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28ago17
'Timochenko' le habló al país e Iván Márquez a los exguerrilleros
La transformación de las Farc en partido político comenzó este domingo con un hecho simbólico. Por primera vez, un acto importante de esa organización no fue presidido por los siete miembros del Secretariado. En el podio estuvieron solo tres: el jefe máximo de la exguerrilla, 'Timochenko'; Iván Márquez y Joaquín Gómez.
A su lado se sentaron cuatro exguerrilleros. Tres eran mujeres, entre ellas Sandra Ramírez, la compañera sentimental de Manuel Marulanda.
Fue una manera de romper el protocolo de una organización armada que esta semana definirá, en su primer congreso en la legalidad, un tipo de estructura en la que no habrá comandantes, sino dirigentes políticos. En esta nueva etapa de la Farc, los discursos de 'Timochenko' y Márquez -únicos oradores de la exguerrilla- apuntaron a públicos diferentes.
'Timochenko' perfiló ante el país lo que espera del partido político. Y dijo: "Tenemos que tomar conciencia de la amplitud con que debemos dirigirnos a la Nación, sin dogmas ni sectarismos, ajenos a toda ostentación ideológica, con propuestas claras y sencillas".
El jefe de las Farc dejó ver a un político pragmático que parece tomar en cuenta la necesidad de esa exguerrilla de ganarse un lugar entre el electorado. De hecho, afirmó: "No necesitamos convencernos de que somos revolucionarios, sino sumar más y más gente al proceso por las grandes transformaciones del país".
El discurso de Márquez, en cambio, estuvo más dirigido a los 1.200 delegados de las Farc que participan en el evento fundacional del partido. Son ellos los que, al fin y al cabo, definirán los principios del movimiento.
Márquez hizo un balance crítico de la implementación de los acuerdos, de lo que se ha cumplido y de lo que no. Y habló de "un partido revolucionario, que al tiempo represente una opción política para los problemas cotidianos de la población".
Además, reivindicó las demandas históricas de las Farc y dijo que como partido aspiran a transformar el Estado y el orden social existente.
Márquez y Timochenko coincidieron en la importancia de la reconciliación nacional y de la convergencia con otras fuerzas para impulsar, en el 2018, un gobierno que apoye el acuerdo de paz.
Pero, más allá de las coincidencias, este domingo se perfilaron con claridad dos tendencias: la de Timochenko, que apuesta a que las Farc se sintonicen con un electorado que transcienda sus bases tradicionales, y la de Márquez, que apunta a la construcción de un movimiento social capaz de impulsar, desde abajo, grandes transformaciones nacionales.
[Fuente: Por Marisol Gómez Giraldo, El Tiempo, Bogotá, 28ago17]
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