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21sep07
Colombia ha perdido 64 billones de pesos en 12 años de guerra
CERCA DE 64 billones de pesos ha perdido el Estado colombiano en los últimos doce años por causa del conflicto armado, en la medida en que las acciones bélicas de los distintos actores de la violencia repercuten directamente sobre el sector económico del país.
Así lo advierte el libro Las cuentas de la violencia. Ensayos económicos sobre el crimen y el conflicto, publicado por la Universidad de Los Andes y la editorial Norma, en el cual su autor, Fabio Sánchez, explica que "realizando un promedio de lo que ha dejado de percibir cada colombiano, en un periodo aproximado de 12 años (1994- 2006), suma en total 700 dólares diarios por causa de la guerra".
Igualmente, la investigación, desarrollada en el Centro de Estudios Económicos de Los Andes, señala que las zonas más afectadas, en términos económicos, por culpa de los enfrentamientos entre la Fuerza Pública y "otros actores catalogados como al margen de la ley", son los departamentos de Antioquia, Casanare, Caquetá, Arauca, Chocó, Guaviare, Meta y Putumayo.
En el estudio se indica que estas mismas causas han generado que los sectores productivos, tales como la agricultura, industria y los servicios, hayan dejado de percibir "sumas importantes, aún no calculadas con un valor exacto, pero que los han dejado como los más afectados".
El documento explica que durante 2001 los índices de violencia generados a partir del conflicto armado en todo el territorio nacional disminuyeron "de forma sustancial, lo que se vio reflejado en el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) en los últimos años".
Así mismo, la investigación explica que durante 2006, por los diversos enfrentamientos armados, saqueos, secuestros, entre otros factores generados por la guerra, la economía nacional dejó de percibir alrededor de 2 billones 400 mil millones de pesos.
La investigación también señala que "la caída en la tasa de homicidios ha echado al traste (o, por lo menos, ha contradicho duramente) las teorías que postulaban la indeclinable inercia de la violencia colombiana".
Para explicar este punto de la investigación, el autor precisa que "en el país, como un todo, la tasa de homicidio se ha reducido a la mitad en poco más de una década. En Medellín, para citar el caso más notable, la tasa se ha dividido por 4 en menos de 5 años: un descenso sin antecedentes que arroja muchas dudas sobre las teorías del determinismo violento o sobre las dinámicas autosostenidas de la criminalidad y el conflicto".
La violencia disminuye
De otro lado, Sánchez argumenta en su libro que "la mayoría de los estudios sobre la violencia colombiana tratan de explicar su supuesta omnipresencia. En general, la mayoría de estos pueden considerarse como variaciones sobre un mismo tema dominante: la violencia engendra violencia. O la violencia del pasado alienta y sostiene la violencia del presente. Así los análisis publicados eran pesimistas en un doble sentido".
El prólogo de la investigación, realizado por Alejandro Gaviria, ex subdirector de Planeación Nacional y actual decano de la facultad de Economía de Los Andes, explica, en este sentido de las investigaciones anteriores, que son "pesimistas sobre las posibilidades de una disminución sustancial de la violencia. Y pesimistas sobre la capacidad de la política pública para frenar la inercia criminal".
"Este libro puede concebirse como un extenso argumento acerca de las posibilidades de la política pública en la contención de la violencia y de la criminalidad. Contrario a lo que se ha argumentado, la violencia es tratable. Además, varios capítulos muestran la compleja interrelación entre conflicto y violencia", precisa el prologuista.
En efecto, según la investigación "por mucho tiempo, el conflicto armado y la violencia urbana se concibieron como fenómenos inconexos. Pero los resultados muestran claramente que ambos están conectados. En general, la evidencia señala que una disminución del conflicto disminuiría la violencia, tal como lo ha demostrado la coyuntura reciente".
"Con frecuencia, los cambios en la violencia son precedidos por una mayor presencia de grupos armados. En general, la dinámica del conflicto parece determinar la dinámica de la violencia global. Existe un espiral de contagio espacial y temporal entre el conflicto y la actividad criminal", señala la investigación.
Puntualiza que "la evidencia anterior señala que una disminución del conflicto disminuiría la violencia, no sólo de manera directa, sino también de manera indirecta al frenar los mecanismos de contagio, se asocian a las políticas de contención del conflicto".
[Fuente: El Nuevo Siglo, Bogotá, Col, 21sep07]
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