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01jun11
El recurso del Procurador
LA providencia de la Corte Suprema de Justicia que le resta valor probatorio a los informes obtenidos de los computadores incautados por la Fuerza Pública, en desarrollo del operativo que dio lugar a la muerte de alias “Raúl Reyes”, en territorio del Ecuador, ha desatado una agria polémica en contra de la corporación judicial y en especial la reacción del Jefe del Ministerio Público, Alejandro Ordóñez, quien, en vehemente alocución en los medios, ha desplegado efusiva oratoria para explicar el recurso que promueve contra esa decisión.
El histriónico Procurador, conocido por sus arrestos de buen Savonarola, protesta e impugna la determinación de la Corte alegando que en consonancia con normas de Derecho Internacional la operación que culminó con la vida del insurgente es legítima y legal, presupuesto del cual se deriva, entonces, la validez de las pruebas que en su desarrollo hayan las autoridades colombianas recaudado en territorio extranjero. Y para sustentar su posición apela a demostrar la semejanza entre este operativo y el cumplido por las autoridades estadounidenses para “asesinar” a Osama Bin Laden.
No acierta el procurador Ordóñez en el símil que utiliza en su discurso, pues al menos en los medios de comunicación de EE.UU., cuando se divulgó la noticia sobre el éxito de la operación ejecutada por los Seals, no tuvieron los comunicadores reato alguno en aceptar que se trató de un asesinato y en términos generales esa fue la interpretación que a los hechos se les dio, a tal punto que son ya varias las propuestas que se hacen para producir una película acerca del “asesinato” del famoso terrorista. Y el procurador americano Eric Holder no ha hecho mayor esfuerzo para rectificar, pues de todas formas quedó claro con el discurso de Barack Obama que en estas disyuntivas el fin justifica los medios. Al contrario, el Procurador colombiano insiste en pregonar que esa acción, en la que cayo muerto “Reyes”, es legítima, lícita y legal y por lo tanto ¡las pruebas que de ella se derivan tienen el mismo valor!
Esa es la diferencia entre la personalidad paranoide propia de la idiosincrasia nacional y la compulsiva actitud gringa de decir la verdad, no importa que se les tilde de cínicos. Es preferible la ilegalidad al desorden, piensan ellos. Y el señor procurador Ordóñez piensa lo mismo, pero se arropa con el traje de la legalidad para disimular la mentira. Al fin y al cabo es fácil predicar desde el púlpito cuando todos son devotos. El respeto por la Constitución es religión y culto, pero cuando sus valores y principios estorban el criterio personal hay que seguir con el dogma mas no con la misma interpretación. Por eso se dice que los abogados se especializan en demostrar que lo blanco es negro y lo negro blanco y de ahí que siempre tengan argumentos para defender sus intereses.
[Fuente: Por Fernando Navas Talero, El Nuevo Siglo, Bogotá, 01jun11]
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