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21sep98


Me persiguen con testigos arreglados


Cuando habla del origen de las acusaciones que hoy le mantienen en prisión, se remonta a la guerra que a finales de los 80 le declaró Gonzalo Rodríguez Gacha, empeñado en hacerse influyente en la zona esmeraldífera.

Guarda fresco en la memoria el recuerdo de la manera trágica como El Mexicano se lo notificó: desde un avión, que volaba bajo y dejaba oír el rugido de sus turbinas entre las montañas de la región, arrojó, en medio de gritos de los aterrados campesinos, el cadáver de un joven amigo suyo, líder comunal de Quípama, secuestrado días atrás en Pacho, cuando viajaba hacia Bogotá.

Víctor Carranza cree que desde entonces él y su principal socio, Gilberto Molina asesinado más tarde en medio de aquel conflicto tuvieron que pagar caro el hecho de no haber permitido que Rodríguez Gacha se asociara con ellos en el negocio de las esmeraldas, explotadas por concesión estatal, y de no haber autorizado la apertura de un corredor en la zona para que los escuadrones armados del capo tuvieran un rápido tránsito hacia el Magdalena Medio.

Como Pablo Escobar, Rodríguez y su aliado Leonidas Vargas no pudieron contaminar una actividad que yo ejerzo lícitamente desde 1954, se empeñaron en vincularnos a Gilberto Molina, a mí con el narcotráfico y denunciaron, a través de falsos testigos, que en nuestras fincas había laboratorios , dice en tono sereno este hombre, cuya condición de zar de las esmeraldas contrasta con su figura menuda y con la fragilidad aparente de quien ha pasado más de la mitad de su vida metido entre socavones, dirigiendo largas jornadas de explotación.

Próximo a cumplir sus 63 años, Carranza está allí en el cuartel de la Dijín, su lugar de reclusión, donde pasa las horas mirando algunas copias del expediente que sus abogados le actualizan cumplidamente o leyendo piezas biográficas de Hitler y Napoleón.

Entonces no ha estado usted vinculado a casos de narcotráfico? Jamás. Ellos ( El Mexicano , Escobar y Vargas) tenían gente infiltrada en el DAS. Allí contaban con un mayor al que le decían Peter. Un día este hombre llegó a una finca mía comandando una comisión investigadora. Se basaban en una declaración que había dado Camilo Zamora, un ex guerrillero que trabajaba en ese momento con el narcotráfico y al que metieron como un denunciante falso para que dijera que yo era narcotraficante, que tenía relaciones con paramilitares y que entrenaba grupos armados.

Sin embargo, ahí en la finca La Reforma , sólo encontraron una escopeta y a 40 trabajadores que sembraban semillas de pasto porque era época de lluvias. Pero dijeron que se trataba de una escuela de entrenamiento de paramilitares. Después en otra de mis fincas encontraron un radio de comunicaciones y en una propiedad cercana, que no era mía, hallaron una fosa común con cuatro cadáveres y me relacionaron con el caso.

Viene la investigación. Llaman a toda esa gente campesina. Encuentran que el denunciante es un tipo comprometido con el narcotráfico y que sólo quería perjudicarme. Era el único medio que les quedaba porque por la vía de la droga no lo habían podido conseguir.

Usted reaccionó a la confrontación por la vía armada? No, nosotros recurrimos a las autoridades. Yo duré un año escondido en la mina, sin salir, evitando problemas.

Tuvo necesidad de reunirse con El Mexicano , con Escobar o con Leonidas Vargas para zanjar diferencias? Jamás. A Pablo Escobar nunca le vi la cara. A Gonzalo Rodríguez me lo presentaron en una feria ganadera en Girardot, pero nunca más lo volví a ver.

Yo he sido enemigo del narcotráfico y lo he denunciado. En el sector nuestro no hay droga. Denuncié unos cultivos en Ibama que eran de El Mexicano . Le dijimos a los campesinos que los acabaran. Fuimos a donde un general Franco, comandante de la Brigada en Tunja, y también hablamos con el comandante de la Policía que era el coronel Franklin, el mismo al que asesinaron luego en Medellín, y en ocho días destruyeron todo.

Pero hoy la situación parece distinta: ya usted tiene una medida de aseguramiento por promover grupos de justicia privada...

Desde la inspección que hizo a la fincas comenzaron a vincularme con las autodefensas. Los testigos de hoy día son personas con reserva de identidad, recogidas por la Fiscalía. Inicialmente esos testigos ni siquiera me mencionan, pero luego aparece un señor Edwin Zambrano y dice que yo soy socio y patrón de Castaño, que tengo fincas en el Cesar, que le regalé una finca al Ejército. Resulta que está probado que hubo una negociación entre un señor Pacho Serrano, un ganadero muy importante y el Ejército. Este le compró una finca en Aguachica (Cesar) y ahí están las escrituras.

Zambrano también dijo que yo era dueño de la finca Bellacruz, en la Gloria. Esa finca es de lo señores Marulanda, uno de los cuales fue ministro. Yo no los conozco, aunque he sabido por la prensa que han tenido problemas con esa propiedad.

Usted conoce a Zambrano? Sabe por qué declaró eso? No lo conozco, pero hace poco apareció una declaración suya, baja juramento, en la que dice que la Fiscalía lo presionó para diera testimonio en contra mía. Lo sé porque esa declaración está en el expediente.

Por qué la Fiscalía iría a hacer algo así? Eso me pregunto yo también: Por qué la Fiscalía ha desatado una persecución con testigos acomodados en mi contra? Concretamente lo ha hecho el doctor Virgilio Hernández, director de la Unidad de Derechos Humano, con la colaboración de un doctor Cruz y de otra doctora. Zambrano dice que lo trajeron a Bogotá como testigo bajo protección y que durante los meses que estuvo en apartamentos le dijeron que si quería que su situación mejorara tenía que hacer una declaración que fuera prueba suficiente para vincularme a mí con el paramilitarismo.

