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08jun12


La periodista Claudia Julieta Duque se ratifica en el contenido de la información publicada por La Silla Vacía en fecha de 07 de junio de 2012 bajo el título "Relevos en CTI de la Fiscalía develan presiones en caso Sigifredo López"


La periodista Claudia Julieta Duque mantiene y se ratifica en el contenido de la información publicada en La Silla Vacía el 7 de junio de 2012 bajo el título "Relevos en CTI de la Fiscalía develan presiones en caso Sigifredo López", no procediendo su rectificación por las siguientes razones objetivas y fidedignas:

1. Martha Rodríguez Ladino fue notificada de su envío por seis meses a un cargo inexistente en el departamento de Cundinamarca, hecho que fue reversado para convertirse en un ascenso, luego de que la Oficina de Personal ordenara la revisión de tal acto. Lo anterior suscitó un conato de renuncia de varios funcionarios del CTI adscritos a la División Nacional de Criminalística de la que ella era jefa. Incluso tuvo un almuerzo de despedida el pasado viernes.

2. En el "acta de recolección de la muestra de voz" de Sigifredo López, firmada el pasado 28 de mayo por las peritos asistentes, el fiscal 38 de Derechos Humanos, el sindicado y su defensor, así como por el Ministerio Público, una de las peritos del área de Acústica dejó constancia de la existencia del riguroso protocolo que debe regirse para estos casos, el cual fue adoptado mediante resolución número 2739 del 28 de junio de 2005, la cual se encuentra en la página web de la Fiscalía General de la Nación. Para ello además fue diseñado el Manual Único de Criminalística, que de las páginas 99 a 103, explica los procedimientos a seguir.

3. Pese al título del documento en mención, la perito Bertha Pérez del CTI dejó constancia de que "esta no es una diligencia de toma de muestra de habla para cotejo de voz. Esta es una grabación vía directa que se le hizo al señor Sigifredo López Tobón", la cual, según sus palabras, se realizó "a solicitud de Directora Nacional del Cuerpo Técnico de Investigación".

4. Los argumentos técnicos llevaron a Alfredo Montenegro, abogado defensor de Sigifredo López, a asegurar que "la defensa deja constancia, tal como lo ha señalado la señora perito del CTI, que acá asistimos a la recolección de una entrevista radial hecha por el sindicado, más no a la recolección de una prueba que sirva para cotejo voz, en minucia detallado (...) por esta razón considera la defensa que esta grabación de una entrevista no es un medio idóneo para este cotejo de voz y menos que esta entrevista pueda ser enviada al FBI, como lo ha dejado sentado en esta acta la Fiscalía. (...) Queda en claro entonces que no estamos frente a una prueba técnica de cotejo de voz, sino ante una simple recolección de una entrevista que la defensa aún no sabe cómo será utilizada por la Fiscalía, lo que sí queda en claro es que esta evidencia no será la examinada por el FBI, prueba autorizada por el señor Fiscal General de la Nación".

5. En entrevista posterior, el abogado Montenegro afirmó que durante la toma de muestra de voz de su defendido, existió lo que llamó una "actitud sospechosa" entre las funcionarias del CTI presentes en la diligencia. "Me pareció extraña la forma en que actuaron las peritos en el sentido de señalar que aunque no estaban de acuerdo con la forma en que se estaba procediendo para la toma de la muestra de voz, advertían que ellas lo hacían por haber recibido orden de la directora nacional del CTI. En consecuencia, lo que se estaba denotando allí era que el fiscal 38 de Derechos Humanos, a cargo del caso, no estaba direccionando el proceso como corresponde en derecho y que quien lo estaba haciendo, al menos en esa diligencia, era la directora nacional del CTI. Desde mi punto de vista, el fiscal 38 perdió el control del proceso y lo delegó a la directora nacional del CTI al menos para esa prueba puntual".

6. Es claro que sobre este tema hubo requerimientos a la División de Criminalística, de la que depende el área de Acústica Forense. De hecho, en su constancia, Bertha Pérez afirmó que "estas explicaciones que acabo de dar como perito se han manifestado las veces que se han consultado sobre cuál sería el procedimiento tanto a la dirección nacional como al fiscal". Sin embargo, es evidente que los protocolos no fueron seguidos y ello se debió a la orden impartida por la directora nacional del CTI. Este hecho denota una injerencia indebida en el proceso penal.

