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08ago17
Algunas actividades criminales de los kapangas de Walter Ferrufino
Los hijos de Malinche
Hace unos días escribí un artículo titulado "Los kapangas de Walter Ferrufino esfuman 200.000 dólares de las cuentas bancarias de la Asamblea del Pueblo Guaraní Itika Guasu", donde narraba cómo una organización delincuencial se había "fumado" 200.000 dólares de una cuenta corriente del Banco Ganadero.
Walter Ferrufino
Marco Antonio
Cardozo Jemio
Hugo Arebayo
René Arebayo
Abraham EspinozaEn la maniobra dolosa participaron el falso abogado Marco Antonio Cardozo Jemio, Hugo Arebayo e Eugenio Catuire, todos integrantes de una banda conformada alrededor del subgobernador de la provincia tarijeña de O'Connor, Walter Ferrufino, a la que se suman al menos 10 personas más.
De resultas de este artículo hubo en Tarija un cierto revuelo por la importancia de los personajes y porque la APG IG (la real, no la chuta) dio una conferencia de prensa donde se hicieron acusaciones. Al día siguiente, el tal Hugo Arebayo defendió como pudo su posición. Antes habían amenazado de muerte a un periodista y el propio René Arebayo amenazó telefónicamente a un diputado, lo que convirtió una noticia en un silencio de prensa, o sea, todos saben lo que pasó pero nadie se animó a ponerlo sobre el papel.
Como no pude estar en Tarija a tiempo me quedé pasmado de la displicencia, arrogancia y temeridad de las declaraciones del Arebayo y decidí ampliar el reporte publicado el 25 de julio de 2017, o por lo menos dejar claro que no estamos frente a una organización indígena, ni de un grupo de oposición, sino que estamos frente a un grupo organizado de poder, por no decir organizado desde el poder.
La cuestión, según he podido reconstruir hablando con testigos directos o bien informados, es que estos señores encabezados y organizados por el abogado "chuto" (como ya es conocido públicamente el tal Cardozo Jemio) logró hacerse con este monto de dinero a través de una trama de documentos falsos, de procedimientos falsos y con la colaboración de al menos dos jueces venales, uno de Entre Ríos y otro del Tribunal Constitucional, quienes aceptaron y, digamos, legalizaron, los documentos falsos con pleno conocimiento de ello.
Primero organizaron el acoso a los funcionarios del Banco do Brasil, sucursal La Paz. Para ello realizaron un viaje a San Pablo y pretendieron que el Banco les entregara los fondos depositados a nombre de la APG IG. Pretendían algo tan simple como llevárselos ellos mismos a otro banco retirando el dinero en efectivo. Obviamente esto no funcionó.
Convencidos de que los empleados del Banco do Brasil les estaban ocultando el dinero, decidieron gatillar y consiguieron una orden de detención contra tres empleados de la sucursal La Paz. Para ello el abogado chuto logró que una alta autoridad de la Policía o del Ministerio de Gobierno autorizara un allanamiento de la oficina bancaria y llevarse así detenidos a dos de los empleados. Un tercero no pudo ser detenido por tener pasaporte diplomático brasilero.
Los dos detenidos estuvieron presos en los calabozos de la pequeña población de Entre Ríos al menos 48 horas, hasta que se hizo una vista oral donde quedó totalmente claro que los fondos que pretendían saquear no estaban bajo el control de estos funcionarios, ya que estaban depositados fuera de Bolivia, hecho éste que era de público conocimiento.
Estas actividades las financiaron con el dinero que existía en las cuentas de la APG IG en el Banco do Brasil La Paz, de cuyos saldos dispusieron en febrero de 2016. En una existía un saldo de 50.000 dólares y en la otra de 150.000 dólares.
Según la información de la APG IG, el saldo de 50.000 dólares estaba allí desde 2010 y tenía como finalidad garantizar provisiones contables o emergencias jurídicas y nunca se había utilizado.
La cuenta con mayor saldo tenía un ingreso muy fresco de 150.000 dólares que era el equivalente a los gastos de siembra, de alimentos para niños y para la atención médica de prácticamente un año de los guaranís de la TCO Itika Guasu. Esta cuenta tenía tres firmas mancomunadas: dos de integrantes del Directorio de la APG IG y una tercera del Consejo de Sabios (institución de usos y costumbres que tiene a su cargo el control de los gastos y la supervisión de la administración).
