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02ene23
¿Avanza Bolivia al suicidio?
¿A dónde va Bolivia? Analicemos tres posibles escenarios tras la detención de Camacho: 1) La movilización decae en Santa Cruz y todo vuelve a la "normalidad", 2) El gobierno declara estado de sitio y militariza Santa Cruz, y 3) El gobierno retrocede en la detención de Camacho.
El primer escenario es al que apuestan los estrategas del presidente Luis Arce. Ellos detuvieron a Camacho por la disputa interna del MAS. Su calculo político era que el gobernador de Santa Cruz estaba desgastado tras 36 días de paro por el censo en 2023. La forma en la que se realizó la detención de Camacho le ha dado renovada energía a su liderazgo y a las fuerzas más conservadoras que lo respaldan. El apresamiento de Camacho lejos de debilitar a la extrema derecha la fortaleció y reposicionó en el escenario cruceño y nacional. Desde el momento de su apresamiento, y a pesar del año nuevo, no han parado las protestas, enfrentamientos, gasificaciones, bloqueos, incendios, detenciones y la violencia. La estrategia que se plantean desde Santa Cruz es de una lucha de largo aliento a través de bloqueos, acciones sorpresivas, enfrentamientos de desgaste con la policía y afectación de la estabilidad económica del gobierno con el boicot de productos y otras medidas. Los estrategas de Luis Arce creen que pueden debilitar esta resistencia implementando la lógica del garrote y la zanahoria. Les ofrecerán de todo a los empresarios cruceños: transgénicos, ampliación de la frontera agrícola, exportación sin límites, etc. Seguramente algunos empresarios aceptarán este trueque como lo hicieron en el pasado, pero es difícil que el acuerdo con algunas élites cruceñas calme las aguas en el corto plazo.
El segundo escenario es el que barajan los más miopes dentro del MAS. Quienes proponen un estado de sitio y una militarización de Santa Cruz como la de Pando en 2009, olvidan que Santa Cruz no es Pando. Garantizar un estado de sitio en una ciudad de menos de 50.000 habitantes no es lo mismo que imponer el control policiaco/militar en una urbe de casi 1,5 millones de personas y en el departamento más grande de Bolivia. El estado de sitio sólo insuflará mas la resistencia y cohesionaría aun más a amplios sectores cruceños y no cruceños contra el gobierno. Será echarle gasolina al fuego y profundizar aun mas las medidas de boicot económico que terminarán por fracturar la estabilidad económica. Si la inflación se dispara y la devaluación empieza, Luis Arce tendrá que enfrentar conflictos no sólo en el oriente, sino en el altiplano empezando por El Alto.
El tercer escenario es muy complejo para el gobierno porque significa su derrota en la disputa interna dentro del MAS y frente a los sectores mas reaccionarios de la oposición cruceña. Evo mostrará tal decisión como la confirmación de una supuesta alianza con Camacho y con la derecha. Varios sectores sociales del MAS se movilizarían contra el gobierno azuzados por el grito de traición de Evo. Evo no busca justicia para Sacaba y Senkata, sino desgastar e inviabilizar cualquier postulación de Luis Arce a las elecciones de 2025 manipulando cualquier vínculo que pueda hacerse entre el presidente y Camacho. Luis Arce, en vez de enfrentar y desenmascarar el discurso de Evo, acabó replicando y alentando una polarización suicida para Bolivia.
Las victimas de Sacaba y Senkata merecen justicia y no ser una ficha en un juego político por las elecciones de 2025. Para ello el gobierno debió haber buscado desde el principio la conformación de una comisión de la verdad imparcial, y de un equipo de fiscales y jueces idóneos que no sean títeres del ejecutivo y que investiguen a propios y extraños por los trágicos acontecimientos de octubre y noviembre de 2019. Los años pasan y seguimos atravesados por el tema de la reelección del Evo. La derecha nunca hubiera llegado al gobierno si él no hubiera insistido en su reelección a toda costa. Evo y Camacho se retroalimentan mutuamente.
La situación es en extremo compleja, cambiante y rápidamente puede escalar a una situación incontrolable. Para hacer frente a este peligro hay que pensar con cabeza fría, dialogar y anteponer la vida y el bienestar general al cálculo político mezquino.
[Fuente: Por Pablo Solón, La Paz, 02ene23]
Radio Nizkor
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