7. Aunque Martha Rodríguez Ladino no firmó la constancia, ella estuvo presente durante la diligencia y expresó apoyo a sus peritos. Pese a que ahora asegura que su función en la Jefatura de Criminalística no implica necesariamente su participación en la designación de peritos y que éstos pueden ser directamente comisionados por el fiscal del caso, cualquier abogado penalista sabe que un fiscal decreta las pruebas y la policía judicial (CTI) designa a los peritos para practicarlas. En este caso los peritos están adscritos al área de Criminalística.

8. Pese a la negativa de Rodríguez frente a la existencia de presiones por parte de la directora del CTI, las fuentes consultadas para este reportaje ratifican que éstas si se han presentado. Incluso, se han dado reuniones de tipo informal, las cuales fueron insinuadas por la perito Bertha Pérez en su constancia del 28 de mayo, en las que tanto la hoy ex directora de Criminalística como sus peritos han explicado los procedimientos técnicos para la realización de cotejos en las áreas de acústica y morfología.

Claudia Julieta Duque, 08 de junio de 2012


[El artículo en cuestión se reproduce a continuación sin alteración alguna en su contenido original:]

"Relevos en CTI de la Fiscalía develan presiones en caso Sigifredo López"

El viernes pasado, la directora de la División de Criminalística del Cuerpo Técnico de Investigaciones de la Fiscalía, Martha Lucía Rodríguez Ladino, fue notificada de su traslado a la seccional Cundinamarca durante los próximos seis meses para un cargo que ni siquiera existía en el organigrama de la entidad. Y aunque el relevo no implicaba una desmejora salarial para la funcionaria, quien hasta entonces ejercía como segunda persona de mayor rango en el CTI, pasaba así de superior a subalterna de sus compañeros de trabajo.

Rodríguez Ladino venía de ocupar los más altos cargos en las dos divisiones del CTI: la Jefatura de Criminalística y de Investigaciones. Había sido además jefe de los investigadores del Grupo Gaula de la Fiscalía y de las Unidades de Vida de la entidad.

Su trayectoria de 18 años en la Fiscalía General de la Nación, siempre como investigadora, ha hecho que sus compañeros de trabajo la consideren la única mujer "CSI", es decir, experta en manejo de la escena del crimen en la Fiscalía.

Su traslado fue tan irregular que la Oficina de Personal de la Fiscalía General de la Nación ordenó revisar el caso. Por ello, la Directora Nacional del CTI, Maritza Escobar Baquero, decidió el martes en la tarde ascender a Rodríguez Ladino a jefa de la seccional del CTI para el departamento de Cundinamarca, con mayor sueldo y rango en la entidad.

La razón del traslado, según denuncias recibidas por este medio, se debería a presiones por parte de Maritza Escobar Baquero, directora nacional del CTI, en un caso que durante las últimas semanas ha captado la atención de la opinión pública: el del ex diputado Sigifredo López, sindicado del secuestro y homicidio de sus compañeros de la Asamblea del Valle.

Como es sabido, la captura de López Tobón se basó en informes de la División de Investigación Judicial de la Policía (DIJIN) que señalaban coincidencias "no concluyentes" entre la nariz de una persona que aparece en un video que según las autoridades fue hallado en el computador de alias 'Alfonso Cano' y la del ex secuestrado y ex diputado del Valle.

Así mismo, en un supuesto cotejo de voz realizado por la DIJIN y varios informes previos entregados a la Fiscalía 38 de Derechos Humanos, que lleva el caso del homicidio y el secuestro de los once diputados asesinados por las FARC en julio de 2007.

Esto quiere decir que la entidad que ha realizado las labores investigativas en el proceso ha sido, hasta ahora, la DIJIN.

No obstante haber puesto a disposición del Fiscal 38 de Derechos Humanos, Paulo César García López, al personal de expertos en morfología y acústica del CTI, hasta el momento de su traslado, según dijeron fuentes del CTI a La Silla Vacía, Martha Rodríguez Ladino no había recibido designación alguna para practicar pruebas.

Pese a lo anterior, la noche del domingo 27 de mayo, la directora del CTI, Maritza Escobar, ordenó a los peritos de Acústica Forense del CTI -área dependiente de Criminalística que está bajo el mando de Rodríguez Ladino- así como a los jefes de Seguridad e Investigaciones, acondicionar el lugar donde al día siguiente Sigifredo López daría una entrevista al periodista Darío Arizmendi, de Caracol Radio.

