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Julio Fuentes Molina:
De relegado en La Ligua a exiliado en Berlínpor Jeannette Gallo Vargas(*)
Nombre
Julio Fuentes MolinaLugar y fecha de nacimiento
La Unión, 31 de octubre de 1915Especialidad
Periodista de medios impresos, radio y televisiónLugar y fecha de muerte
Berlín, 11 de septiembre de 1989Actividades
Se desempeñó, entre otros, en Canal 9 de TV, Entretelones, El Siglo, Ultima Hora y El Diario Ilustrado. En Venezuela fue redactor político de La República. Después del golpe se exilió en Alemania Democrática.Julio Fuentes fue un ser humano digno, consecuente consigo mismo, un hombre íntegro que quería cambiar el mundo. Se inició en el periodismo siendo estudiante secundario en Río Bueno, el pueblo donde pasó su infancia. La impresión de su diario dejaba mucho que desear, pero atacaba a fondo los abusos y las injusticias.
El dueño de la abusiva compañía Luz y Fuerza buscó un día al periodista que lo denunciaba, simplemente para darle una paliza. Pero quedó sorprendido cuando se encontró con un periodista-niño. Sólo atinó a decirle algo así como "contigo no me meto".
Después se vino a Santiago para recorrer el difícil camino de ser periodista con principios. Trabajó en muchos medios de prensa y radio, entre ellos La Tercera, El Diario Ilustrado, Las Noticias de Ultima Hora y la agencia United Press. En 1956 fue relegado a La Ligua, que todavía no era famosa por sus chalecos, por publicar en la revista Entretelones un discurso parlamentario del diputado radical Juan Luis Mauras contra el presidente de la época, Carlos Ibáñez del Campo. Todavía estaba vigente la odiosa Ley Maldita.
El legislador tenía fuero, pero no el periodista. Ibáñez quiso indultarlo porque el único relegado del país afectaba su imagen. Sin embargo, el indulto había que solicitarlo. Julio Fuentes estimaba en El Siglo que "pedir indulto es pedir perdón y, par lo tanto, reconocerla culpabilidad. No he cometido delito y no avalo la Ley Maldita". Cumplió la pena con su familia, viviendo de la solidaridad, hasta que la levantó una amnistía.
De vuelta en Santiago, el ex relegado pasó a ser redactor político de El Siglo. No era militante formal del Partido Comunista, propietario del medio, pero escribía a menudo los editoriales. Más tarde se afilió y desafilió, sucesivamente, del PC. En 1960 partimos a tentar suerte a Venezuela, con 50 dólares en los bolsillos.
En Caracas trabajó en La República, diario que dirigía Luis Esteban Rey. En 1963 le tocó cubrir el encuentro en Washington de Rómulo Betancourt, el presidente venezolano de la época, con su homólogo gringo, John F. Kennedy. El tema era sacar a Cuba del sistema interamericano, es decir, la OEA. De esa experiencia nació un libro, publicado más tarde en La Habana: Reportaje a una traición. El único ejemplar que llegó a nuestras manos tuvimos que quemarlo 10 años después, el 11 de septiembre.
De regreso en Chile consiguió trabajo como jefe de prensa de la recién nacida estación de TV de la Universidad de Chile, Canal 9, donde muchos jóvenes recién egresados de la Escuela de Periodismo de la Chile se iniciaban en la profesión, entre ellos Augusto Carmena. Más tarde fue corresponsal de televisión de la República Democrática Alemana (RDA). Los meses de terror vividos en Chile antes de la partida al exilio nos marcaron para siempre, pero cumplió grandes tareas informativas y solidarias, como salvar a muchos amigos y dirigentes perseguidos.
El exilio es un poco la muerte. Pese al apoyo y la solidaridad que brindaba la RDA, el exilio destrozó su vida. Perder la familia, no ver crecer a los nietos, las dificultades para aprender la lengua alemana y el alejamiento de la profesión fueron mellando su ánimo.
La crisis emocional abrió las compuertas a la enfermedad que no podría vencer. Murió de a poco escuchando las radios de Berlín y Moscú para saber noticias del lejano Chile, esperando ansioso el fin de la oprobiosa dictadura.
Sobrevivió al plebiscito de 1988. Sin embargo, le faltó tiempo para regresar. Murió el fatídico 11 de septiembre..., pero de 1989.
Jeannette Gallo Vargas, periodista, viuda de Julio Fuentes Molina, directora de la revista Mirada. (1973), trabajó en las revistas Páginas y Panorama de Venezuela (1960/63) y en El Siglo (1965/70), directora ejecutiva de la Comisión Nacional del Ahorro, adscrita al Ministerio de Hacienda (1971/1973) y directora de Mujeres del Mundo Entero, órgano de la Federación Democrática Internacional de Mujeres