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24jul10
El testimonio del jefe de inteligencia del DAS compromete a Uribe en operaciones de contrainteligencia
En lo que podría ser el testimonio más comprometedor hasta hoy de la participación de la presidencia de Colombia en el escándalo de seguimiento ilegal de críticos y opositores del gobierno, el ex director de inteligencia del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) aseguró que el presidente Alvaro Uribe y algunos de sus colaboradores cercanos sabían de las operaciones y en algunos casos las coordinaron.
En una declaración ante la fiscalía de Colombia, revelada el viernes por La W Radio, y en poder de El Nuevo Herald, el ex funcionario Fernando Alonso Tabares, ofreció detalles de cómo se habrían manejado desde la Casa de Nariño las campañas de persecución y desprestigio de magistrados de la Corte Suprema de Justicia, políticos y periodistas.
Tabares, un ex oficial de la Armada y ex agregado diplomático de Colombia en Brasil, hizo una descripción general de los temas que está dispuesto a amplir en un esfuerzo por acogerse a beneficios judiciales que podrían atenuar las penas por su participación en el escándalo.
El ex funcionario de 51 años citó además de Uribe, al secretario privado del presidente, Bernardo Moreno, y al secretario jurídico de la presidencia, Edmundo del Castillo, así como al más cercano asesor personal del mandatario, José Obdulio Gaviria, y al asesor en comunicaciones Jorge Mario Eastman.
Uribe ha negado reiteradamente cualquier participación de él o sus colaboradores en esas actividades.
Su más reciente negativa se produjo el mes pasado en respuesta a un interrogatorio de la fiscalía.
"Debo manifestar de manera categórica que nunca impartí de manera directa o por interpuesta persona, bajo ninguna circunstancia [...] instrucción alguna tendiente a que en el DAS se realizaran actividades ilegales, tales como interceptaciones o seguimientos a los magistrados de altas cortes, campaña de desprestigio para miembros de la oposición, políticos o persona alguna, ni ninguna actuación similar'', escribió el mandatario.
Tabares, quien empezó a trabajar como director del DAS en mayo del 2007, aseguró que durante un desayuno que tuvo a principios de septiembre de ese año con Moreno en el Metropolitan Club de Bogotá, éste le dijo que "el interés del presidente de la República es que el DAS lo mantuviera informado sobre cuatro temas o aspectos principales''.
Estos temas, agregó, fueron la Corte Suprema de Justicia, los senadores de oposición Piedad Córdoba y Gustavo Petro y el periodista Daniel Coronell, columnista de la revista Semana, uno de los más críticos del gobierno de Uribe.
Según versiones de prensa, para la fecha del encuentro Uribe parecía muy molesto con la corte porque se había enterado de que el magistrado auxiliar Iván Velásquez investigaba los vínculos de su primo segundo, Mario Uribe, con grupos paramilitares.
Según Tabares, el magistrado tenía además intenciones de involucrar al presidente en unas masacres perpetradas por paramilitares en el departamento de Antioquia.
En la reunión del club también participó la entonces directora del DAS, María del Pilar Hurtado.
De regreso a la sede del DAS, según Tabares, Hurtado le preguntó qué información se podría obtener sobre los temas de interés del presidente, y él le respondió que no tenía problemas con los relacionados con la corte y los senadores, pero sí con el del periodista , según afirmó.
"No veía como el DAS podía adelantar labores de inteligencia sobre esta persona'', declaró Tabares.
El ex funcionario aclaró que no llevó a cabo ninguna actividad contra el columnista y que la presidencia no insistió, pero que la subdirección de contrainteligencia intervino los correos electrónicos de los asesores de la senadora, la siguió hasta España e infiltró una fuente de información entre su equipo de seguridad.
Tabares aseguró que entre el DAS y la presidencia se coordinó además una operación para desprestigiar a la Corte Suprema acusando a sus miembros de haber aceptado una invitación de un oscuro personaje. Afirmó que el DAS pagó a un fotógrafo para que hiciera declaraciones que involucraban a la congresista Yidis Medina con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN).
En esos momentos, Medina se preparaba para denunciar la forma en que el gobierno retribuyó con prebendas a ella y a varios congresistas para que votaran a favor del proyecto de reelección presidencial que permitió que Uribe aspirara a un segundo mandato.
Según Tabares, el 29 de septiembre del 2007, a los tres días de que se abrió el proceso en la fiscalía contra el primo del presidente, Hurtado despachó a Medellín a otra funcionaria del DAS para que recibiera personalmente un sobre cuyo destinatario era el presidente Uribe.
El sobre, que se lo entregó el conductor de Mario Uribe, contenía una carta manuscrita de un "paramilitar en la cual le informaba al presidente de las supuestas intenciones del magistrado Iván Velásquez''.
Uno de los episodios hasta ahora desconocido, relatado por Tabares, es la revelación de que el presidente Uribe habría llamado directamente a Hurtado, para que asistiera a una reunión con un líder paramilitar en la Casa de Nariño, pero ella se negó.
Tabares aseguró que él se opuso a esa invitación.
"Yo le manifiesto [a Hurtado] que de ninguna manera ella, como directora general del DAS, tenía que irse a reunir con personas de esa categoría'', afirmó Tabares quien también se negó a asistir.
Hurtado llamó al presidente, le comunicó lo anterior, pero Uribe insistió. Finalmente el DAS envió a Marta Leal, otra funcionaria del organismo.
"La intención de esa reunión era la de afectar al magistrado Velásquez'', afirmó Tabares.
Esta y otras reuniones, que se realizaron en el 2008 en el palacio presidencial entre funcionarios de la presidencia y delegados del paramilitarismo, salieron a la luz por denuncias de los medios de comunicación.
La presidencia explicó que el motivo de los encuentros era enterarse de un complot contra Uribe.
[Fuente: Por Gerardo Reyes, El Nuevo Herald, Bogotá, 24jul10]
Inteligencia militar y paramilitarismo
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