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02sep09
AH1N1 oficial
Que Álvaro Uribe esté enfermo de la gripa que ha causado la pandemia, por supuesto que es una mala noticia, sobre todo sabiendo que el vicepresidente, Francisco Santos, goza de cabal salud. ¿Hecatombe? Debe de estar más asustado Pachito con lo que se le vendría encima, que Uribe con sus males.
La dolencia que tiene en cama al mandatario con sus carnitas y huesitos alterados, hay que tratarla como un asunto de Estado. Así, además, lo exige la proverbial modestia de Uribe, quien ha dado muestras de que todo lo malo que a él le pase, ofende la dignidad de la República, la honra presidencial y la estabilidad de las instituciones. L'etat ce moi, decía Luis XIV, y tenía razón porque el estado era él y sólo él.
Siendo asunto de estado, lo primero que se ve venir es una investigación en la Procuraduría, impulsada por el absolvedor Alejandro Ordóñez, encaminada a dar con los funcionarios responsables de que al Presidente le haya dado semejante mal. ¿En qué quedaron las medidas de prevención contra la influenza, que promovió el ministro de la Protección, Diego Palacio? Si el hombre más custodiado se contagió, muy poco podemos esperar el resto de los mortales de las políticas públicas de salud.
La recomendación oficial de que la mejor terapia para evitar la gripe es la de lavarse las manos permanentemente, quedó desprestigiada. En efecto, si nadie en Colombia se lava más las manos que el mismísimo Uribe, y aún así terminó siendo víctima del flagelo mundial, no hay duda de que es necesario cambiar la receta.
En la Fiscalía es probable que para que la investigación no prescriba, declaren que la gripa AH1N1 de Uribe es delito de lesa humanidad. Ya aparecerá el responsable de haber contagiado al Presidente, para que purgue su alevosa falta de enfermar al ángel de la seguridad democrática.
Es probable que el virus, que por fortuna en el caso presidencial no fue mortal, lo haya contraído Uribe en una de sus tantas reuniones con los aliados de las bancadas oficialistas, a lo mejor cuando lo visitó Alirio Villamizar, o uno de mis amigos, el festivo Armandito Benedetti, el diletante Rodrigo Rivera o el voltearepas de Roy Barreras, porque en esos grupos uribistas todos andan indispuestos, hasta de peores cosas. O sería en la Federación de Cafeteros, al nombrar a Luis Genaro Muñoz; o en un Consejo Comunal, de saludar tanto pobre.
Ya estamos esperando también el informe de inteligencia del DAS, el cual ya debe de estar adelantando sus pesquisas, esas sí con orden judicial, para demostrarnos que en este Gobierno no sólo ha servido para espiar a magistrados, opositores, críticos, sindicalistas y periodistas, sino para detectar si el bacilo canalla provino de Chávez o de Correa o del indio Evo o del beso con la Cristina Kirchner o de todos, porque esa conspiración internacional pudo haber infectado al mesías, jamás lo contrario. El DAS de Uribe lo averiguará, porque para eso es capaz de todo.
Eso sí, el escándalo de las nuevas 'chuzadas' del DAS, que denunció Semana, se olvidará mientras Uribe bebe la única medicina capaz de restablecerlo, la del referendo reeleccionista. No hay mal que por bien no venga.
[Fuente: Por Ramiro Bejarano Guzmán, El País, Cali, 02sep09]
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