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24abr17
"La justicia cuando quiere, puede": Claudia Julieta Duque
Se abre un nuevo capítulo en el caso de la periodista Claudia Julieta Duque, que investigó el crimen de Jaime Garzón. Este lunes fue extraditado de Estados Unidos el exdirector de inteligencia del DAS, Enrique Alberto Ariza, señalado por el delito de tortura agravada, en modalidad psicológica.
"Este año huele a justicia", trinó la corresponsal de radio Nizkor en Colombia después de conocer que la deportación se hizo efectiva. Sin embargo, Claudia Julieta Duque aún no recupera su tranquilidad, y la justicia avanza con la parsimonia aritmética de un paso adelante y tres atrás.
Hace dos meses cuando se movilizaba a declarar en el juicio contra Ronald Rivera y Rodolfo Medina "mi vehículo fue atacado de manera extraña, aparentemente la chapa fue destruida por unos ladrones que no se llevaron nada".
Semana.com habló con la periodista sobre los efectos del paso judicial y le preguntó en qué va la investigación después de una década.
Semana.com.: Este lunes fue extraditado de Estados Unidos el exdirector de inteligencia del DAS, Enrique Alberto Ariza, ¿cómo recibió la noticia?
Claudia Julieta Duque (C.J.D) .: Nos informaron de manera oficial la semana pasada. No fue una sorpresa porque desde el 2014 venimos hablando con las autoridades de Estados Unidos para que se diera la deportación. Este proceso contra Enrique Ariza nace por una reunión que sostuve con el Departamento de Migración -particularmente con la unidad de investigación que previene la entrada de violadores de Derechos Humanos a ese país- que abrió una indagación para determinar si los requerimientos contra él constituían efectivamente una violación grave y establecer si se cumplía con la solicitud para que fuera deportado.
Semana.com.: ¿Cuándo lo capturaron?
C. J. D .: La primera instancia sucedió en marzo pasado cuando fue capturado en Estados Unidos. Finalmente esa decisión fue confirmada la semana pasada este lunes fue deportado.
Semana.com.: ¿Qué significa esa extradición para su caso?
C. J. D .: Es un paso enorme, casi como una recompensa después de muchos años. Es de no creer, de todo lo que hemos luchado es un paso gigante. Sin embargo, es un llamado de atención enorme a las autoridades colombianas que no han sido capaces de detener a dos personas que están prófugas en mi caso. Estados Unidos está demostrando que es posible y que cuando se quiere actuar contra la impunidad se logran las cosas. Aquí en Colombia no hemos tenido la misma respuesta de las autoridades pero esto servirá para que se luche más contra la impunidad.
Semana.com.: ¿Con qué se encontrará Enrique Ariza en Colombia?
C. J. D . Él está siendo juzgado por tortura psíquica agravada -ese es el delito oficialmente- junto a José Miguel Narváez, el ex subdirector del DAS, y Giancarlo Auqué De Silvestri, director de inteligencia de la misma institución. El juicio contra Ariza está muy adelantado porque ya estamos casi terminando la etapa de pruebas. Aunque es posible que el juez le abra un espacio para que él ejerza su derecho a la defensa pese a que esa etapa ya se agotó. Es un tema de garantismo. Sin embargo, también tiene una condena en las llamadas 'chuzadas' pero en ese caso no se hizo nada para capturarlo.
Semana.com.: ¿Quiénes son esas dos personas que están prófugas?
C. J. D .: Giancarlo Auqué De Silvestri, es uno de ellos. Él estuvo preso por las llamadas chuzadas y fue condenado. A pesar de que tenía una orden de captura por tortura en mi contra. Cuando él cumplió la pena el Juzgado Sexto lo dejó en libertad de manera irregular pues tenían conocimiento de la existencia de otra orden de captura. Entre el Inpec y el Juzgado facilitaron la fuga de este señor que está fuera del radar de la justicia desde enero del 2015.
Semana.com.: Y... ¿Quién es el otro...?
