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08jul16
Se disparan los cultivos de coca: en Colombia hay 96 mil hectáreas
Un preocupante incremento sostenido de los cultivos de hoja de coca se viene dando en el país, al punto que al cierre de 2015 alcanzó las 96 mil hectáreas, un 39% con respectó a 2014. Año en el que el Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Ilícitos de Naciones Unidas (Simci) diagnosticó que eran 69.000 hectáreas.
Un diagnóstico a todas luces preocupante, tanto para el proceso de paz con las Farc, como para el presidente Juan Manuel Santos. Pues el aumento de hectáreas cultivadas con hoja de coca se viene dando desde 2012 de forma sostenida cuando la Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga Delito (UNODC) dijo que eran 48 mil hectáreas.
El informe de UNODC deja claro que aunque en gran parte del país hay cultivos de uso ilícito, el grueso de estos cultivos está focalizado en los departamentos de Cauca, Caquetá, Nariño, Putumayo y Norte de Santander, en estas zonas se concentra el 81% de los cultivos a nivel nacional.
A juicio del Gobierno, uno de los motivos por los cuales se disparó el número de las hectáreas cultivadas con hoja de coca en el país es la finalización de las aspersiones aéreas con glifosato. Además, este químico fue dejado de usar por las implicaciones negativas que tiene para la salud y para cultivos lícitos.
Precisamente este tema ha sido objeto de debate en el Consejo Nacional de Estupefacientes. Pues aunque ya está tomada la decisión de reiniciar la fumigación manual con glifosato, esta no ha iniciado porque hay dos requisitos previos que no se han cumplido: los protocolos salud ocupacional para los fumigadores que reclama el Ministerio de Salud y el Plan de Manejo Ambiental que pide el Ministerio de Ambiente.
Conscientes de que se iban a disparar la cifra de hectáreas sembradas con hoja de coca, en la última reunión del Consejo Nacional de Estupefacientes hubo un fuerte enfrentamiento, porque el Ministerio de Defensa y la Policía reclamaban iniciar cuanto antes las fumigaciones. Incluso, según conoció El Espectador, el mismo presidente Juan Manuel Santos tuvo que salir a terciar y reclamó el inmediato reinicio de las aspersiones manuales.
Explicación de Mindefensa
Eso explica que el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, se hubiera adelantado al anuncio de UNODC, que iba plantear el viernes en la mañana el diagnóstico de las 96 mil hectáreas cultivas con hoja de coca.
"¿Explicación no pedida acusación manifiesta?", así reza el adagio popular, Villegas salió a informar sobre los resultados del análisis. Explicó que se debe, entre otros, a las falsas expectativas creadas desde las Farc ante el fin del conflicto, a la suspensión de la fumigación aérea, a factores climáticos y al estado de la aspersión en parques naturales y en la jurisdicción indígena, sumados a mayor productividad y protesta organizada contra la erradicación.
Agregó que "el incremento es preocupante, pero que el Gobierno no ha estado ni estará quieto para enfrentar esta actividad y al crimen organizado que lo maneja.
Para ello disponemos, y ya estamos ejecutando las primeras acciones, de la nueva política antidrogas, que se enfatiza en la disminución de estos cultivos, mediante sustitución sostenible, erradicación, interdicción aérea y marítima, la fumigación manual con nuevos equipos, el control de la demanda, en fortalecer el marco jurídico y sumar recursos para enfrentar este desafío".
El Ministro de Defensa dio cuenta de que el año pasado se erradicaron 14.295 hectáreas y en el primer semestre de 2016 fueron suprimidas 10.178 de las 16 mil que se tienen proyectadas para este año con el empleo de los grupos móviles de erradicación y la Fuerza Pública.
Proceso de paz
Uno de los temas que más preocupa en el alto Gobierno es el impacto que puede generar este incremento de las áreas cultivadas con hoja de coca en el proceso de paz. Pues son conscientes que este aumento se ha dado de forma paralela a la discusión en La Habana. Es decir, los casi cuatro años de negociación, han sido equivalentes al aumento de los cultivos.
Además, señalan que desde que se firmó el punto de "solución al problema de las drogas ilícitas", hace dos años, el incremento ha sido grande y constante. Casi se han duplicado las hectáreas cultivadas y según señalan en las regiones donde hay más concentración de estos cultivos, la producción de pasta de coca ha aumentado, pero también es claro que los campesinos de estas zonas donde el Estado ha sido el gran ausente, no quieren quedar por fuera de los programas de sustitución.
Tal como se acordó en La Habana, los campesinos entrarían al "Programa Nacional Integral de Sustitución y Desarrollo Alternativo", de la mano de las comunidades afectadas por los cultivos y con las autoridades nacionales, departamentales y locales.
Ahora que están saliendo a flote presuntas disidencias de las Farc, de grupos que manejan precisamente la financiación de la organización guerrillera con dineros obtenidos en la cadena del tráfico de drogas, este se convierte en un punto de extrema preocupación.
[Fuente: El Espectador, Bogotá, 08jul16]
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