El abogado chuto no había previsto esta formalidad debido a que en realidad no conocía, ni le interesaba conocer, la estructura de poderes de la APG IG pero, en los hechos, se encontraron estos delincuentes con que faltaba una tercera firma y no podían subsanarlo, dado que ningún integrante del Consejo de Sabios estaba dispuesto a avalar el saqueo.
No obstante, en ese momento, sus amigos del departamento jurídico de YPFB, hoy todos presos por corrupción, consiguieron que un alto directivo de la ASFI (Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero) indicara al banco que debía autorizar el retiro de los fondos con sólo dos firmas, aunque esto violara las leyes bancarias bolivianas y el contrato formal de depósito que debe garantizar cualquier entidad financiera.
El Banco do Brasil decidió claudicar ante el chantaje, las amenazas y el poder de la autoridad de supervisión financiera sobre los bancos.
Previamente, y según surge del certificado del Banco Ganadero, el 01 de enero de 2015 esta organización criminal había logrado abrir una cuenta de ahorro en el Banco Ganadero simulando el nombre de la APG IG. La cuenta fue abierta a nombre de la "Asamblea del Pueblo Guaraní de la Región del Itika Guasu" y no de la "Asamblea del Pueblo Guaraní Itika Guasu". Evidentemente, en forma totalmente irregular, la sucursal Tarija del Banco Ganadero abrió la cuenta y allí, el 25 de febrero de 2016 fueron a parar los 200.000 dólares que, con artimañas, amenazas, extorsión, documentos falsos y violando la normas bancarias lograron retirar del Banco do Brasil.
Es evidente, y no hace falta ser muy perspicaz para darse cuenta, que esta operación fue planificada al menos desde enero de 2015, fecha en la que abrieron la cuenta de ahorro del Banco Ganadero M/E Nº 1310-151771. Según me informa la APG IG, ellos no tuvieron noticia de la existencia de dicha cuenta hasta febrero de 2017 y dieron instrucciones al banco de cerrarla.
Mientras, los miembros de esta organización criminal intentaron y siguen intentando saquear el Fondo de Inversión Itika Guasu, cosa que hasta la fecha no han conseguido. Según la información de dos abogadas que representan los intereses de la APG IG en Europa, no sólo han intentado saquear el Fondo, sino que han provocado que dicho fondo se liquidara por instrucciones del Banco do Brasil, lo que ha generado daños financieros evidentes al producirse un cierre que significó la liquidación de los bonos que integraban el Fondo, provocando la pérdida de todos los ingresos futuros.
Según estas abogadas, la parte central del Fondo de Inversión era deuda preferente de la República de Brasil que rendía aproximadamente un 9 por ciento anual. Estas pérdidas no serán recuperadas nunca, o sea, que con su acción dolosa han destruido el futuro de los guaraníes planificado a 20 años.
El código penal no recoge el delito de destruir el futuro de una comunidad de más de 6.000 guaranís, ni hay manera moral de reparar el daño.
El delincuente Hugo Arebayo afirmaba a la prensa que no sabía, ni le importaba quién era Cardozo Jemio, lo cual, además de ser una cínica afirmación, tiene como finalidad el evitar que a estos individuos se les considere una organización criminal.
Hugo Arebayo, y todos sus socios, está acostumbrado a hacer frente a este tipo de situaciones y para ello no duda en acusar falsamente, promover denuncias penales y actuar junto a otros delincuentes.
He aquí sólo tres ejemplos de esta actuación criminal que ampliaré en próximos artículos:
- Hugo Arebayo está sancionado por usos y costumbres por la Asamblea de Mburuvichas y por la máxima Asamblea de la Nación Guaraní de Bolivia. Esta sanción inicial, de fecha 5 de octubre de 2012, no fue por ningún enfrentamiento interno, sino porque se pudo probar que robaba a las comunidades el dinero del Prosol, aprovechándose de ser el responsable de este programa en la Subgobernación de O'Connor.
Una revisión realizada por expertos contables estimó que al menos el 40 por ciento de los recursos del Prosol administrados bajo la égida de Walter Ferrufino, Grover Torrejón Martínez y Hugo Arebayo durante un período de varios años fueron robados a las comunidades indígenas y campesinas de la región.
- En la comunidad de Zapaterambía estos delincuentes, en esta ocasión dirigidos por Abraham Espinoza, abrieron una aduana chuta. Por increíble que parezca, en esta aduana se controlan camiones de transporte de paso por ese lugar y se les saquea mercancías de todo tipo. En algunos casos han robado los propios vehículos de transporte.
La cosa llegó a tal punto que construyeron un almacén con medidas de seguridad que incluían circuito de video y alarmas de presencia.
