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30nov04
Un acuerdo humanitario fortalecería la confianza de las partes.
La funcionaria, Micheline Calmy-Rey, se reunirá, en Berna, con su homóloga colombiana, Carolina Barco, quien está de gira por Europa.
En exclusiva para El Tiempo, la Ministra Calmy-Rey dio a conocer el papel de Suiza en las negociaciones de paz y la labor de facilitación de su país.
Afirma que en Colombia existe un conflicto armado y que la política exterior suiza es consecuente con la solicitud del gobierno y de las Farc de ser facilitadora para acercar a las partes.
Aboga por un acuerdo humanitario y reitera que el gobierno suizo ve con buenos ojos el proceso de paz con los paramilitares y la política de seguridad democrática siempre y cuando se desarrolle en el marco de los derechos humanos.
El presidente Uribe asegura que no existe un conflicto en Colombia sino una amenaza terrorista. Así mismo califica a las Farc y al Eln de terroristas. ¿Cuál es su opinión al respecto?
La primera consideración es que Colombia vive un conflicto armado no internacional, es decir que no es un conflicto entre dos Estados. En ese sentido valen las convenciones de Ginebra y del Derecho Internacional Humanitario. Entonces, el primer punto es el reconocimiento de la existencia de un conflicto armado. El segundo es reconocer la existencia de las partes. Pero cuando se habla de grupos terroristas, no se tienen interlocutores. Para poder hacer la paz, para dialogar, tiene que existir una contraparte. La primer ministro Golda Meir decía que para hacer la paz se debe hablar con sus enemigos. Por lo tanto si no se reconocen las partes, no se puede realizar una política de paz. La política suiza es muy firme en su lucha contra el terrorismo y con la salvaguardia de los derechos humanos y el Derecho Internacional Humanitario en Colombia.
¿Va entonces en contravía con los postulados del Presidente álvaro Uribe?
La política del gobierno suizo es muy consecuente con sus planteamientos. En el marco de acción en Colombia nosotros hemos venido apoyando al gobierno colombiano y apoyamos los esfuerzos del gobierno en el tema de la paz. Nosotros estamos dispuestos a facilitar la realización de un acuerdo de paz o un acuerdo humanitario en colaboración con otros actores como la Iglesia. Y estamos dispuestos a apoyar los esfuerzos de paz y de un acuerdo humanitario mientras que las dos partes manifiesten su acuerdo – tal como lo hicieron.
¿Las dos partes?
Sí, ambas.
¿Cuál podría ser el rol de Suiza, en esta eventualidad?
Nuestro trabajo será de facilitación entre las partes para generar primero que todo un clima de confianza. La confianza es la base de todo trabajo de facilitación. Sin ella, será extremadamente difícil generar contactos directos entre el gobierno y las Farc. Así mismo consideramos que un acuerdo humanitario podría mejorar esta generación de confianza. Quiero subrayar que un acuerdo humanitario permitiría fortalecer la confianza y el acercamiento entre las partes. Esto es muy importante.
En Colombia el Presidente Uribe no le ha dado luz verde al canje o a un acuerdo humanitario.¿Entonces?
Yo ya hablé de acuerdo humanitario. Sin embargo, creo que la discreción y la confidencialidad son muy importantes para el trabajo de facilitación.
¿Cómo ve el proceso de paz con los paramilitares?
Es algo muy positivo. Considero que este proceso tendrá éxito en la medida que esté acompañado por un marco de acuerdos jurídicos y la aplicación de los acuerdos internacionales que están involucrados con el tema de los derechos humanos y las leyes nacionales que tratan de justicia, reparación y perdón.
¿Y qué rol podría jugar Suiza?
En el momento pertinente Suiza evaluará una posibilidad de apoyo.
¿Cómo ve los esfuerzos de este gobierno en materia de Derechos Humanos?
En primer lugar, debo decir que el tema de los derechos humanos es prioritario para Suiza. Los derechos humanos son muy importantes en sí mismos pero además quiero recalcar que uno no puede restaurar un proceso de paz sin los derechos humanos. También por eso le damos tanta importancia al tema de los derechos humanos en nuestra política exterior. En segundo lugar, Suiza reconoce los esfuerzos del gobierno colombiano frente al programa de seguridad democrática. Vemos con interés los índices que tiene Colombia sobre la disminución de homicidios y de secuestros. Y nosotros saludamos la voluntad del Presidente Uribe de poner en práctica el tema de los derechos humanos. Pero en este contexto, quisiera decir, cuan importante es asegurar un esquema institucional de verificación en todo el territorio colombiano. Apoyamos el excelente trabajo que están haciendo las defensorías del pueblo, representantes de la sociedad civil, sindicalistas o periodistas que juegan un rol muy importante.
¿Cómo ve el escenario de la sociedad civil en Colombia, teniendo en cuenta el liderazgo que tiene la sociedad civil suiza?
Le puedo confirmar que la participación de la sociedad civil en Suiza es muy importante. Como usted sabe, Suiza, es un país que tiene una democracia directa. Esto genera una población muy activa; casi todos los suizos hacen parte de alguna organización de la sociedad civil. Apoyamos de manera activa a la sociedad civil a través de programas para facilitar la paz con las ONG. Quiero mencionar igualmente el apoyo de mi gobierno al programa de fortalecimiento de iniciativas de la sociedad civil por la paz SUIPPCOL, en estrecha colaboración con un grupo de organizaciones no gubernamentales suizas desde hace varios años. Este grupo de trabajo busca reforzar las redes y las alianzas civiles de paz desde la base.
¿Qué medidas tiene del gobierno suizo para controlar cuentas bancarias de las Farc y otros fenómenos asociados a grupos designados como terroristas?
Suiza cuenta con una legislación eficaz para luchar contra el lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo y, en términos generales, para evitar la utilización del mercado financiero suizo para fines criminales. Las autoridades suizas tienen el poder de bloquear toda cuenta bancaria ante la existencia de alguna sospecha fundada sobre el origen delincuencial o la utilización con fines criminales de estos fondos. El secreto bancario no constituye algún obstáculo para luchar contra el lavado de capitales o el financiamiento del terrorismo.
[Fuente: El Tiempo, Bogotá, Col, 30nov04]
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