C. J. D .: La persona prófuga es Rodolfo Medina Alemán, jefe de contrainteligencia del DAS, que hace parte de un juicio dividido en dos y en él también se investiga a Ronald Rivera que fue detective del Grupo Especial de Inteligencia G3 del DAS. Medina está prófugo de la justicia desde el comienzo, él nunca ha sido capturado. En Navidad del 2013 la Policía de Tránsito lo interceptó, lo multó y lo dejaron ir a pesar de que tenía una orden de captura. A eso se le suma que, su esposa trabaja en la Fiscalía, y fue a una notaría en la Calle 76 con Carrera 15 en plena Bogotá a darle poder a un nuevo abogado y tampoco fueron capaz de capturarlo.
Semana.com.: ¿Qué le preocupa de ese caso?
C.J.D .: El problema es que estamos cerca de una nulidad porque su abogado de confianza alega que Medina nunca estuvo realmente defendido. Si esa nulidad se da, que es una posibilidad muy cercana, será culpa de las autoridades que nunca fueron capaces de capturarlo. Por eso digo que es un llamado de atención enorme pues cuando la justicia quiere, puede y Estados Unidos está demostrando que sí es posible.
Semana.com.: La justicia colombiana ¿en que ha arrojado resultados?
C. J. D .: Aunque ha sido un proceso con altibajos, ha sido muy importante y ha arrojado cosas claves. Por ejemplo, hay tres personas que ya confesaron su participación de tortura en mi contra y que están condenados. Hay un exdirector de inteligencia, un ex subdirector de operaciones y un ex subdirector de desarrollo tecnológico del DAS que fueron condenados en el 2014 después de aceptar cargos.
También fue un gran paso que la justicia colombiana tipificara el delito que me sucedió como de tortura. Fue difícil porque la tortura psicológica nunca antes había sido investigada penalmente como delito único y autónomo. Siempre se juzgaba en conexión con una detención ilegal o una tortura física. Hay cuatro personas vinculadas en Fiscalía entre ellos dos capturados.
Semana.com.: Y... ¿en qué ha fallado?
C. J. D .: Hay compulsa de copias contra Álvaro Uribe desde octubre del 2014 en la Comisión de Acusaciones donde va a morir sin que nunca se adelante nada. También hay una compulsa de copias contra Jorge Noguera, el exdirector del DAS, por tortura desde diciembre del 2011, una investigación que está muerta y paralizada. Cosas que han fallado como haber dejado salir por la puerta de entrada de una cárcel a un tipo que tendría que estar preso. Entre lo que se ha corregido cabe destacar que el caso estuvo paralizado pero hubo un cambio de juez en septiembre del año pasado. Ahora se lleva una dinámica y se ha obligado a dar órdenes de investigación desde el Inpec hasta los propios abogados defensores. Es decir, ha logrado entorpecer esa dinámica de dilaciones injustificadas y el caso está avanzando.
Semana.com.: La tortura psicológica de la fue víctima se dio por una investigación que llevaba por el caso de Jaime Garzón, ¿eso en qué terminó?
C.J.D .: Lo mío es un proceso de tortura y se dio por el tema de Jaime Garzón. Una investigación que realicé y que terminó en el 2004 con la condena a Carlos Castaño como el autor intelectual y la orden de investigar a más de diez funcionarios del DAS por haber desviado la investigación. Sin embargo, aunque ha pasado más de una década esa orden del juez estuvo paralizada hasta que en el 2014 en medio de mi proceso la fiscal que lleva el caso comprobó que mis denuncias eran ciertas.
Así las cosas, ordenó compulsar copias para que se investigaran las razones por las que no se había abierto una sola indagación por el montaje en el caso de Jaime Garzón. En el 2015 se abrió finalmente la investigación que tiene a diez personas del DAS en indagación preliminar y son los que yo había mencionado en mi investigación del 2004. Después de 13 años todavía el país no tiene respuestas de los autores del montaje que desvió la investigación y que casi lo lleva a la total impunidad.
[Fuente: Revista Semana, Bogotá, 24abr17]
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