la intervención norteamericana en la cuestión.
No es casual que ayer, justamente cuando se realizaba esta cumbre, el Ministerio de Defensa de Colombia advirtió que no realizarán ningún tipo de cambio en las operaciones militares en marcha sino que serán incrementadas en relación a un posible viaje de guerrilleros hacia la capital venezolana para sostener un diálogo con Chávez.
Es que justamente en el camino a la conferencia amplia entre las FARC y los negociadores que podría realizarse en Brasil, habrá una importante escala previa clave. Es el antedicho encuentro entre el mandatario venezolano y Reyes, el segundo comandante de la guerrilla prevista prevista para el 8 de octubre.
El dirigente guerrillero le dijo a Clarín el mes pasado, en una entrevista exclusiva en la selva, que estaban dispuestos a dialogar con el jefe de Estado venezolano. Y por primera vez sostuvo que, si hay un cambio de gobierno en Colombia hacia un régimen social demócrata en Colombia, ellos estarían dispuestos a acompañar esa experiencia. Esa declaración generó un enorme debate entre los políticos colombianos porque en, sus máximos alcances, implicaría una reversión del estado de violencia que sufren grandes zonas del país.
[Fuente: Clarin, Bs As, Arg, 21sep07]
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