Escobar Baquero solicitó que se grabara toda la entrevista para posteriormente embalarla en cadena de custodia y entregarla al FBI, sin tener en cuenta los protocolos establecidos para la realización de cotejos de voz que han sido suscritos por todas las entidades de policía judicial del país.

De hecho, al término de la entrevista con Arizmendi, y en presencia del delegado de la Procuraduría para el caso, Miguel Antonio Carvajal Pinilla, la directora de Acústica Forense, Bertha Pérez Rodríguez, dejó constancia por escrito de que esa grabación no podía ser considerada prueba legal y explicó los complejos pormenores técnicos que deben cumplir los peritajes de audio para casos como este.

La prueba de audio

Pérez explicó que en el mundo existen dos tipos de cotejos de voz: el clásico combinado y el automático. El primero es el usado por todas las policías judiciales de Colombia y España, mientras el segundo es el utilizado por el FBI de los Estados Unidos.

El método clásico combinado utiliza procedimientos y análisis lingüísticos, perceptivos y auditivos que permiten al equipo de expertos preparar la toma de muestras de voz, la cual debe realizarse en cámaras insonorizadas, previo consentimiento del sindicado y en presencia y con autorización del Ministerio Público.

Con anterioridad a la prueba de voz, los mismos peritos deben haber contado con el tiempo suficiente para la elaboración de cuestionarios y textos con los que pueda lograrse que el sindicado pronuncie los fonemas indicativos de coincidencia.

Posteriormente, deben comenzar los análisis con espectrógrafo y equipos de alta tecnología, que tienen que demostrar, primero, que la muestra de voz cumple con los estándares internacionales y, finalmente, si se trata de la misma persona o no.

Fue tal la contundencia de los peritos, que el ex diputado aseguró que "después de escuchar a la señora perito del CTI (…) y con la convicción de inocencia absoluta, quiero muy respetuosamente solicitar a la Fiscalía que sin renunciar a la prueba que ya autorizó el señor Fiscal General de la Nación para enviar al FBI, también me sean tomadas la voz que requieran en los laboratorios y las condiciones que requiera el Cuerpo Técnico de Investigación de la Fiscalía".

En varias oportunidades, la jefa de Acústica Forense aclaró que "fui designada por la directora nacional el CTI pero se explicó que esta no es una diligencia de toma de muestra de habla para cotejo de voz. Esta es una grabación vía directa que se le hizo al señor Sigifredo López Tobón".

Asimismo, la funcionaria dejó "constancia de que esta grabación fue a solicitud de la directora nacional del Cuerpo Técnico de Investigación, quien manifestó ya tener el contacto con la agencia FBI, quienes a su vez le indicaron que esta era la grabación que se necesitaba para proceder a realizar su dictamen pericial".

Según diversas fuentes consultadas al interior del CTI, que declararon bajo la condición del anonimato pues desde hace quince días recibieron una circular de parte de la Jefatura de Calidad de la entidad a cargo de Claudia Janeth Hidalgo en la que se prohíbe contacto alguno con los medios de comunicación, Escobar Baquero ordenó incluso que sus funcionarios se capacitaran ante el FBI, entidad que se rige por un método diferente al utilizado en Colombia.

Cinco días después, Maritza Escobar envió inicialmente a su jefa de Criminalística a un cargo inexistente en la seccional de Cundinamarca y nombró en su reemplazo a Juan Carlos León Lagos, hasta entonces coordinador del área de Identificación del CTI.

León es sobrino del ex director de Contrainteligencia del DAS, Jorge Lagos, condenado por las chuzadas del DAS, y esposo de la directora de Calidad del CTI, Claudia Janeth Hidalgo Díaz, funcionaria que, como su nombre lo indica, debe verificar el cumplimiento de todos los estándares para las pruebas que realizan los funcionarios de la Fiscalía General de la Nación.

¿También en el caso Londoño?

Más grave aún es que las presiones, según las fuentes consultadas, no paran allí: desde el mismo día del atentado contra el ex ministro Fernando Londoño Hoyos, la directora del CTI también habría presionado a sus expertos para que concluyeran en forma extra rápida que las FARC fueron las autoras del mismo.

Pero los peritos del CTI, considerados los mejores en las áreas de acústica, química, física, topografía, grafología, fotografía y morfología, aún trabajan en la identificación del material explosivo hallado en la escena del crimen y sólo hasta la semana pasada encontraron el dispositivo usado para detonar la bomba, incrustado en la piel de uno de los escoltas del ex ministro que resultó muerto en el atentado.

