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4sep02
Brasil pretende que América del Sur sea una región demilitarizada y su principal problema es la participación norteamericana en la guerra civil colombiana.
La mayor preocupación del gobierno brasileño, y especialmente de sus Fuerzas Armadas, es conservar a América del Sur como "región desmilitarizada". Esto significa: sin presencia permanente de tropas extrarregionales. Para evitar este riesgo, la cúpula militar, diplomática y parlamentaria brasileña discutieron un nuevo enfoque geopolítico: la integración total en defensa con su socio más cercano, la Argentina.
Fuentes consultadas por Clarín dijeron que esta integración militar de los dos mayores países sudamericanos es suficiente como para garantizar la estabilidad regional. Pero la iniciativa es más amplia: apunta a toda Sudamérica. Aldo Rebelo, presidente de la Comisión de Defensa de la Cámara de Diputados, estuvo el viernes pasado en Buenos Aires. Su misión fue hacer lobby por esta iniciativa entre sus pares argentinos.
Rebelo presidió, durante dos días, un seminario donde las Fuerzas Armadas, los parlamentarios y diplomáticos, discutieron la "Nueva Política de Defensa" de Brasil. En esa reunión estuvieron los comandantes de las tres armas, el ministro de Defensa, Geraldo Quintao, y numerosos militares en actividad y retirados. Y allí se definió la nueva propuesta.
Quintao reflejó la urgencia de los militares brasileños. Tiene su origen en el conflicto inminente que deberán enfrentar en el Amazonas, gracias a los 1.600 kilómetros de fronteras que comparten con Colombia. No se preocupan tanto por la intervención de asesores norteamericanos; pero les temen al envío masivo de fuerzas y a la posibilidad de que queden largo tiempo estacionadas en regiones próximas al límite con Brasil.
Aldo Rebelo fue transparente: "Sería una tragedia tener tropas norteamericanas en forma estable en Sudamérica".
Rebelo, sin embargo, no vio ningún problema en la posibilidad de ejercicios conjuntos entre Argentina y Estados Unidos en Misiones. "Esto es una actividad frecuente entre fuerzas de distintos países". Agregó, además, que "es natural que Brasil tenga una posición distinta de Argentina en relación a Colombia. Basta ver la cercanía geográfica. Esto no obstaculiza la integración defensiva de los dos países, porque se trata de actuar por el consenso y no por lo que eventualmente nos diferencie".
En su discurso, el ministro Quintao reveló que Brasil debe actuar "con toda contundencia" en esa integración militar. Dijo: "Tenemos que aprovechar que no hay posibilidad de conflicto armado (entre los países sudamericanos) y asumir una postura de mayor fuerza" en cuanto a las intenciones brasileñas de conducir la "concertación sudamericana" en términos defensivos.
A juicio del ministro --según expresó en el seminario con los congresistas-- construir una visión sudamericana en materia militar y defensiva "eleva la capacidad de disuadir intervenciones de otros países o bloques extrarregionales". Quintao se encargó de despejar sospechas sobre qué papel puede cumplir una fuerza militar integrada: "Brasil defiende la autodeterminación de los pueblos frente a conflictos internos". No descartó la inclusión de socios de Africa Occidental, donde están precisa mente los países de lengua portuguesa.
El texto de la "Nueva Política" está en proceso de revisión en el Ejercito, la Marina y la Aeronáutica. No será este gobierno quien la apruebe. Le toca al próximo. Según Rebelo, no hay riesgo de discontinuar el proyecto: "Ya vinieron dos candidatos presidenciales, que dieron su apoyo irrestricto al plan".
Según informó el legislador, fueron Luiz Inacio Lula da Silva y Ciro Gomes. Faltó el oficialista José Serra.
-żEsta nueva política de integración defensiva tiene consenso militar?
--Del lado de Brasil hay total cohesión entre diplomáticos, parlamentarios, militares y fuerzas sociales. No es sólo un interés de un partido. Es una política de Estado, con continuidad y permanencia.
Hubo un general, Ronaldo Lessa, durante esa reunión en el Congreso, que fue comandante en Amazonas. Lo interesante de su visión es que la Política de Defensa Nacional apunta, a pesar de la integración o, más precisamente, con la integración, a dar más protección al territorio nacional "en detrimento de acciones internacionales de intervención". En su discurso mostró el mayor fantasma de los brasileños: que fuerzas externas entren en el Amazonas. Todo puede servir "para justificar una serie de intervenciones, inclusive sin el aval de la ONU o de la OEA". Para el general, la Amazonia cumple todos los requisitos para atraer los ojos extranjeros.
[Fuente: Diario Clarin, Bs As, Arg, 4sep02]
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Este documento ha sido publicado el 4sep02 por el Equipo Nizkor y Derechos Human Rights