Una abogada contratada por la APG IG en la ciudad de La Paz presentó una carta denunciando estos hechos a la Administración de Aduanas en la ciudad de La Paz sin que, hasta la fecha, hayan contestado ni tomado medida alguna.
En una reunión oficial a fines de abril de 2017, autoridades de la APG IG solicitaron a funcionarios de la Aduana de Tarija que eliminaran ese almacén ilegal. Los funcionarios de la Aduana eran el Licenciado Erín Flores y el Ingeniero Juan Carlos Gaspineira
Según información originada en altas autoridades de la Aduana de Tarija, Abraham Espinosa y la banda de Hugo Arbayo retiraron material confiscado, como computadoras, sofás y lavadoras, bienes que fueron vendidos como forma de recaudación totalmente ilegal.
También la Aduana habría entregado al menos cuatro camionetas del tipo Toyota Hilux a esta organización delincuencial. (En Tarija existen gestorías expertas en el clonado de los documentos de estas camionetas y en vestirlas de cierta legalidad).
- En Marzo de 2017, según informaciones cercanas a la Policía de Tarija y confirmadas por numerosos testigos, fue hallado in fraganti Hugo Arebayo en la casa que arrendaba en Entre Ríos produciendo paquetes de marihuana para su exportación.
Según estos testimonios, un oficial de la policía criminal de Tarija obtuvo fotografías, durante varios días, de todos los que trabajaban en esta actividad claramente ilegal en un horario de diez de la noche hasta aproximadamente dos de la madrugada.
Hugo Arebayo fue asistido en su actividad de empaquetar marihuana por Walter Ferrufino; Omar Torres, dueño de una carnicería en la Plaza de Entre Ríos; el actual coordinador del Alcalde de Entre Ríos, conocido como el loro Monzón; Grover Torrejón, que ejerce como mano derecha de Walter Ferrufino y fue el responsable de Prosol, o mejor dicho, el responsable de saquear esos fondos a campesinos pobres e indígenas.
Por esos misterios tan bolivianos, los dueños de la casa alquilada por el Arebayo fueron avisados por la misma policía para que evitaran que la casa fuera incluida en bienes a confiscar y, durante unos días, Hugo Arebayo organizó una suerte de pequeña obra teatral..., todo el pueblo se enteró que no pagaba el alquiler y la dueña de la casa sacó a la calle (sic) los muebles, ofreciéndolos en venta a viva voz por todo el pueblo. La obra de teatro concluyó con el cambio de domicilio de Hugo Arebayo.
La marihuana provenía de un potrero sembrado de plantas que queda yendo hacía Agua Salada, camino a Los Naranjos, todo ello en la Comunidad de Alambrado, zona campesina donde Walter Ferrufino cuenta con numerosos adeptos. La plantación era de unas 250 plantas que equivalía, según la policía, a más de seis toneladas de droga.
De más está decir que la operación quedó reducida a un comentario periodístico con información falsa publicado en el Diario El País de Tarija el 17 de marzo de 2017 y los más arriba mencionados prosiguieron con sus actividades en olor de impunidad.
El hijo del dueño del potrero, un joven de 27 años, se presentó voluntariamente ante la policía de Entre Ríos como único responsable. Se llama Juan Carlos Yurquina Mercado y es evidente que han pagado la lealtad criminal de éste y de su padre.
Pero esta historia es más larga y será motivo de un nuevo artículo sobre la actuación de estas bandas de narcotraficantes en Yacuiba, Palos Blancos, Entre Ríos y otras ciudades donde normalmente sus actividades tenían que ver con el transporte de cocaína. Ahora han descubierto unas nueva actividad: la producción de marihuana.
Aquí termina esta miscelánea sobre las actividades "non santas" de los kapangas de Walter Ferrufino.
Walter Ferrufino afirmó que no pararía hasta ver a los guaranís desfilar arrodillados por las calles de Entre Ríos y muertos de hambre. Hugo Arebayo afirmaba con la insolencia criminal que lo caracteriza que perseguiría a los dirigentes guaranís y utilizó la famosa frase del apóstol San Pablo "la verdad os hará libres" que, según él, demostraría que él es un honrado ciudadano y los indios unos delincuentes.
Vistos los hechos, es evidente que si la frase se cumple él estará bajo servidumbre de Walter Ferrufino o en la cárcel de por vida porque, en su caso, la verdad lo condena.
[Fuente: Por Irandey Tupapire, Unidad Investigativa, Radio Nizkor, La Paz y Charleroi, 08ago17]
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