Ante la lentitud de las pruebas técnicas, la directora del CTI decidió nuevamente solicitar el apoyo del FBI, que también se encuentra trabajando en el caso.

Maritza Escobar responde

Maritza Escobar Baquero se encuentra vinculada a la Fiscalía General de la Nación desde 1995. Siendo fiscal en Villavicencio precluyó el caso de Alfredo Iguarán, hermano del ex fiscal General de la Nación, Mario Iguarán, en un proceso que se le llevaba por corrupción en contratos con el Estado. Iguarán la nombró fiscal de la UNAIM y allí logró la captura del narcotraficante Diego León Montoya.

A su llegada al CTI, trasladó a URIs y fiscalías seccionales a 18 de los 26 investigadores que hacían parte del equipo de Amparo Cerón, fiscal jefe de la Unidad Nacional para la Investigación de Funcionarios de la Rama Judicial, lo que en la práctica implicó el desmantelamiento del equipo que investigaba la corrupción en el poder judicial. Recientemente, Escobar había denunciado a Amparo Cerón ante el Consejo de la Judicatura por diferencias personales que la llevaron a dejar su cargo en esa Unidad.

Este medio intentó comunicarse con la fiscal Cerón para verificar si -tal y como lo aseguraron diversas fuentes- esta Unidad había abierto varias indagaciones en contra de Escobar Baquero, pero no fue posible porque se encuentra de vacaciones.

Con Escobar Baquero sí se pudo comunicar la Silla Vacía. En respuesta a las preguntas sobre el traslado de Rodríguez Ladino, la directora del CTI aseguró que la funcionaria "antes está muy agradecida conmigo, creo yo. Se va a ganar más dinero y tiene mayor rango. Ella es una buena funcionaria, pero el suyo es un cargo de confianza, de libre nombramiento y remoción. Yo no tengo nada contra ella, quería que se fuera como Jefe de Criminalística de Cundinamarca pero como no se podía la nombré directora seccional del CTI en Cundinamarca. Las otras opciones eran que ella presentara la renuncia o declararla insubsistente".

Respecto a la toma de muestras de audio a Sigifredo López, Baquero Escobar aseguró que Martha Rodríguez "no tiene absolutamente nada qué ver en ese caso. Las pruebas que se tomaron fueron en el exterior y las que estuvieron presentes durante la entrevista con Caracol fueron fonoaudiólogas del CTI".

La Silla Vacía conoció por varias fuentes que que Rodríguez Ladino sí estuvo presente durante la toma del cotejo de voz a Sigifredo López y que siempre respaldó a sus peritos expertos que consideraban que no se estaban siguiendo los protocolos. Pero ni ella ni Fernando Cervera, Jefe de Investigaciones del CTI, firmaron las constancias dado que no fueron los encargados del embalaje de la muestra.

Según Baquero Escobar, el CTI no ha practicado pruebas en el proceso. "Recoger y practicar una prueba son cosas diferentes. El sindicado pidió que esas pruebas fueran realizadas por el FBI y por eso se tomó esa muestra de voz".

Bastante molesta por las preguntas de La Silla Vacía, Baquero aseguró que está muy satisfecha con los funcionarios que han realizado pesquisas en el caso del atentado contra el ex ministro Londoño Hoyos y que "hay resultados que no le puedo decir ni a usted ni a nadie por reserva de la investigación".

Frente al nombramiento de Juan Carlos León Lagos, la directora del CTI afirmó desconocer el parentesco de éste con Jorge Alberto Lagos, ex director de Contrainteligencia del DAS condenado, y tampoco su matrimonio con la directora de Calidad del CTI, Claudia Janeth Hidalgo.

"Esos datos me los está dando usted y voy a averiguarlos porque me interesan, pero yo no puedo permitir que se ponga en tela de juicio a mis funcionarios. Si el tío, el papá o el abuelo fueron condenados a mí qué me interesa, y qué pena, hasta ahí".

Infortunadamente, no fue posible interrogar a la funcionaria sobre otros aspectos mencionados en este reportaje, pues colgó el teléfono.

Esta historia fue realizada por Claudia Julieta Duque, free lance para La Silla Vacía.

[Nota documental: Artículo originalmente publicado en LaSillaVacia.com el jueves 7 de junio 2012, 1:00 am]

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[Anexo: Acta de recolección de muestra de voz de Sigifredo López Tobón con fines de entrega a las autoridades estadounidenses]


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