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Rodolfo Jacinto Fuenzalida:
Ex estudiante y piloto civil fusilado en Pisaguapor SIL/EC
Nombre
Rodolfo Jacinto Fuenzalida FernándezLugar y fecha de nacimiento
Santiago, 22 de septiembre de 1950Especialidad
Ex estudiante de periodismo. Piloto.Lugar y fecha de muerte
Pisagua, 29 de octubre de 1973. Fusilado, jamás entregaron sus restos. Es un detenido desaparecido.Actividades
Estudió filosofía y periodismo en la Universidad de Chile. Después eligió ser piloto de la aviación civil.Situación judicial (1996)
No hay información sobre el estado de la causa. Rol 3167, radicada en el Juzgado del Crimen de Pozo Almonte.
Rodolfo Fuenzalida estudió periodismo en la Chile, pero ter minó seducido por la aviación civil. Alejandro Cabrera lo recuerda como alumno y competente piloto: "En dos oportunidades en que cumplí misiones periodísticas, una de ellas a la isla Juan Fernández, Rodolfo pilotó la avioneta",dijo.
Lo mataron en Pisagua por su manera de pensar. Fue detenido en su domicilio de Iquique el 11 de septiembre al mediodía. Por la noche volvieron a su casa: rompieron y robaron todo lo que pudieron. Se lo llevaron al regimiento Carampangue, pero el 16 ya lo tenían en Pisagua. Entretanto, siguieron allanando su casa y aterrorizando a su familia.
El Servicio de Inteligencia Militar (SIM) detuvo a su cónyuge, Patricia Covarrubias, pero la dejó en libertad. Mientras hacía trámites por su marido, nuevamente la detuvieron, el 22 de septiembre. Esta vez la torturaron y la mantuvieron incomunicada has ta el 4 de noviembre. Cuando salió en libertad, Rodolfo ya estaba muerto.
Para terminar con la vida de Fuenzalida montaron en Pisagua un consejo de guerra, integrado, entre otros, por el teniente coronel (juez militar) Ramón Larraín Larraín, el capitán (auditor) Juan Sinn Bruno, el mayor (presidente del "tribunal") Carlos de la Barra Daniels y el capitán (vocal) Sergio Espinoza Davies. Se ignora si algún uniformado actuó como "defensor". La "Ley de Control de Armas", de moda en la época, aportó el "marco Jurídico " del montaje.
Cualquier hora es buena para matar, según la historia reciente, aunque los uniformados prefieren el comienzo del día. A Fuenzalida lo fusilaron a las 6 de la madrugada del 30 de octubre de 1975, pero jamás entregaron su cuerpo a la familia. Tampoco se molestaron en participar su defunción al Registro Civil. Por eso es un detenido desaparecido.