Pero, por qué un funcionario de esa condición pretendería hacerle daño a usted? No conozco al doctor Hernández, no sé quién es, no le he hecho ningún mal. Pero según el mismo testigo, Hernández le dijo que a mí me tenía que vincular a hechos de paramilitarismo porque a él le habían matado al señor padre en Santander y que hace rato tenía deseos de vincularme a mi.

Por qué se arrepiente Zambrano y por qué cambia una declaración tan delicada? A él le dijeron que le harían rebaja de penas, que le cambiarían la identidad y parece que le quedaron mal y lo botaron a la cárcel. Yo tengo cinco o seis declaraciones de testigos que han dicho que los fiscales les hacen esas propuestas para que declaren contra Víctor Carranza. La gente que declara en contra mía es de Urabá, donde yo no tengo ni una carretillada de tierra.

Y en qué fecha hablaron Zambrano y esos otros testigos que usted dice conocer? Hace unos ocho meses...

En aquella época el doctor Hernández no tenía a cargo el proceso. Cómo podría entonces presionar a testigos? No sé cuando tiempo tiene de estar preso este testigo. El señor aparece vinculándome a cosas que no conozco y por eso me confirmaron la medida de aseguramiento. No conozco el momento exacto, pero cuando al tipo le quedan mal llama a la Fiscalía para denunciar lo que había pasado. Mis abogados fueron informados y piden que se interrogue a Zambrano. Entonces él afirma que lo venía diciendo era mentira.

Si usted se considera inocente, por qué entonces se buscó su libertad mediante un procedimiento tan abrupto como el del Hábeas Corpus concedido por una juez que luego fue capturada? Yo no soy jurista, yo soy un campesino. Solicité los servicios de un abogado, el doctor Roa, para que me reclamara unas escrituras y otros elementos que me trajeron de un allanamiento. El estaba haciendo esas gestiones y habían ordenado entregárselas, pero le dijeron que no, que la habían pasado a la Fiscalía Regional. Entonces vino a decirme que lo habían dejado por fuera del proceso. Cuando vino a contarme, se puso a mirar un poco de declaraciones que tengo aquí y me dijo: Oiga, a usted lo tienen ilegalmente aquí. De pronto se puede pedir un Hábeas Corpus . Yo no entiendo de esas vainas, pero de un momento a otro apareció aquí una juez. El abogado me dijo que él no firmaría porque de pronto Leonidas Vargas lo mataba, pero apareció el Hábeas Corpus.

Cómo buscaron a la juez? No la conozco. Vino a notificarme una noche.

Sus abogados la conocían? Los abogados que llevan el caso mío no la conocían. Me dicen que ese Hábeas Corpus me perjudicó y que me perjudicó también la publicidad que se hizo del asunto.

Hubo dinero en esto? No.

Cuál es el origen de la guerra entre usted y Leonidas Vargas? El era socio de Gonzalo y de ahí viene ese resquemor con ese señor. En alguna ocasión yo me metí a mediar para ponerle fin a un problema que se presentó cuando Hugo Ríos, conductor de un socio mío se estrelló en su carro contra el de un hijo de Leonidas Vargas. El conductor fue perseguido hasta su casa por personas que le disparaban. Su papá salió con una pistola amparada y en la balacera murió un hijo de Leonidas Vargas. Luego supimos que Leonidas iba a matarle toda la familia a Ríos y que le mató a un hijo parapléjico. Me reuní con ellos y Leonidas dijo que les perdonaría la vida a los familiares, pero no a su enemigo. Quedamos en que ellos resolvería su problema como hombres adultos.

Ahí se zanjó la situación. De pronto en la cárcel a él le hicieron un atentado en la cárcel Picota y entonces comenzó a echarles juicios a personas: que los Rodríguez, que los socios seguramente de él del narcotráfico, que Urdinola, que un sobrino de Gacha y por último dijo que yo estaba metido en eso o que debería saber quién lo había hecho.

El ha matado gente cercana a usted? No.

Pero lo acusa a usted de haberle matado una hija.

A él le mataron una hija hace muchos años. Me enteré por la prensa. Yo no estaba en el país. La mataron a ella y a un novio. Que vaina!, a mí no me gusta que a nadie le hagan daño. El sabe quien fue el que hizo eso. A él le dijeron que una persona que había participado en el hecho era amiga mía o conocida. Es que yo tengo muchos conocidos, es que yo soy una persona de la vida nacional; yo soy ganadero, hago ferias... voy a simposios internacionales. Yo no puedo responder por lo que hagan los demás.

El dice lo de la hija, pero nunca me acusó. Qué cosa tan extraña!. Si un padre que sabe que alguien participó en el secuestro y asesinato de su hija demore ocho años para denunciarlo. Ahora dice que yo tengo que saber y que decirle quienes le hicieron los atentados.

Quién ha matado a las personas que, según organismos de seguridad, han estado de por medio entre un conflicto entre ustedes? Yo he estado a miles de kilómetros de la droga y quiero estar a muchos miles más. Juro ante Dios y ante los hombres que no he tenido nada que ver con eso. Leonidas me ha presionado para que yo le lleve a la cárcel a personas que, según él, yo conozco y están relacionadas con esto. Si pudiera lo haría, para ponerle fin a esta situación. De mi parte él puede estar tranquilo. Si él quisiera su familia se pudiera ir a vivir en la casa de la mía y le aseguro que nada les pasaría...

[Fuente: El Tiempo, 21sep98]

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