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23oct17
Cuatro hipótesis sobre el desfalco del Banco Unión
A ver. Seamos sinceros. Un funcionario menor de un banco no puede robar 37,6 millones de bolivianos (6,4 millones de dólares) sin tener cómplices dentro de su organización.
En Bolivia, como siempre, cuando un evento así sucede, van presos los choferes, mensajeros y familiares. En el caso de Juan Pari, el archifamoso y enamoradizo funcionario del Banco Unión que está en el centro de los hechos, están detenidos ¡sus familiares, algunos compañeros de curso y su novia! Como siempre, la Fiscalía no ha podido demostrar que hay indicios de que ninguno de ellos sea corresponsable. Recibir un auto Mercedes Benz de regalo no hace necesariamente culpable a quien lo recibe.
Pero y ¿los cómplices del banco? Es insólito que hasta ahora no haya sido imputado ni un solo funcionario. ¿Cómo alguien puede robar 37,6 millones de bolivianos de una entidad financiera sin tener protección y colaboración de algunos ejecutivos? Debido a que el banco es estatal y forma parte del entramado político-empresarial del MAS, las cosas se ponen aún más turbias.
La guinda en la torta es que la Fiscalía, que está bajo supervisión de la Vicepresidencia del Estado, ordenó que solo un policía, que depende del Ministerio de Gobierno, investigue los hechos. ¿Son estas las facciones del oficialismo en pugna?
Como el Gobierno se caracteriza por la falta de transparencia y el encubrimiento de la corrupción, y la justicia no tiene independencia, es importante explorar algunas hipótesis sobre este caso, que las autoridades jamás investigarán:
1.- El dinero estaba guardado en el Banco Unión, pero le pertenecía a otra entidad. Como no es posible que en los diez meses que ocurrieron los hechos hubiera habido un movimiento de 37,6 millones de bolivianos en la sucursal de una localidad semirrural como Batallas, el columnista Francesco Zaratti supone que el dinero tenía otro origen y solo estaba guardado en esa bóveda.
2.- El banco dio créditos que después no pudo cobrar. Otra hipótesis es que el banco dio créditos sin respaldo, a cambio de comisiones, a algunos clientes. Cuando estos no pudieron pagar y se hizo un 'hueco' de 37,6 millones de bolivianos, le achacaron el problema a Pari. En este escenario, mencionado por el periodista Carlos Valverde, Pari sería responsable de un desfalco menor y es usado solamente como coartada. Como esos créditos habrían sido hechos irregularmente, el banco no puede admitir su existencia.
3.- El Banco Unión tiene una partida que sirve como gastos reservados. Otra hipótesis es más audaz: señala que el Banco Unión tiene una partida legal dentro de su presupuesto, pero cuyos montos no se ejecutan dentro de la entidad y que se entregan al Gobierno para que los administre como los antiguos 'gastos reservados'. Ello explicaría por qué había tanto dinero en una sucursal semirrural que tiene una población menor que cualquier barrio de Santa Cruz o La Paz (17.000 habitantes).
4.- Existe un esquema de corrupción mayor. Los fiscales aseguran que pueden demostrar que Pari gastó 10 millones de bolivianos (incluso esa cifra parece abultada, los terrenos y autos comprados no suman ese monto). ¿Dónde están entonces los 27 millones de bolivianos faltantes? ¿Quién los tiene? ¿Dónde fueron a parar? Si fuera un esquema de corrupción que repartió dineros entre ejecutivos del banco y autoridades de Gobierno, se explicaría por qué un hecho así pudo durar diez meses sin que saltaran las alarmas del banco. Las últimas dos hipótesis son manejadas por dirigentes de la oposición.
[Fuente: Por Peñaranda Raúl, El Deber, Santa Cruz de la Sierra, 23oct17]
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