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03sep09
Otra vez el DAS
Las nuevas denuncias de algunos medios de comunicación de seguimientos y chuzadas telefónicas a miembros de las Altas Cortes, reconocidos dirigentes políticos de la oposición y periodistas, tienen de una vez por todas que generar medidas severas y decisiones definitivas sobre una entidad que parece haberse desviado completamente de su tarea, y que le está causando al Gobierno más problemas de los normales.
¿Cómo es posible que después de todos los escándalos que produjeron las últimas denuncias de interceptaciones irregulares a teléfonos de magistrados, congresistas, periodistas, candidatos presidenciales e inclusive, funcionarios públicos, y de la promesa del Gobierno de intervenir y ponerle remedio a estos excesos, hayan seguido expiando los movimientos y grabando conversaciones de personajes opuestos al ejecutivo?.
¿Qué clase de entidad es el DAS que sigue empeñada en desarrollar actividades que están por fuera de la Ley y obviamente de su función de seguridad y protección, y en manos de quién está la responsabilidad de manejar los recursos tecnológicos y humanos que tiene esa institución, que se están utilizando en tareas que empiezan a bordear las páginas del Código Penal?.
Cuando se denunciaron todas las extralimitaciones de funciones de la entidad, el Gobierno dijo que era hora de evaluar la tarea que cumple el DAS y de hacerle los ajustes que fueran necesarios para volverla a llevar al lugar del cual nunca se debió haber movido y para que pudiera recuperar la credibilidad y la confianza entre los ciudadanos, que se perdió con todos estos abusos cometidos.
Sin embargo hoy, varios meses después de los primeros escándalos, nada se ha sabido de su reestructuración, o de su transformación en una entidad que cumpla con unas verdaderas funciones de seguridad nacional, de inteligencia y de protección del Estado, y que sea un organismo de verdadero apoyo al Gobierno en su lucha contra la delincuencia organizada.
Ojalá pues, este nuevo y desafortunado episodio sirva para que el Presidente de la República se ocupe del DAS y le introduzca las reformas y los ajustes que lo vuelvan útil para el Gobierno y valioso para el país.
[Fuente: Diario del Otún, Editorial, Pereira, 03sep09]
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