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06oct07
Corresponsal del Miami Herald se dispone salir de Colombia tras amenazas
Tras sostener un altercado público con el presidente colombiano, un periodista de El Nuevo Herald se disponía a salir de Colombia agobiado por docenas de amenazas de muerte.
Gonzalo Guillén, el colombiano corresponsal de El Nuevo Herald, la versión española del Miami Herald, dijo el viernes a la AP que buscaba irse del país el sábado a más tardar, tras recibir 24 amenazas de muerte en 48 horas.
El periodista, de 55 años, dijo que la oleada de amenazas inició después de la reciente publicación de un libro de memorias de Virginia Vallejo, la ex amante del extinto capo del narcotráfico Pablo Escobar, en el que ella repite sobre unos conocidos rumores de una amistad entre el traficante y el ahora presidente Alvaro Uribe, quien las ha rechazado tajantemente.
El corresponsal cree que las amenazas vienen de un grupo de sicarios al servicio de paramilitares asentado en esta capital.
En el libro "Amando a Pablo, Odiando a Escobar", la autora recuerda conversaciones en las que Escobar recibía ayuda de Uribe cuando éste era director de Aeronáutica Civil a comienzos de los años 80, concediendo licencias para la flota de aeronaves que volaban llenas de cocaína a Estados Unidos.
Después de haber emitido un desmentido oficial negando haber ayudado a Escobar alguna vez o haber sido amigo suyo, Uribe salió el martes por las dos principales cadenas radiales a acusar a Guillén de haber escrito el libro.
"Detrás de esa señora (Vallejo) está Gonzalo Guillén, que ha dedicado una carrera periodística a la infamia y a la mentira", expresó Uribe en radio Caracol.
Añadió que "el señor Gonzalo Guillén no sabe más que buscar mentiras".
El director de El Nuevo Herald, Humberto Castello, confirmó que Guillén estaba recibiendo amenazas desde hace un par de meses, por lo que recibió protección policial que le fue retirada luego de que Uribe lo tildó de "buscar mentiras".
"Estoy muy preocupado porque el presidente Uribe acusa de mentir a un periodista cuya vida está en peligro, y más aún le retira la protección policial. Es equivalente a un acto criminal", declaró a la AP.
Guillén, que ha trabajado como periodista por más de tres décadas y siete años para El Nuevo Herald, insiste que no tuvo nada que ver con este libro y está planeando demandar al presidente por sus afirmaciones.
"Yo no escribí el libro ni lo he leído", aseguró.
El periodista, quien rehusó decir a donde viajaría por temor a que las amenazas lo sigan, cree que el presidente lo eligió a él por un libro que publicó en mayo, "Los confidentes de Pablo Escobar", en el cual dedicó un capítulo a investigar los rumores de una cálida relación entre el presidente y el crimen organizado.
Guillén dijo que desde junio tenía un policía motorizado custodiándolo por amenazas que empezó a recibir. El policía, el día de las declaraciones de Uribe, se ausentó de su puesto, expresó el periodista. "Quisiera que el presidente saliera a decir por qué la agarró en contra mía", dijo Guillén. "Es una clara señal que no hay libertad de prensa en Colombia, ni derecho a la información", agregó.
El secretario de Prensa del presidente no respondió llamadas para inquirir sobre el asunto.
La partida de Guillén de su país natal llama la atención a la precaria condición del periodismo en esta nación andina, en donde los violentos carteles del narcotráfico, los escuadrones de extrema derecha y las guerrillas izquierdistas han matado a periodistas por su trabajo.
Desde 1992, 40 periodistas han sido asesinados en Colombia, según el Comité de Protección a Periodistas con sede en Nueva York. La mayoría de crímenes nunca se resolvieron.
El temperamental Uribe ha tenido repetidas fricciones con la prensa, especialmente los periodistas que lo han presionado en los alegatos de que se alió con paramilitares y narcotraficantes o el supuesto rol de su hermano en las paramilitares de extrema derecha.
[Fuente: Por Toby Muse, La Opinión, Cúcuta, Col, 06oct07]
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