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Santiago Nattino:
La creativa vida de un «cartelista»Víctor Abudaye Soto(*)
Nombre
Santiago Esteban Nattino AllendeLugar y fecha de nacimiento
Santiago, 12 de septiembre de 1921Especialidad
Diseñador gráfico publicitario, artista pintor, expositor.Lugar y fecha de muerte
Quilicura, 30 de marzo de 1985Actividades
Participó en exposiciones plásticas desde 1942. En su vida realizó una vastísima labor como creador artístico. Militante comunista.Situación judicial
Ministro en visita Milton Juica, Rol 118284. Corte Suprema condenó a 15 carabineros y 1 civil el 29/10/1995.
Cuando Elena Reyes supo que los carabineros asesinos de su marido habían ingresado al penal de Punta de Peuco, no pudo dejar de sentir una expresiva satisfacción y abrazarse con sus hijos. Habían pasado diez años desde ese 29 de marzo de 1985 en que subió tímidamente la escala que conducía a la Vicaría de la Solidaridad para denunciar el desaparecimiento de Santiago Esteban Nattino Allende, sin siquiera imaginar el horror que se cernía sobre su familia. Tampoco sabía que sólo un par de horas antes se había producido el secuestro de José Manuel Parada Maluenda y de Manuel Guerrero Cobaltos, en la puerta del Colegio Latinoamericano de Integración, en avenida Los Leones 1401.
También ignoraba que a las 15 horas del día anterior, 28 de marzo, Santiago Nattino fue secuestrado por civiles a 200 metros de su casa. Y el 30 de marzo de 1985, cerca de las 15.50 horas, junto con paralizarse el corazón de tres mujeres, el país quedó estupefacto ante el hallazgo de tres hombres muertos por degollamiento, en el camino a Quilicura.
Mientras eran identificados como Santiago Nattino, José Manuel Parada y Manuel Guerrero, todos militantes comunistas, un almirante recientemente fallecido aseguró que esos horrendos crímenes sólo podía cometerlos el Partido Comunista para desprestigiar al gobierno militar.
En agosto de 1985, el ministro José Cánovas Robles encargó reos a jefes y miembros de la Dirección de Comunicaciones de Carabineros (DICOMCAR), dependiente del servicio de inteligencia de la institución. Esa misma noche tuvo que renunciar el General Director de Carabineros y miembro de la Junta de Gobierno, César Mendoza (también fallecido). El 4 de septiembre la Justicia Militar rechazó la competencia del caso por considerar que los delitos tenían carácter terrorista.
Premio de las Naciones Unidas
En 1949, Elena Reyes visitó la muestra de un concurso de afiches turísticos de Ferrocarriles del Estado. Quedó fascinada por el «cartel» de un artista que se le acercó, le habló y no volvió a separarse de ella: Santiago Nattino Allende, ganador del segundo lugar, hijo de padre italiano y destacado alumno de la Escuela de Artes Aplicadas de la Universidad de Chile. Comenzó el asedio: invitaciones a exposiciones, a la matineé, a tomar té --"como se pololeaba en esa época»--y matrimonio en 1955.
Santiago Nattino acumuló premios y fama. Su taller-oficina de calle Amunátegui se convirtió en centro de reunión de poetas como Andrés Sabella, actores de teatro, escritores, músicos. A los 22 años, en 1943, ganó el segundo premio en un concurso de afiches de la Municipalidad de Santiago. En 1947 obtuvo una mención honrosa en el primer concurso de afiches de Naciones Unidas.
Hasta que fue asesinado, sus dibujos, sus colores y sus ideas, transmitieron mensajes a todo un pueblo, con alto sentido estético y auto exigencia en su trabajo. Montó y decoró el pabellón chileno en la Quinta Feria del Pacífico, Lima, 1967.
En 1969 diagramó y diseñó la "Guía del Campesino" de la Sociedad Nacional de Agricultura. Y en 1970, tras terminar los últimos afiches para la campaña de Salvador Allende, comenzó a transmitir con sus coloridos dibujos y sus originales afiches, el mensaje del gobierno de la Unidad Popular.
El compromiso político
"Siempre estuvo cerca nuestro", dijo un alto dirigente del Partido Comunista, pero sólo en 1975, cuando el golpe militar era evidente, decidió ingresar al Partido Comunista. Siempre fue conocido por sus amigos como un hombre comprometido socialmente y "allendista"
En 1958 inició sus aportes a las campañas electorales de la izquierda chilena. Después del golpe creó decenas de originales fáciles de reproducir, adaptables a distintas situaciones, para uso de El Siglo clandestino, que los utilizó hasta tres años después de su muerte.
En el Estadio Nacional
El 11 de septiembre de 1975 era jefe del Departamento de Divulgación del Servicio Agrícola y Ganadero. Ese día, vivió el violento bombardeo a La Moneda desde las ventanas de su oficina. 'Cuando llegó a casa, no podía hablar; relató su esposa. Santiago Nattino no terminaba de creer lo que había visto. A los pocos días, el 14 de septiembre lo llevaron a Investigaciones y desde allí, preso al Estadio Nacional.
Elena Reyes, que no se inmiscuía en las cosas de su marido, menuda, aún con hijos pequeños, tomó su cartera y partió a buscarlo, sin medir ni una sola consecuencia. Habló con cuanta autoridad militar encontró, peleó en Investigaciones, recorrió las oficinas del ministerio de Defensa, se paró en las puertas del Estadio Nacional exigiendo a gritos una respuesta y, por fin, encontró el nombre de su marido en una lista de detenidos. A los 20 días, cuando se aprestaba a salir, Nattino la llamó por teléfono. "Acuesta a los niños temprano --le dijo--y tenme un buen baño".
Años difíciles
El 1º de octubre de ese 1975, lo echaron de su trabajo y, curiosamente, la Empresa de Comercio Agrícola (ECA) lo contrató para que montara su stand en la FISA, donde obtuvo un premio de honor. Después, se le cerraron todas las puertas.
Rehizo su trabajo profesional conmovido por las aberraciones y atropellos que se vivían día a día. Mientras lograba mantener su oficina con aquellos que continuaron siendo sus clientes, en su hogar no hablaba de sus actividades política para proteger a su esposa y a sus tres hijos. Tampoco fue ajeno al trabajo por los derechos humanos. En 1978, hizo afiches cuando la Vicaría de la Solidaridad organizaba precisamente el Año de los Derechos Humanos. También diseñó el logotipo del FASIC.
En 1982 tuvo que cerrar el taller de toda su vida. No podía costearlo. La tristeza se vio acrecentada cuando se deshizo de muebles, máquinas, cantidades de libros, mesas de dibujo y unos tremendos escritorios que no cabían en ninguna parte. Con una vida sobria y restringida, Nattino mantuvo su fortaleza y trató de ocultar la tremenda depresión que lo invadía. Publicaba avisos en los diarios ofreciendo sus servicios. Y en 1985, el corazón le falló. Tuvo que operarse de urgencia.
Dos años más tarde, creyendo estar recuperado, se dirigía a almorzar a su hogar, cuando fue secuestrado por sus asesinos, a una media cuadra de su casa. Elena Reyes y sus hijos se quedaron esperándolo, extrañados por su ausencia.
Víctor Abudaye Soto. abogado y periodista de la Universidad de Chile, dirigente nacional del Colegio de Periodistas (1976/ 1981), fue presidente de la Comisión de Libertad de Expresión (1979/1983).
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