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30sep07
Un militar asegura que dos desaparecidos en el Palacio de Justicia murieron en la sala de torturas.
La información, entregada por un suboficial (r) del Ejército, que dice haber participado en la retoma, podría aclarar suerte de Carlos Rodríguez, administrador de la cafetería, y Cristina Guarín.
En el mismo documento en el que le pide a la Cámara de Representantes que investigue de nuevo la actuación del ex presidente Belisario Betancur el 6 y 7 de noviembre de 1985, la Fiscalía reporta la versión que el testigo entregó el primero de agosto en la Escuela de Caballería.
Precisamente, en la misma instalación a la que habrían sido llevados algunos de los desaparecidos.
Lo que dijo el cabo Édgar Villamizar, 22 años después de los hechos, podría enredar al coronel Alfonso Plazas y a los responsables de la inteligencia militar en la Escuela de Caballería.
Según el hombre, una vez concluida la operación, Plazas dijo: "Cuelguen esos h.p.", en referencia a personas evacuadas de la sede de las cortes.
El abogado Luis Hernando Castellanos, defensor de Plazas, le dijo a EL TIEMPO que en la versión hay serias inconsistencias, como que unidades militares de fuera de Bogotá, a las que el testigo supuestamente pertenecía, sirvieron de apoyo en las operaciones.
"Es una declaración mentirosa que, con seguridad, podremos rebatir", dijo el abogado. Y cuestionó la versión de que un suboficial hubiera conocido órdenes directas del coronel que estaba a cargo de la operación.
Verifican la versión
En un Nissan azul -mencionado por otros testigos como uno de los carros usados por los militares para mover a personas que consideraban sospechosas tras la reseña en la Casa del Florero- supuestamente llevaron al Cantón Norte a varios detenidos.
"Yo era cabo segundo, me dejan de seguridad, cuidando dos personas que acababan de llegar (...) -dijo el militar-. Achury, sargento viceprimero, ya fallecido, me manifiesta que 'a esos perros, ni agua'".
Lo que describe después, que está en verificación, es una historia de terror: "Los colgaban de las manos, les daban golpes en el estómago, con cables les ponían electricidad en cualquier parte del cuerpo, tanto a los hombres como a las peladas (...) A uno le empezaron a echar agua a la altura de las fosas nasales".
Supuestamente era Carlos Rodríguez. El cabo le dijo a la fiscal del caso que 10 o 15 minutos después, Achury le comentó a otro militar: "Curso, curso, se me fue este h.p.".
"Achury temblaba como una gelatina (...) el cuerpo lo envolvieron en un plástico", aseguró el suboficial retirado.
En el mismo momento, según su relato, se adelantaban otros interrogatorios en las pesebreras de la Escuela de Caballería. Dijo que "se escuchaban los gritos de una mujer".
"Yo estaba en la punta de las pesebreras y a un lado estaba el cabo Corredor, del grupo Guías del Casanare (...) Se me acerca Corredor y me dijo: 'Tenaz, de esta mierda yo me retiro'. Estando en eso sale Arévalo (otro militar) y manifiesta: 'manito, la cagué, la cagué'.
Cuando le preguntaron por qué decía eso, según el testigo, la respuesta de Arévalo fue: "Maté esta vieja".
Esa persona, según la descripción de la ropa y su fisionomía, sería Cristina del Pilar Guarín. Sobre ella y Rodríguez, la Fiscalía tiene plena certeza de que salieron con vida del Palacio, pues lo demuestran imágenes de la época.
Aún se trabaja para corroborar el testimonio del cabo Villamizar.
La Fiscalía se basó en otras pruebas del expediente para llamar a juicio al coronel Edilberto Sánchez y a otros cinco militares por la desaparición de diez personas
[Fuente: El Tiempo, Bogotá, Col, 30sep07]
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