EQUIPO NIZKOR |
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23mar11
“¡Qué país de mierda!”
Gloria Constanza Gaóna, una juez de Tame, fue asesinada esta semana por cumplir con su trabajo. Otra víctima más de la violencia e intolerancia en un país en donde la vida no vale nada, absolutamente nada. Esta juez llevaba el caso de un teniente de la policía, acusado de haber violado y asesinado a unos menores de edad. Este proceso ha sido denunciado varias veces por los medios de comunicación porque, tal como lo dijera el periodista Daniel Coronell, se han presentado maniobras dilatorias por parte de los abogados.
Es muy grave que hayan asesinado a esta juez y los medios decidan que la noticia de primera página es la de un buey atropellado por un taxi en Bogotá. Es precisamente esa indolencia de los periodistas, quienes por cuenta de los muertos que a diario conocemos, vamos dejando de lado los temas relacionados con la vida de nuestros conciudadanos y acabamos hablando más del buey o la lechuza. O por mencionar otro un caso, a este país lo conmovió más la muerte del hipopótamo Pepe (que perteneció al primo de José Obdulio y que hacía parte de su zoológico en la Hacienda Nápoles) que el crimen de los casi tres mil jóvenes que fueron asesinados por algunos soldados, en los mal llamados “falsos positivos”.
Los niños Torres, asesinados en Tame, tuvieron menos cubrimiento en los medios que la perrita que fue martirizada por dos jóvenes bachilleres de la policía y, de lejos, a este país le importan más los trinos del ex presidente Uribe cazando peleas con quienes se oponen y lo han abandonado, que todos los escándalos que salen a flote a diario.
Hay otro caso aberrante de cómo son los medios en este país: con ocasión de la celebración de los 100 años de El Tiempo, sus directivas organizaron una gran fiesta de gala en unos toldos montados para el evento en el Jardín Botánico. Trago a rodos, comida estupenda, música de Juanes, Vives y Bosé. En fín, eso parecían las bodas de Caná y así lo registraron los medios.
Si el diario El Tiempo y los demás medios le hubieran dedicado las páginas enteras que le dedicaron a esta fiesta a los “falsos positivos”, muy seguramente nuestra justicia no estaría llevando cientos de esos casos a la impunidad como está ocurriendo, por ejemplo, con el caso de Soacha.
Por supuesto se trata de jóvenes pobres, con futuros inciertos, desvalidos, quienes deben competir con una sociedad indolente de personas que creen que el mundo debe girar en torno a ellos y sus fiestas, ágapes y festines.
Me duele mucho pensar que la juez Gaona pasará a ser otra víctima olvidada por un país ingrato, lleno de héroes que mueren a diario en el ejercicio de sus cargos. Qué desgracia de país, en donde vale más la vida de una lechuza, un hipopótamo y una perrita que la de una juez, pues desde ya vemos que estos animales tuvieron más exposición en los medios que el asesinato de la doctora Gloria Constanza Gaona, quien sólo será recordada por su familiares cercanos. ¿Por qué tenían que matarla para que el gobierno ofreciera 500 millones de pesos para los informantes? Por mucho menos la hubieran protegido. ¡Qué país de mierda!
[Fuente: Por Felipe Zuleta Lleras, Kienyke, Bogotá, 23mar11]
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